Timely and Inspiring Prophetic Analysis so you can Prepare.

By Pastor Hal Mayer

Apreciados amigos,

Bienvenidos una vez más al Ministerio Guardad la Fe. Estamos viviendo tiempos serios. El malvado Sanedrín tiene hoy su antitipo. En realidad tenemos que estar listos para cualquier cosa.

Oremos. Padre nuestro que estás en los cielos, estamos muy agradecidos por lo que has hecho por nosotros. Por favor ayúdanos a entender que Jesús era el hijo de Dios y fue afligido por nosotros. Acompáñanos hoy con tu Espíritu Santo mientras estudiamos sobre la prueba de Cristo. Ayúdanos a ver que podemos y debemos experimentar el mismo espíritu y actitud de Jesús hacia sus perseguidores y que podemos ser llenos de su amor. En el nombre de Jesús, amén.

Hebreos 3:1- 2.

¿Recuerdas la razón por la que el Gran Sanedrín, los fariseos y los saduceos, odiaban tanto a Jesús que decidieron matarlo? La razón principal fue que Él los desenmascaró por su infidelidad e hipocresía, especialmente en la observancia del sábado. Jesús fue perseguido porque no guardó el sábado a la medida de los líderes de sus días en la tierra.

Aunque Él mismo era el Señor del Sabbath, fue denunciado como «quebrantador del Sabbath», fue espiado, perseguido y rechazado, y un ladrón y asesino fue elegido en Su lugar. Fue crucificado porque no se conformó a las ideas estrechas e intolerantes del sábado que tenían los fariseos, los escribas y los doctores de la ley.

Y cuando el tiempo de angustia venga sobre nosotros, tendremos a los fariseos, escribas, sumos sacerdotes y doctores de la ley haciendo un gran revuelo, espiándonos y persiguiéndonos, y denunciando a las personas como «quebrantadores del sábado» que en realidad son guardadores del sábado, todo con la intención de silenciar sus voces y/o encarcelarlos. Aquellos que siguen a Cristo de cerca y que viven según Su ejemplo de toda la vida, según las palabras más claras de las Escrituras, experimentarán cosas similares a las de Jesús. Por lo tanto, es mejor que estudiemos la vida y el ejemplo de Jesucristo como se nos aconseja que hagamos.

Como la escritura en Hebreos nos dice, la única cosa que todos debemos hacer es considerar a Jesucristo. Todo lo que necesitas saber para tu vida lo puedes obtener considerando a Jesús en Su vida. Si quieres resistir y ser fiel, considera a Cristo Jesús quien fue fiel y toma de El la fidelidad. Debemos tomar de Él fidelidad y toda otra virtud. Él debe ser para nosotros fidelidad también, así como Él debe ser para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención. Hebreos 3:1 – 2.

«Por tanto… Considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Jesucristo, el cual fue fiel al que lo constituyó…»

Este versículo comienza con «por lo cual», es decir, por esta razón; y la otra razón se expresa en el capítulo anterior, en el versículo 17.

«Por lo cual en todo le convenía ser semejante a sus hermanos, para ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, a fin de expiar los pecados del pueblo. Porque en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.»

Debemos considerar Su fidelidad en conexión con el Sábado del Señor, y su observancia, si queremos ser fieles en guardarlo. En este sentido, cuando la Biblia habla del sábado se refiere a Cristo y a su observancia del sábado. Y cuando la Biblia habla de Cristo se refiere también a su fidelidad en la observancia del sábado. El Sábado es la propia señal del Señor de lo que Jesucristo es para los hombres; y debemos considerarlo con respecto a él, y a Su fidelidad en guardarlo.

Eso significa que consideraremos Su fidelidad en guardar el Sábado bajo persecución, y a riesgo de Su vida, y luego renunciando incluso a Su vida, antes que renunciar al Sábado del Señor. Porque fue por no guardar el sábado a gusto de los fariseos y los escribas y los doctores de la ley por lo que fue perseguido primero; y cuando persistió en su manera de guardar el sábado, es decir, la manera del Señor, a pesar de sus persecuciones, entonces fueron a matarlo. Y cuando no quiso dejarlo, lo mataron. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y lo llevó a un mundo donde puede guardar el sábado sin ser molestado, y sin «molestar» a nadie. Un día hará lo mismo con nosotros.

Cuando Jesús vino, no vino de una manera que coincidiera exactamente con las expectativas de los líderes. No vino de una manera que conviniera a los fariseos y a los escribas y a los doctores de la ley; sin embargo, no estaban seguros sino de que podría desarrollarse de una manera que les conviniera después de un tiempo. Por lo tanto, estudiaron su curso durante un tiempo considerable, sin hacer ninguna oposición positiva contra Él públicamente. De hecho, por cerca de 18 meses de Su ministerio público, estas personas estuvieron estudiándolo, y mirando para ver que se desarrollaría. Por supuesto, como Él no vino de acuerdo con sus ideas, no tendrían nada que ver con Él si no se convertía en lo que ellos pensaban. Y lo observaban para ver cómo se desarrollaba el asunto. Pero Él no hizo ninguna gran demostración de presentarse o de llamar la atención; simplemente iba tranquilamente enseñando y sanando a la gente, y haciendo el bien dondequiera que iba. No podían encontrar nada malo en ello, y no pasaría nada si al final se convertía en lo que ellos esperaban. Jesús deliberadamente escogió usar el Sábado para exponer la hipocresía de los líderes. Escuche esta declaración del Deseado de Todas las Gentes, página 176.

“Por esta razón, había escogido el sábado para realizar el acto de curación de Betesda. Podría haber sanado al enfermo en cualquier otro día de la semana; podría haberle sanado simplemente, sin pedirle que llevase su cama, pero esto no le habría dado la oportunidad que deseaba. Un propósito sabio motivaba cada acto de la vida de Cristo en la tierra. Todo lo que hacía era importante en sí mismo y por su enseñanza. Entre los afligidos del estanque, eligió el caso peor para el ejercicio de su poder sanador, y ordenó al hombre que llevase su cama a través de la ciudad a fin de publicar la gran obra que había sido realizada en él. Esto iba a levantar la cuestión de lo que era lícito hacer en sábado, y prepararía el terreno para denunciar las restricciones de los judíos acerca del día del Señor y declarar nulas sus tradiciones.”

Nuestro trabajo entonces es seguir el ejemplo de Cristo; hacer trabajo médico misionero en sábado y otras cosas en sábado que son parte del trabajo de Dios. Después de todo, Él fue fiel en todo. Cuando hacemos las cosas que Él hizo somos fieles como Él lo fue. De alguna manera el pueblo de Dios no se ha dado cuenta de eso y lo ha hecho con alguna consistencia. Han rechazado el trabajo médico misionero o lo han redefinido en algo que no es el plan de Dios. Los grandes hospitales, por ejemplo, no son el plan de Dios y no encajan con el carácter de Cristo o Su reino en su mayor parte. Ellos usan la ciencia y las cosas que las grandes farmacéuticas han creado para tratar de sanar de una manera que es diferente a la manera de Dios. Y ganan mucho dinero con ello, pero usualmente estos métodos no curan realmente, solo enmascaran el problema real. Y la iglesia institucional típicamente hoy en día se organiza a sí misma alrededor de esa manera científica, big pharma, de hacer las cosas. Y simplemente no está de acuerdo con el plan de Dios en absoluto.

Entonces, ¿de quién es el plan? Los sistemas de las sociedades médicas actuales se basan en tratar los síntomas, no la causa de la enfermedad. Y las sociedades médicas prescriben diversas preparaciones farmacéuticas que en realidad son perjudiciales para el cuerpo y conducen a la muerte prematura. Por lo tanto, son súbditos del enemigo que ha traído la muerte al planeta. Dicho esto, la sociedad médica puede hacer y hace algún bien, especialmente cuando hay una emergencia o cuando el paciente no está dispuesto o no puede aceptar la medicina natural alternativa. Pero los enormes costos de los grandes hospitales comerciales y mucha regulación por parte del gobierno respaldado por las compañías farmacéuticas, estos claramente no están en el plan de Dios para Su pueblo.

El plan de Dios es construir pequeños sanatorios en muchos lugares. Pero la iglesia institucional ha construido enormes hospitales que no viven ni representan a Cristo. Los individuos que trabajan en ellos pueden representar a Cristo, pero la tendencia general es apoyar a las grandes farmacéuticas. Cuando sirven carne y alcohol, y realizan procedimientos en el Sabbath que son innecesarios, nuestros grandes hospitales están haciendo mal y en muchos casos están quebrantando el Sabbath, y haciendo lo que Dios y nos ha dicho que no hagamos. Esto no está en armonía con Cristo. Por el contrario, está en armonía con el enemigo disfrazado en un bonito paquete.

Y para hacer todo esto han tenido que conseguir dinero para los costosos hospitales. Y para conseguir dinero, han tenido que tomar fondos del gobierno en forma de Medicare, Medicaid, subvenciones, etc., y ser inscritos para cobrar el dinero del seguro de las compañías de seguros que no entienden los sanatorios y la forma en que funcionan los sanatorios. Así que tienen que modelar su actividad médica de forma que las compañías de seguros les reembolsen. La compañía de seguros no va a reembolsar un baño de pies caliente y frío, o una ducha caliente y fría, o un baño de vapor ruso.

Pero es más que eso. Para obtener dinero de Medicare y Medicaid los hospitales tienen que estar en línea con las grandes farmacéuticas. Y tienen que usar lo que las grandes farmacéuticas les dan. Y cuando aparece una vacuna que está diseñada para poner toxinas dentro del cuerpo, el sistema hospitalario debe seguir los mandatos del gobierno o perderán sus reembolsos. Ahora están obligados a hacer lo que les dice el gobierno y la sociedad médica. Es exactamente lo contrario de lo que Dios quiere que hagan.

Pero hay más. Comienzan el proceso de intentar desacreditar a los que promueven remedios y terapias naturales. Estos líderes están siguiendo el plan del enemigo. Y lo hacen en nombre de la iglesia de Dios.

Si hubiera un intento serio de reforma, todo el mundo sabe que los hospitales que existen hoy en día irían a la quiebra. Serían cancelados, deplorados y expulsados de la sociedad médica. Y si aun así no cumplieran, probablemente serían desbancados, dados de baja. Y se derrumbarían.

También está la relación especial que tienen con la OMS (Organización Mundial de la Salud) para cooperar con ellos en proyectos de estilo de vida. Esto se ha vuelto más siniestro de lo que parece en la superficie. Porque para mantener ese estatus, tienen que aceptar cualquier cosa que la OMS promueva. Esto realmente los ha enredado muy profundamente en el sistema de Satanás y del mundo que será casi imposible extraerse de él.

La acreditación también ha enredado a las escuelas y hospitales en una red de cadenas que les hace imposible liberarse de ellas. Para mantener el flujo de dinero, tienen que acreditarse y mantenerse acreditados. La acreditación significa que tienen que atenerse a cosas que el organismo acreditador considera correctas. Les cuesta dinero por encima de lo que deberían pagar para cumplir las exigencias de la acreditación. Y si intentan hacer algo diferente y reformar las instituciones, perderán su acreditación.

Por decirlo suavemente, nuestras instituciones están enredadas sin remedio. Y la razón es porque no han seguido el ejemplo de Cristo. No han seguido Su consejo. No han obedecido sus mandatos. Han seguido su propio camino.

Cualquiera que haga las cosas como Cristo las hizo, y siga su ejemplo, está en desacuerdo con el sistema del mundo. Y aunque sean muy conciliadores con las autoridades eclesiásticas, éstas no van a apoyar generalmente su trabajo. En primer lugar, tienen demasiados otros «peces que freír». Pero en segundo lugar, un sanatorio no está en armonía con ellos y su trabajo. Ellos dan un servicio de labios para el mensaje de salud, pero no están más en armonía con él que Cristo estaba en armonía con el Sanedrín, los saduceos y fariseos de su tiempo. Y lo que empeora las cosas, las instituciones que se sostienen a sí mismas no son capaces de decir la verdad sobre la iglesia y sus líderes y su oposición a las cosas que presentan. En algunos países y en algunos lugares los restaurantes vegetarianos dirigidos por instituciones que se sostienen a sí mismas no son sancionados por los lideres. Tampoco se acepta su mensaje de vida en el campo, ni es promovido por los líderes de la iglesia. La decidida resistencia al verdadero mensaje reformista es una prueba de que el Gran Sanedrín sigue vivo y funcionando hoy en día.

Consideremos un poco más a Cristo. Cuando había transcurrido un año y medio, Su fama se había extendido por todo el país, y había atraído la atención de los fariseos, los escribas y los doctores de la ley, así como de la gente común. Para entonces había atraído su atención activa, su atención interesada y también su atención egoísta, porque mientras lo observaban en su curso, no sólo veían que no se convertía en lo que ellos esperaban, sino que, por el contrario, veían que estaba ganando influencia entre la gente de una manera que no les hacía el juego. Y a medida que avanzaba, la gente se sentía más atraída por Él. Esperaban que si no se convertía en lo que ellos querían, entonces, por supuesto, esto sería una prueba en sí misma de que Él no podía ser el Mesías y, por lo tanto, su trabajo quedaría en nada.

Entonces Jesús perdonó abiertamente los pecados. Los líderes de la iglesia pensaban que Él no tenía derecho a perdonar pecados. Y estaban muy ofendidos de que Él hiciera esto. Escuche esta historia de Lucas 5:17-19.

«Cierto día, mientras enseñaba, estaban sentados cerca de él fariseos y doctores de la ley, venidos de todas las ciudades de Galilea, de Judea y de Jerusalén. Y he aquí, unos hombres traían en una cama a un hombre que estaba paralítico; y buscaban la manera de traerlo y ponerlo delante de él. Y como no hallaban por dónde meterle, a causa de la multitud, subieron al terrado, y le hicieron descender con su camilla por el enlosado, en medio, delante de Jesús.»

Nótese que el poder de Dios estaba presente para sanarlos, incluyendo a los fariseos y a los saduceos. Entonces, ¿qué le dijo Jesús al hombre que estaba enfermo de parálisis? Mira el versículo 20.

«Al ver la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados».

El hombre había estado muy preocupado por sus pecados y su culpa. Pero ahora sentía que podía descansar porque sus pecados habían sido perdonados. Pero los escribas y fariseos lo veían de otra manera. Versículos 21-23.

«Y los escribas y los fariseos se pusieron a discutir, diciendo: ¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, respondiendo, les dijo: ¿Qué razonáis en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?»

Si los escribas hubieran seguido su propia línea de lógica, habrían tenido que reconocer que Cristo era el hijo de Dios. Y esto no estaban dispuestos a hacerlo porque Él no vino a ellos de la manera que ellos esperaban. No siguió su plan de organización o de trabajo. Él estaba en desacuerdo con lo que ellos enseñaban. Y esto no les sentó muy bien. Leamos Lucas 5:24, 25.

«Pero para que sepáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico), a ti te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. Y en seguida se levantó delante de ellos, y tomando el lecho en que estaba acostado, se fue a su casa, glorificando a Dios.»

Los líderes de la iglesia que estaban presentes y lo observaban, reaccionaron de forma negativa. Oyeron sus palabras, pero como no podían ver ni comprender el poder de su palabra, le dijo también al hombre que se levantara, tomara su camilla y se fuera a su casa. Entonces vieron que había poder divino, incluso creativo, en la palabra que pronunció. Y se deduce que había poder para perdonar pecados en la palabra de curación que había pronunciado. Y aunque esto entraba en conflicto con los fariseos y escribas, es una gran noticia para nosotros, porque a Jesús le sigue gustando perdonar los pecados. Él puede perdonar los pecados presuntuosos, los pecados repetitivos y los pecados graves. No puedes haber pecado demasiado para que Jesús te perdone si te arrepientes y conformas tu vida a Su voluntad.

Los miembros del Gran Sanedrín fueron legalmente descalificados para ser jueces de Jesús. Esto tenía varios aspectos diferentes. Primero, no debían juzgar con la expectativa de una recompensa material. Todo juez debe actuar sólo por sentido del deber. Y ningún juez debía ser amigo particular o enemigo ni del acusado ni del acusador. Bajo ninguna circunstancia un juez debía estar enemistado con la persona acusada. Un juez hebreo también debía ser modesto y de buena reputación entre sus vecinos y generalmente querido.

Así que, en esencia, la forma en que actuaba el Sanedrín en la época de Cristo, con su ansia de posición y con todo el poder y el dinero que ello conllevaba, no podían ser jueces justos en ningún juicio, y mucho menos en el juicio de Cristo. Muchos de ellos eran culpables de actos criminales tanto en la vida pública como en la privada, por lo que tenían un interés personal en el resultado del juicio de Jesús. Por lo tanto, no eran aptos para ser los jueces sobre las grandes cuestiones de la vida y la muerte.

Estos hombres eran enemigos acérrimos de Cristo y, por lo tanto, estaban descalificados para actuar como sus jueces. Habían determinado previamente su culpabilidad y lo habían sentenciado a muerte antes de que comenzara el juicio. Habían ultrajado no sólo una disposición específica de la ley hebrea, sino también un principio de justicia universal. Cualesquiera que fueran las razones de su odio hacia Jesús, que eran muchas, estaban completamente descalificados para ser sus jueces.

¿Percibe usted el mismo odio ardiente de quien denuncia hoy al «Sanedrín» por sus alianzas seculares y sus ONG, que reportan una enorme cantidad de dinero a la Iglesia, sobre todo cuando se les censura repetidamente por su hipocresía?
La condena de Jesús fue ilegal porque no se consideraron los méritos de la defensa. En cualquier juicio hay dos aspectos que son partes esenciales del caso criminal que deben ser considerados, la acusación y la defensa. Entonces, la obvia ausencia de consideración de la defensa nos lleva a la pregunta, ¿hubo un juicio real? Es imposible concebir una correcta administración de justicia cuando no se permite al acusado defenderse. El derecho a combatir las acusaciones es el principio esencial de la libertad ante la ley. Normalmente se interroga a los testigos, especialmente por parte de los defensores del acusado. El Sanedrín no condenó y pronunció juicio sobre Jesús porque malinterpretaron las pruebas en Su defensa, sino porque pronunciaron juicio sin darle defensa alguna.

Las pruebas de su condición de Mesías eran fáciles de conseguir y se podrían haber aportado muy fácilmente. Muchas de las profecías señalaban a Jesús como el Mesías. Por ejemplo, según Miqueas 5:2, Jesús nacería en Belén.

«Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre los millares de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel, cuyas salidas son desde el principio, desde la eternidad».

El Mesías había de nacer de una virgen según Isaías 7:14.

«Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel».

El Mesías debía brotar de la Casa de David según Jeremías 23:5 – 6.

«He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará Rey, y será prosperado, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este es su nombre con el cual será llamado: EL SEÑOR NUESTRA JUSTICIA.»

El Mesías no vendría hasta que el cetro se hubiera apartado de Judá según Génesis 49:10.

«No se apartará el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh; y a él se congregarán los pueblos».

Este versículo también nos dice que Él atraería al pueblo hacia Sí, algo por lo que el Sanedrín estaba bastante enojado.
El Mesías debería comenzar a predicar en Galilea según Isaías 9:1 – 2.

«Sin embargo, la oscuridad no será tal como fue en su vejación, cuando al principio afligió ligeramente a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí, y después la afligió más gravemente por el camino del mar, al otro lado del Jordán, en Galilea de las naciones. El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.»

El Mesías debería realizar muchos milagros según Isaías 35:5 – 6.

«Entonces se abrirán los ojos de los ciegos, y se destaparán los oídos de los sordos. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y la lengua del mudo cantará; porque en el desierto brotarán aguas, y arroyos en la soledad.»

El Mesías debería hacer su entrada pública en Jerusalén montado en un asno, según Zacarías 9:9.

«Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu Rey viene a ti; es justo y tiene salvación; humilde, y cabalga sobre un asno, y sobre un pollino hijo de asna.»

El Mesías sería traicionado por uno de sus seguidores por 30 piezas de plata que finalmente serían arrojadas al campo del alfarero según el Salmo 41:9 y Zacarías 11:12 – 13.

«Sí, mi amigo íntimo, en quien yo confiaba, que comía de mi pan, ha levantado su calcañar contra mí».

«Y les dije: Si os parece bien, dadme mi precio; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi precio treinta piezas de plata. Y me dijo Jehová: Échalo al alfarero; buen precio me sacaron de ellas. Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché al alfarero en la casa de Jehová.»

Y el Mesías debería ser un hombre de pobreza y de sufrimiento; y debería ser despreciado y rechazado por los hombres según Isaías 53:3.

«Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.»

Hay muchas más evidencias proféticas que podrían haber sido presentadas en Su defensa y que son demasiado numerosas para mencionarlas. Si éstas se hubieran presentado como pruebas para la defensa en el juicio de Jesús, el Sanedrín estaría moral y legalmente obligado a absolver y liberar a Jesús si creía que este testimonio era verdadero. Mediante una diligencia razonable, se podrían haber conseguido testigos que dieran testimonio de la mayoría, al menos, de los puntos que he mencionado referentes a las profecías mesiánicas. Todas se cumplieron en su orden.

Lo que Caifás debería haber hecho, en el momento de la comparecencia en su propia casa, fue informar a Jesús de que su vida estaba en juego y que ahora era el momento de presentar testimonio en su favor. Un juicio justo a plena luz del día habría presentado ante sus jueces una multitud de testigos favorables a Jesús, cuyo testimonio habría establecido un cumplimiento exacto de la antigua profecía mesiánica en su nacimiento, vida, arresto y juicio. A Jesús se le deberían haber concedido las protecciones ordinarias de la ley y el respeto a Sus derechos como ciudadano hebreo, al menos para considerar Su defensa. Pero si eso hubiera sucedido, el Sanedrín, que estaba completamente predispuesto contra Jesús y le guardaba una profunda enemistad, no habría podido conseguir una condena.

En los juicios eclesiásticos actuales se hace lo mismo. Se condena al hombre antes incluso de que haya oído las acusaciones, y ni mencionar de que presente su defensa. Normalmente, los administradores de la iglesia no quieren oír las pruebas de la defensa a plena luz del día porque sus acusaciones se desmoronarían. Y su hipocresía se hace más evidente. Trabajan en secreto a puerta cerrada para predeterminar el resultado.

La resurrección de Lázaro de entre los muertos había creado un pánico espantoso entre la oligarquía saducea. Lo discutieron y debatieron entre ellos con temor y temblor. Lejos de considerarlo como una persona oscura cuyas pretensiones eran ridículas y cuya mente estaba desequilibrada, los sacerdotes temían que todos los hombres creyeran en Él, y declararon audazmente que sus hechos y su vida podían influir en toda la nación y ser sopesados en la mente de los romanos contra la existencia de toda una nación. Se les encomendó la responsabilidad de proteger la existencia del fideicomiso nacional costase lo que costase. Es interesante que su preocupación fuera en realidad un fuerte testimonio contrario a Cristo y Su Mesianismo.

Hay cosas hoy en día que dan mucho miedo y temblor a los líderes de la iglesia. La posible respuesta masiva contra la exposición de sus alianzas gubernamentales ocultas y el dinero contaminado que han estado recibiendo, es una de esas emergencias existenciales que exige una condena inmediata y a todo volumen y la disciplina de los miembros que no permanezcan en silencio. Otra es la culpa que recae sobre ellos por las consecuencias de apoyar la vacuna COVID y los graves problemas que causó a muchos miembros. Una tercera es la exposición del abuso del manual de la iglesia al tratar de disciplinar a los miembros que no cumplen con la instrucción de guardar silencio. Hacen un gran escándalo del apoyo al liderazgo y argumentan que un individuo o ministerio que cuestiona o critica a los líderes de alguna manera no es legítimo a pesar de que las preguntas que plantean son válidas.

La tierra se está volviendo muy oscura. Pero también estaba oscura en los días de Jesús. Las falsas enseñanzas han rodeado tanto la verdad que es casi imposible entender correctamente las profecías. Escuchen esto del Deseado de Todas las Gentes, página 24.

“Al apartarse los judíos de Dios, la fe se había empañado y la esperanza casi había dejado de iluminar lo futuro. Las palabras de los profetas no eran comprendidas. Para las muchedumbres, la muerte era un horrendo misterio; más allá todo era incertidumbre y lobreguez. No era sólo el lamento de las madres de Belén, sino el clamor del inmenso corazón de la humanidad, el que llegó hasta el profeta a través de los siglos: la voz oída en Ramá, «grande lamentación, lloro y gemido: Raquel que llora sus hijos; y no quiso ser consolada, porque perecieron.» * Los hombres moraban sin consuelo en «región y sombra de muerte.» Con ansia en los ojos, esperaban la llegada del Libertador, cuando se disiparían las tinieblas, y se aclararía el misterio de lo futuro.”

En los tiempos de Cristo, como ahora, la tierra estaba oscurecida por la mala interpretación de Dios. Las falsas enseñanzas habían contaminado tanto la verdad que la gente no veía que Dios tenía en mente sus mejores intereses. Debido a que Satanás había cegado sus ojos, era muy difícil para la gente ver la luz. Necesitaban una nueva forma de pensar, una nueva forma de entender. Jesús vino a arrojar luz sobre ellos y sobre nosotros. La profecía de Isaías en el capítulo 60:2 se aplica a Jesús y a la sociedad de su tiempo, pero también se aplica a nuestros días.

«Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las gentes; mas sobre ti se levantará Jehová, y sobre ti será vista su gloria».

Todo esto es verdad también hoy. La gente está cegada por la lealtad sin sentido a los lideres de la iglesia que hace que no rindan cuentas, y hay muchas falsas enseñanzas. Pero esto no tiene que ser para cualquiera que esté dispuesto a buscar la luz, y buscar diligentemente la luz de la vida, Jesucristo, porque seguramente lo encontrarán. Mateo 4:16 nos da una gran esperanza para la oscuridad que nos rodea.

«El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; y a los asentados en región y sombra de muerte, luz les resplandeció».
Jesús hizo brillar la luz sobre las malas obras de las tinieblas. Y Él hará y está haciendo lo mismo ahora al final de los tiempos. Este versículo se está cumpliendo incluso ahora, aunque se cumplirá más completamente en un futuro cercano. Escuche estos versículos de Isaías 60:1-3.

«Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti nacerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y los gentiles vendrán a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento».

Esta es en realidad una de las mayores promesas y profecías del fin de los tiempos de la Biblia. Da valor a los que desfallecen. Está diseñada para traer esperanza a los quebrantados de corazón que miran las circunstancias que nos rodean y no ven más que oscuridad y tinieblas. Por eso necesitamos una nueva forma de pensar. Porque Cristo convertirá todas las experiencias negativas y oscuras en un medio para glorificarlo y salvarte.

Me gustaría volver sobre el juicio en el palacio de Caifás. Es uno de los acontecimientos más dramáticos y significativos del juicio ilegal de Cristo. Fue la condena pronunciada por Caifás. Leámoslo en Mateo 26:65.

«Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: Ha dicho blasfemia; ¿qué más necesidad tenemos de testigos? he aquí, ahora habéis oído su blasfemia».

El rasgarse sus vestiduras sacerdotales no sólo inhabilitó a Caifás para actuar como juez, sino que también trajo sobre su propia cabeza la misma sentencia que pretendía imponer a Jesús. El código mosaico no permitía al sumo sacerdote «descubrirse la cabeza»; y si rasgaba sus sagradas vestiduras sacerdotales, la pena era la muerte. Levítico 10:6 y 21:10 lo dejan claro.

«Y Moisés dijo a Aarón, y a Eleazar y a Itamar, sus hijos: No descubráis vuestras cabezas, ni rasguéis vuestros vestidos; no sea que muráis, y venga ira sobre todo el pueblo…»

«Y el que es sumo sacerdote entre sus hermanos, sobre cuya cabeza se derramó el aceite de la unción, y que está consagrado para vestir las vestiduras, no descubrirá su cabeza ni rasgará sus vestiduras.»

Esta era una grave ofensa para el sumo sacerdote. Pero tenía una serie de implicaciones significativas. El Deseado de Todas las Gentes, página 655.

“Rasgando su manto, a fin de que la gente pudiese ver su supuesto horror, pidió que sin más preliminares se condenase al preso por blasfemia. «¿Qué más necesidad tenemos de testigos? –dijo.– He aquí, ahora habéis oído su blasfemia. ¿Qué os parece?» Y todos le condenaron.”

En lugar de desgarrar su corazón bajo la convicción de que Cristo era el Mesías, Caifás rasgó su túnica sacerdotal. Poco se daba cuenta del profundo significado de este acto. Lo hizo para influir en los jueces y asegurar la condena de Cristo. En este acto pronunció sobre sí mismo la pena de muerte que estaba tratando de imponer a Cristo, y representó simbólicamente lo que iba a suceder a Israel espiritualmente al condenar a Jesús. Leámoslo del Deseado de Todas las Gentes página 655.

“El sumo sacerdote no debía rasgar sus vestiduras. La ley levítica lo prohibía bajo sentencia de muerte. En ninguna circunstancia, en ninguna ocasión, había de desgarrar el sacerdote sus ropas, como era, entre los judíos, costumbre hacerlo en ocasión de la muerte de amigos y deudos. Los sacerdotes no debían observar esta costumbre. Cristo había dado a Moisés órdenes expresas acerca de esto.”

El sumo sacerdote que rasgaba su manto era visto como separado de Dios. Se separaba a sí mismo de ser un representante del carácter de perfección de Dios. Ya no era aceptado por Dios como sacerdote oficiante. El Deseado de Todas las Gentes, página 656 agrega esto.

“Al rasgar sus vestiduras, Caifás anulaba la ley de Dios para seguir la tradición de los hombres. Una ley de origen humano estatuía que en caso de blasfemia un sacerdote podía desgarrar impunemente sus vestiduras por horror al pecado. Así la ley de Dios era anulada por las leyes de los hombres. Cada acción del sumo sacerdote era observada con interés por el pueblo; y Caifás pensó ostentar así su piedad para impresionar. Pero en este acto, destinado a acusar a Cristo, estaba vilipendiando a Aquel de quien Dios había dicho: «Mi nombre está en él.»* El mismo estaba cometiendo blasfemia. Estando él mismo bajo la condenación de Dios, pronunció
sentencia contra Cristo como blasfemo.”

El acto era un símbolo de la posición de la nación judía en el momento de la crucifixión de Cristo. Leamos de El Deseado de Todas las Gentes, página 656.

“Cuando Caifás rasgó sus vestiduras, su acto prefiguraba el lugar que la nación judía como nación iba a ocupar desde entonces para con Dios. El pueblo que había sido una vez favorecido por Dios se estaba separando de él, y rápidamente estaba pasando a ser desconocido por Jehová. Cuando Cristo en la cruz exclamó: «Consumado es,»* y el velo del templo se rasgó de alto a bajo, el Vigilante Santo declaró que el pueblo judío había rechazado a Aquel que era el prototipo simbolizado por todas sus figuras, la substancia de todas sus sombras. Israel se había divorciado de Dios. Bien podía Caifás rasgar entonces sus vestiduras oficiales que significaban que él aseveraba ser representante del gran Sumo Pontífice; porque ya no tendrían significado para él ni para el pueblo. Bien podía el sumo sacerdote rasgar sus vestiduras en horror por sí mismo y por la nación.”

Como se puede ver, la nación judía estaba a punto de ser completamente separada de Dios y ya no sería el pueblo elegido de Dios. Esto revela que la idea moderna de los evangélicos acerca de que Israel es el pueblo de Dios hoy en día es errónea. Caifás ya había sellado el destino de la nación israelita hace mucho tiempo. Y hoy la nación judía no tiene ventaja sobre ninguna otra. Sólo los judíos individualmente pueden aceptar a Cristo como su salvador y ser salvos. La tontería evangélica moderna se utiliza con fines de ventaja política.

Al rasgar su túnica, Caifás reveló el odio apasionado hacia Cristo que yacía bajo la dignidad del sumo sacerdote. Este nivel de animosidad se revelará de nuevo en los últimos días en el odio del pueblo de Dios por su adhesión al sábado. No se equivoque. La apariencia externa de aquellos que tienen una sonrisa en sus rostros y voces de felicitación encubren la profunda animosidad hacia el sábado. El sábado sigue siendo un tema muy importante hoy en día. Después de todo, el odio al sábado es inspirado por el enemigo de Cristo y Su símbolo de lealtad para Su pueblo. Leamos ahora de El Deseado de Todas las Gentes, página 657.

“La misma nobleza y el porte divino de Cristo lo enfurecían. Su mansedumbre, su inocencia y su majestuosa paciencia, lo llenaban de un odio satánico. Pisoteaba la misericordia y la justicia. Nunca fue tratado un criminal en forma tan inhumana como lo fue el Hijo de Dios.”

¿Crees que serás capaz de tener el mismo porte divino que tuvo Cristo ante sus jueces injustos? Puedes ser como Cristo. Pero tienes que comprometerte totalmente con Él. Piensa en acontecimientos recientes. ¿Las personas que fueron acusadas y condenadas injustamente mostraron un carácter semejante al de Cristo? Están recibiendo una práctica para la crisis real. Y estábamos recibiendo una lección sobre cómo navegar el terrible ataque de los líderes de la iglesia y otros. Realmente vimos ejemplos modernos de hombres piadosos puestos en el crisol de las acciones injustas y crueles de los líderes de la iglesia. Fue una lección impagable para nosotros. Y fue una experiencia impagable para ellos.

Oremos. Padre nuestro que estás en los cielos, hemos visto mucho en los últimos tiempos que nos ha enseñado cosas sobre lo que vendrá sobre la tierra al final de los tiempos y sobre tu pueblo. Por favor, envía a tu Espíritu Santo para que esté con nosotros y podamos reaccionar como Cristo cuando nos enfrentemos a pruebas similares. Ayúdanos, Señor, a tener éxito en la crisis que tenemos ante nosotros. Queremos salvarnos. Y estas cosas nos ayudan a comprender lo que supone una relación personal con Jesucristo que sea profunda y leal. También nos muestra que debemos superar los pecados en nuestras vidas que nos alejan de Cristo. Por favor, perdónanos por nuestra negligencia y arrogancia. Y purifícanos, te lo pedimos, en el nombre de Jesús, amén.