Primero fue el Ébola, luego el Zika. Estas han sido dos enfermedades conocidas por décadas por la «Organización Mundial de la Salud (OMS) y mencionadas en su declaración oficial de Emergencias de Salud Pública de Importancia Internacional (PHEIC)».
En rápida sucesión, ambas sorprendieron a las autoridades sanitarias mundiales sin preparación. ¿Serán estas enfermedades un anticipo de lo que vendrá?
Si bien no hay muchas similitudes entre las dos enfermedades, hay algo acerca de la forma en la cual se propagan los virus, o cómo se ven afectadas las personas que hacen que los brotes se conviertan en una amenaza. Es difícil predecir estas enfermedades porque un cambio repentino en la forma en la cual su agente funciona, o se transmite, puede amenazar la salud pública y crear un problema pandémico. «Incluso aún más preocupante es el hecho de que tales amenazas podrían llegar a ser cada vez más comunes debido al cambio de las tendencias de las migraciones humana y animal, la creciente urbanización, la densidad de las mega ciudades, el aumento de la resistencia a los agentes antimicrobianos y el cambio climático».
El Ébola se convirtió en una preocupación mundial de la salud debido a su cambio en la capacidad de propagarse. Durante muchos años, la enfermedad se mantuvo principalmente en zonas rurales aisladas pero cuando llegó a grandes áreas urbanas, rápidamente se propagó con un crecimiento exponencial.
Por otro lado, el Zika había sido considerado como una enfermedad relativamente leve y no había mayor preocupación por su propagación. Sin embargo, una vez los investigadores documentaron la conexión de ésta con la microcefalia, se convirtió en una preocupación importante. Han pasado siete décadas desde que el Zika fue descubierto por primera vez pero tal horrible complicación nunca antes había sido vista y tampoco está claro por qué hubo conexión de la enfermedad con el Brasil.
Una de las razones por las cuales hay una respuesta tan lenta a las epidemias globales, se debe a que la prevención no arroja ganancias económicas, lo cual nos sugiere que si queremos evitar las epidemias no debemos esperar que la industria nos proporcione soluciones. Al menos la OMS está elaborando una lista de las ocho peores enfermedades que necesitan la atención urgente. Sin embargo, ninguna en la lista es particularmente sorprendente. La lista incluye el Ébola y otras fiebres hemorrágicas como la fiebre de Marburg y Lassa, y un subconjunto que incluye el Zika.
Los agentes patógenos no son propensos a actuar de la misma manera en el futuro como lo han hecho en el pasado. Tal vez otros agentes patógenos causen pandemias globales con consecuencias mortales mientras la humanidad intenta reaccionar frente a ellos una vez que los rastreen rápidamente por todo el mundo como ha sucedido con el Zika.
«Y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.» Mateo 24: 7
«Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador». Éxodo 15:26.
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Comments
Roberta Jupp
28 de marzo de 2016 at 14:45 02Mon, 28 Mar 2016 14:45:50 +000050.Here is an interesting article from Natural News about the Zika virus hoax…Hope you all at KTF are doing well…we are praying for you!
http://www.naturalnews.com/052943_Zika_virus_hoax_larvacide_chemical_GM_mosquitoes.html