El Papa Francisco ha decidido otorgar la oportunidad para obtener una indulgencia plenaria debido al centenario de las llamadas apariciones de Nuestra Señora de Fátima en Portugal. El año de indulgencia comenzó el 27 de noviembre de 2016.
Hay tres maneras de obtener la indulgencia: 1) visitar el santuario en Portugal, 2) orar frente a cualquier estatua de Nuestra Señora de Fátima, o (por los enfermos o débiles) 3) orar en frente de una estatua de Nuestra Señora de Fátima y “unirse espiritualmente” a las celebraciones del jubileo el 13 de cada mes entre mayo y octubre.
La veneración de Nuestra Señora de Fátima, un título dado a la aparición de la virgen María en las visiones dadas a tres pastorcitos en 1917 en Fátima, Portugal. En el lugar se construyó una basílica y allí se ubicó una estatua de la virgen.
Los Diez Mandamientos prohíben expresamente la adoración de las imágenes: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen”. Éxodo 20:4,5.
Pero Roma va más allá de la creación y adoración de imágenes en el abuso que hace del evangelio promoviendo la mariología y mariolatría a través de Nuestra Señora de Fátima. María está en su tumba. Ella no puede ser invocada a menos que se esté invocando a un impostor, un demonio que tome su lugar.
La iglesia católica está más interesada en alabar a María que a Cristo. En esta oportunidad de indulgencias, no se hace referencia a Jesús sino sólo a María.
La venta de indulgencias fue lo que disparó la reforma luterana. Lutero se sentiría horrorizado al ver que ahora su iglesia y sus sucesores se encuentran en una alianza ecuménica con aquel que llamaba el Anticristo y que están a punto de terminar con la reforma protestante. El engaño mariano deja claro que la iglesia católica no ha cambiado desde los días de Martín Lutero. Son los luteranos, evangélicos y otros protestantes quienes han cambiado y se han acercado al catolicismo y su herejía.
“La iglesia que sostiene la Palabra de Dios está irreconciliablemente separada de Roma. Los protestantes una vez se separaron de esta gran iglesia de apostasía pero ellos se han acercado a ella, y se encuentran en el camino de la reconciliación con la iglesia de Roma. Roma nunca cambia. Sus principios no se han alterado en lo más mínimo. Ella no ha disminuido la brecha entre ella y los protestantes; son ellos los que han hecho todo el avance. ¿Qué es el protestantismo de hoy? Es el rechazo de la verdad bíblica, el cual hace que los hombres se acerquen a la infidelidad. Es una iglesia reincidente que atenúa la distancia entre sí misma y el Papado”. Signs of the Times, febrero 19, 1894.
Comments
Dennis Hollingsead
27 de diciembre de 2016 at 14:07 02Tue, 27 Dec 2016 14:07:53 +000053.It is significant that the 2nd Commandment has been removed from the Roman Catholic catechism and indoctrination documents! Interestingly, Roman Catholic translations retain the original wording (see below), which I believe God will use as a testimony against those within the church who know the truth.
The 2nd Commandment is the ONLY place in the 10 Commandments that proclaim God’s justice (promise to set things right) upon those who hate God; and His mercy to those who LOVE Him and KEEP His commandments!!!
I believe that the worshiping of images is only a symptom of the inner, mental rejection of God . Those in ignorance and without access to the truth, God will wink at, if they are TRUE seekers after Him and doing (exhibiting) His will in love and compassion to those in need around them.
[Exodus 20 Douay-Rheims 1899 American Edition]
«4 Thou shalt not make to thyself a graven thing, nor the likeness of any thing that is in heaven above, or in the earth beneath, nor of those things that are in the waters under the earth. 5 Thou shalt not adore them, nor serve them: I am the Lord thy God, mighty, jealous, visiting the iniquity of the fathers upon the children, unto the third and fourth generation of them that hate me: 6 And shewing mercy unto thousands to them that love me, and keep my commandments.»