Decadencia y caída del Imperio Romano
By Pastor Hal Mayer
Estimados amigos,
Bienvenidos una vez más al Ministerio Guardad la Fe. Es asombroso que Estados Unidos y la Commonwealth británica se enfrenten a múltiples crisis en cascada en muchos aspectos. Hoy, vamos a ver esas crisis en cascada como un todo. Podemos mirar la historia de Roma y ver que hoy suceden las mismas cosas que la derrumbaron. Cualquiera que sea el caso, la mejor manera de defenderse contra el próximo colapso de la sociedad occidental es alinearse con el cielo y ser leal a los principios que el cielo nos ha dado. Si quieres estar bajo la protección de Dios, tienes que seguir Su consejo.
Comencemos con una palabra de oración. Querido Padre celestial, en este mundo estamos a merced de fuerzas que Te son adversarias. Pero ya que Tú eres el Dios que eleva a los humildes y humilla a los orgullosos, te pedimos que nos humilles y nos protejas de los elementos pecaminosos y de la atracción de este mundo que nos destruirá si puede. Imploramos Tu misericordia. Y mientras estudiamos este tema hoy concerniente a la caída del Imperio Romano, te pedimos que impresiones nuestras mentes con donde estamos hoy. Queremos entender así que por favor danos Tu Espíritu Santo para iluminar nuestras mentes e informarnos y transformarnos para que seamos leales a Ti a través de todas las cosas por venir. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.
Vayan conmigo en sus Biblias al capítulo 4 de Daniel. Recuerdan el sueño de la imagen de Nabucodonosor. Después de que los caldeos, astrólogos, magos y adivinos fallaron en interpretar el sueño, Daniel, cuyo nombre era Beltsasar, porque el «espíritu de los dioses santos» estaba en él (Daniel 4:8, 4:9) vino al rey e interpretó el impresionante sueño. Luego, en el capítulo 4, el rey tuvo otro sueño, un sueño extraño que se aplicaba personalmente a Nabucodonosor y que los caldeos y los astrólogos y sus colegas tampoco pudieron interpretar. Entonces entró Daniel, interpretó las malas noticias y dio a Nabucodonosor un consejo clarividente. Está en el versículo 27.
«Por tanto, oh rey, sea aceptable mi consejo para ti, y quita tus pecados con justicia, y tus iniquidades haciendo misericordia con los pobres; si es que esto puede prolongar tu tranquilidad.»
A Nabucodonosor se le concedió algún tiempo para borrar sus pecados. Pero cuando Nabucodonosor, 12 meses después, habló con orgullo y se jactó de sus logros, la profecía se cumplió. Leeremos los versículos 30-32.
“habló el rey y dijo: ¿No es esta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad? Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere.”
Dios establece reinos y los derriba. Escucha las reflexiones de Daniel sobre el sueño de Nabucodonosor en el capítulo 2:20-21.
«Respondió Daniel y dijo: Bendito sea el nombre de Dios por los siglos de los siglos, porque suyo es el poder y la sabiduría: Y él cambia los tiempos y las sazones; quita reyes, y pone reyes; da sabiduría a los sabios, y ciencia a los entendidos…»
Dios todavía hace esto. Y predijo con cientos e incluso miles de años de antelación lo que iba a suceder en el futuro con una precisión que desafiaba la lógica humana. Es asombroso que la gente de hoy rechace la Biblia y la verdad de Dios para su propio daño y destrucción. La profecía cumplida es una prueba inspiradora del poder de Dios y de Su mano guiadora en los acontecimientos mundiales. Y Dios tomará medidas para que los hombres, estén en posiciones altas o bajas, sean ricos o pobres, sean justos o malvados, sepan que es Dios quien guía los asuntos de los hombres y determina el resultado. Observa lo que dijo Nabucodonosor en el capítulo 4:37.
“Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia.”
Nabucodonosor lo entendió, finalmente. Después de los siete años de vivir como un animal, fue restaurado a su trono y reconoció a Dios que gobierna en verdad. Dios lo amó y le dio la experiencia que convertiría su corazón. ¿Crees que Dios puede hacer eso a los gobernantes de hoy? Sí, si se lo permiten.
Hoy vivimos en una era de engaño y control. Los líderes políticos mienten a la gente. Los líderes económicos mienten a la gente. Los medios de comunicación mienten a la gente. Como persona común, usted no tiene oportunidad de conocer la verdad a menos que estudie las Escrituras y aplique los principios que se encuentran en ellas a su vida. Entonces y solo entonces eres libre de creer y actuar en el camino de la verdad y la justicia. Entonces y solo entonces puedes entender la profundidad de los engaños que se arremolinan a nuestro alrededor.
La Biblia nos dice que Dios levantó a Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma, y también predijo su caída y la de muchos otros en las páginas de las Escrituras. Las predicciones se cumplieron tal y como se predijeron con una exactitud asombrosa. No termina bien para aquellos que no creen en ellas. Dios es asombroso. Escucha esto de Isaías 46:9, 10. Dios nos dice que Él mismo es el Dios de la profecía.
«Acordaos de las cosas antiguas, porque yo soy Dios, y no hay otro; yo soy Dios, y no hay otro como yo, que anuncio el fin desde el principio, y desde la antigüedad las cosas que aún no se han hecho, diciendo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero…»
Dios no dice falsedades ni hace predicciones que no sucederán a menos que el pueblo cumpla las condiciones para escapar del desastre.
El Imperio Romano fue simbolizado por las piernas de hierro en la estatua que Nabucodonosor vio en su sueño en el capítulo 2. En el versículo 40 Daniel describe este Imperio Romano como de hierro.
«Y el cuarto Reino será fuerte como el hierro; porque como el hierro desmenuza y domina todas las cosas, y como el hierro que desmenuza a todos éstos, desmenuzará y quebrantará».
El poderío militar de Roma conquistó el mundo existente en aquel tiempo. Roma dominaba el mundo con fuerza y brutalidad imponentes. Parecía que no había quien la detuviera. Salía victoriosa dondequiera que fuera su ejército. Consolidó muchos pueblos y tierras en su imperio. Era como si Roma fuera invencible. Y el pueblo de Roma creía que Roma nunca sería derrocada o caería. Estaban adormecidos por la creencia en la aparente «eternidad» y superioridad de su sistema en la larga historia de éxitos militares y económicos. A pesar de las repetidas amenazas a su existencia, siempre parecían salir victoriosos.
Dios predijo y luego orquestó el ascenso de Estados Unidos. Eso se encuentra en Apocalipsis 13:11-14. No sólo eso, Él predijo la era de decepción que Estados Unidos traerá al planeta. Escuche.
“Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.”
Estamos sólo en las etapas iniciales de los engaños que Estados Unidos traerá sobre el mundo. Estados Unidos ha sido una fortaleza de verdad y libertad. Dios lo levantó para nutrir y desarrollar Su mensaje único y final al mundo, incluyendo el mensaje del santuario y el séptimo día Sábado. Satanás está tratando de destruir ese mensaje. Pero primero tiene que hacer de Estados Unidos un bastión de opresión y engaño. Entonces será libre de atacar los mensajes de los tres ángeles y todo lo que representan. Será etiquetado como «desinformación» o «mal información». Aquellos que lo proclamen serán castigados severamente. Estados Unidos se está preparando y poniendo medidas para ello ahora mismo.
Estados Unidos ha sido el líder en el desarrollo de la respuesta mundial a la pandemia, por ejemplo. Y se está presionando para etiquetar la desinformación y la mal información, aunque sea veraz. Es muy fácil ver que estas etiquetas pueden aplicarse erróneamente a la verdad. De hecho, las etiquetas pueden ser en sí mismas desinformación y mal información. Nada podría ser más malvado que desarrollar algún tipo de inyección que destruya vidas y haga a la gente propensa a la enfermedad y a la muerte antes de que tengan la oportunidad de escuchar el mensaje y llamar a la oposición al mismo «desinformación» o «mal información». Estados Unidos inesperadamente para la mayoría ha estado a la vanguardia de los engaños en desarrollo en estos últimos días. Esto es todo lo contrario de lo que Estados Unidos estaba destinada a ser.
Pero a medida que Estados Unidos decae, ella pierde credibilidad con otras potencias mundiales. Ella pensará que tiene que mostrarles que tiene poderes sobrenaturales para construir su fuerza y reputación de nuevo. Ella se aliará con el Papa de Roma y afirmará tener poder espiritual. La Biblia dice que ella tendrá poder para hacer milagros para convencer al mundo de su preeminencia.
Pero Dios también predijo que el imperio americano también caería. Cuando colabore con la Roma Papal para perseguir a los guardadores del Sábado de Dios, esa será la señal de que la caída de Pero Dios también predijo que el imperio americano también caería. Cuando colabore con la Roma Papal para perseguir a los guardadores del Sábado de Dios, esa será la señal de que la caída de Pero Dios también predijo que el imperio americano también caería. Cuando colabore con la Roma Papal para perseguir a los guardadores del Sábado de Dios, esa será la señal de que la caída de Estados Unidos está muy cerca. Siempre es mortal para cualquier nación o imperio y para la libertad religiosa colaborar con Roma. Porque Roma los exprime y drena su sangre vital económica por sus políticas y su intromisión política, porque Roma quiere aprovecharse y construirse por encima de todas las naciones a sus propias expensas. Si lo piensas, Roma ya es responsable de gran parte de la decadencia del poder y la influencia económica, cultural y social de Estados Unidos. A través del estado del bienestar, que Roma ha alimentado y cultivado; y a través de una distribución de la riqueza, Estados Unidos ha visto muy mermado su poder y su gloria.
Pero Dios predijo que el imperio americano también caería. Cuando colabore con la Roma Papal para perseguir a los guardadores del Sábado de Dios, esa será la señal de que la caída de América está muy cerca. Siempre es mortal para cualquier nación o imperio y para la libertad religiosa colaborar con Roma. Porque Roma los exprime y drena su sangre vital económica por sus políticas y su intromisión política, porque Roma quiere aprovecharse y construirse por encima de todas las naciones a sus propias expensas. Si lo piensas, Roma ya es responsable de gran parte del declive del poder y la influencia económica, cultural y social de Estados Unidos. A través del estado del bienestar, que Roma ha alimentado y cultivado; y a través de una distribución de la riqueza, América ha visto muy mermado su poder y su gloria.
La República Estadounidense también se convirtió en un imperio. No fue un imperio basado principalmente en el poder militar. Pero fue un imperio de influencia y de ideas. Estados Unidos alcanzó una influencia sin precedentes en el mundo y en las sociedades occidentales especialmente, pero sirvió también para frenar las ambiciones de otras sociedades, incluido el papado. Estados Unidos simboliza la decadencia y la podredumbre de toda sociedad occidental actual. Cabe señalar que, en su mayor parte, lo que se aplica a Estados Unidos se aplica a todo el mundo occidental.
El Imperio Romano consiguió logros militares y territoriales, pero también alcanzó una riqueza asombrosa, una arquitectura y una tecnología inigualables, un sistema jurídico digno de emular y una profunda y amplia influencia cultural (que, por cierto, obtuvo de Grecia). Estados Unidos ha hecho prácticamente lo mismo.
Pero la gran mayoría de los romanos se volvieron complacientes, despreocupados, ensimismados, distraídos y adictos al lujo, la facilidad y el entretenimiento. América ha sido líder en tecnología, arquitectura y riqueza profunda, y ha desarrollado un código legal sin precedentes. Pero también, Estados Unidos se está descomponiendo desde dentro económica, militar, cultural y moralmente. Incluso sus estructuras legales están siendo desmanteladas. La mayoría de su población está tan despreocupada como lo estaban los romanos. Son adictos al entretenimiento y al ocio; están ensimismados y distraídos por la mundanidad y el lujo.
Séneca, el famoso senador romano, predijo la caída del Imperio Romano. Nadie le hizo caso. Hoy en día, pocos están dispuestos a ver que existen las mismas condiciones en los países occidentales de todo el mundo y se niegan a pensar lo impensable: que sus países podrían ser derrocados por fuerzas hostiles, ya sean militares o económicas, sociales o culturales.
El famoso autor Edward Gibbon, en su libro La decadencia y caída del Imperio Romano, identifica cuatro causas principales que contribuyeron a la caída del Imperio Romano: la desintegración de la familia, el ansia insaciable de placer, el aumento de los impuestos y la acumulación insostenible de ejército y armamento.
Will Durant, el famoso historiador, escribió: «Una gran civilización no es conquistada desde fuera hasta que se ha destruido a sí misma por dentro».
Las cotas de poder y gloria que había alcanzado Roma eran realmente asombrosas, pero la poderosa e «inexpugnable» Roma cayó de todos modos.
Dios no predice el ascenso y la caída de naciones y reyes arbitrariamente. Él observa las decisiones de la gente, o mejor dicho, con mucha anticipación, incluso miles de años, Él ve lo que sucederá y las decisiones que se tomarán. Y Él los recompensa o castiga basándose en la rectitud o maldad de sus acciones. Estados Unidos y el Imperio Británico, o las naciones que conforman la mayor parte del mundo occidental, están en la noche de su poder debido a los pecados de su pueblo. Tenga la seguridad, Estados Unidos no va a desaparecer, hasta que ella haya cumplido la profecía de Apocalipsis 13:11-17. De hecho, mientras ella decae, ella sentirá la necesidad de ejercer más su poder, y bien promulgará medidas y leyes para oprimir a la gente y alistará espiritismo para hacer milagros para convencer al mundo que ella todavía es un poder mayor.
Así que examinemos un poco más profundamente la caída de Roma y las razones de la misma. En primer lugar, la caída de la familia.
La historia demuestra que la perdurabilidad de cualquier nación depende de la fortaleza de sus familias. La familia es la roca sólida sobre la que se erigen los cimientos de la superestructura de un país. Roma, en su apogeo, era próspera y tenía el ejército más poderoso de la tierra, pero en aquella época había perdido en gran medida a sus familias. El divorcio era moneda corriente. El libertinaje dominaba la sociedad romana.
Hoy, los matrimonios sólidos escasean. Mucha gente ni siquiera se casa. Y el matrimonio entre personas del mismo sexo es ahora legal a nivel federal en Estados Unidos y está redefiniendo la definición misma de esta institución fundamental. Cuatro de cada diez niños nacen fuera del matrimonio. Muchos más crecen en hogares negligentes. La desintegración del matrimonio es galopante. El matrimonio no se ve como una institución permanente «Hasta que la muerte nos separe». El decaimiento de la familia en la sociedad está teniendo claramente el mismo efecto devastador en nosotros que tuvo en la antigua Roma.
En la antigua Roma, a los niños se les enseñaba que es virtuoso tener un carácter honorable, una moral intachable, valores irreprochables, metas elevadas, autocontrol y lealtad. Phillip Van Ness Myers escribió en su libro «Roma: Su ascenso y caída».
«En primer lugar, en la base por así decirlo de la sociedad romana y formando su unidad última, estaba la familia… el rasgo o elemento más importante de este grupo familiar era la autoridad del padre». Roma se construyó sobre familias estables dirigidas por el padre, que era su núcleo. Él guiaba a sus hijos como ejemplo de las virtudes que debían desarrollar.
Estados Unidos también empezó así. Las familias estables y fuertes fueron la base de los primeros Estados Unidos. Y la familia, dirigida por el padre, era una empresa que cooperaba entre sí. Las virtudes que aprendían los niños eran el trabajo duro, la honradez, la lealtad y el respeto a la autoridad. Myers continúa describiendo a las familias dirigidas por el padre.
«Sería difícil sobrestimar la influencia de este grupo en la historia y el destino de Roma. Fue la cuna de al menos algunas de esas espléndidas virtudes de los primeros romanos que tanto contribuyeron a la fuerza y grandeza de Roma, y que ayudaron a darle el dominio del mundo…».
«El ejercicio de la autoridad paterna en la familia enseñó al romano tanto a mandar como a obedecer — a ejercer la autoridad con sabiduría, moderación y justicia».
Hoy en día, con tantos hogares rotos, tantos niños sin padre, ¿es de extrañar que haya tan poca obediencia y respeto, un desprecio por el trabajo duro, la deslealtad y el engaño. Las familias deben permanecer unidas y cultivar el amor si quieren seguir teniendo los beneficios de una sociedad productiva. Escucha esto de Mateo 19:4-6. Estos versículos adquieren un nuevo significado en este contexto. Jesús estaba dando la fórmula para una sociedad y una nación exitosas, así como para la familia.
«Y respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto dejará el hombre padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Por tanto, ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre».
Las familias deben aferrarse fuertemente. La República Romana alcanzó un gran poder cuando las familias estaban intactas y los padres alimentaban y educaban a sus propios hijos, aunque no tuvieran una base bíblica para el modelo familiar. Esta sostenía a la sociedad y le daba una fuerza que conducía a la riqueza y al poder. La República Estadounidense tenía una fuerte base y fundamento en la familia, al igual que la República Romana. Pero era aún más fuerte debido al fundamento bíblico que el pueblo valoraba y defendía. Pero los romanos como los Estados Unidos de hoy se volvieron menos comprometidos con la familia cuando estaban en la cima del poder. Una nueva moral matrimonial construida alrededor del divorcio y el libertinaje fue uno de los factores que contribuyeron a la larga y lenta decadencia de la nación y del imperio. Y hoy, al igual que la República Romana, Estados Unidos ha llegado al extremo de no respetar la institución matrimonial, proporcionando una base legal para alternativas e incluso perversiones.
Will Durant escribió: «Comenzó la transformación de la vida y la moral romanas perjudicando a la agricultura y ayudando al comercio; sacando a los hombres del campo y enseñándoles la violencia de la batalla y la promiscuidad del campamento…. Fue un acontecimiento fundamental para casi todas las fases de la historia romana».
A medida que el matrimonio fue perdiendo respeto, se aceptaron diversas desviaciones, como la homosexualidad y la prostitución. La maternidad también cayó en desgracia y las mujeres se devaluaron y sexualizaron. Esto provocó un deseo de independencia que dio lugar al feminismo. Los niños empezaron a considerarse una carga. César Augusto vio la tendencia y se alarmó. ¿Cómo se puede preservar la Commonwealth si no nos casamos ni tenemos hijos? preguntó al Senado. Tácito escribió: «Prevalecía la falta de hijos». El aborto e incluso el infanticidio estaban muy extendidos. Los padres se volvieron complacientes y mimaron a sus hijos hasta el punto de desangrarse económicamente para satisfacer los caros caprichos de sus retoños. A su vez, sus vástagos se convirtieron en una «generación de holgazanes y despilfarradores».
La vida cotidiana en la antigua Roma: El pueblo y la ciudad en el apogeo del Imperio, Carcopino, Jerónimo, página 79.
Daily Life in Ancient Rome by Jérôme Carcopino
¿Crees que hoy sufrimos lo mismo? ¿Te suena familiar algo de esto?
En segundo lugar, Roma estableció con el tiempo un Estado del bienestar social que creció y creció hasta que acabó por hundir la economía. La primitiva República romana se basaba en la autosuficiencia del individuo. Una de las lecciones más importantes que podemos aprender de Roma es que las personas que renuncian a su carácter virtuoso por las dádivas del gobierno no conservarán sus libertades. El gobierno que es del pueblo y para el pueblo está bajo el control del pueblo. Y el pueblo es libre. Pero si el gobierno empieza a repartir golosinas, inevitablemente crece en poder sobre ese pueblo y lo esclaviza.
Durante el apogeo de la república, Roma distribuía ocasionalmente grano subvencionado a sus clases más pobres. Durante las numerosas guerras de la República romana, muchas familias perdieron a su padre en la campaña militar. Entonces las familias se empobrecían y vendían sus tierras a senadores ricos y poderosos. Los senadores, a su vez, distribuían grano para mantener su posición política. Y siguieron comprando granjas y distribuyendo grano. La generosidad del gobierno se hizo cada vez mayor, hasta que finalmente el estado del bienestar se convirtió en un elemento institucionalizado del gobierno, allanando el camino para un dictador. En tiempos de Julio César, un tercio de la población de Roma estaba en el paro. Una serie de emperadores basaron su poder político en las enormes limosnas que hacían al pueblo, que se había vuelto adicto a ellas. Y Roma pasó gradualmente de ser una República a un imperio.
Escuche esta cita del libro de Henry Haskell, The New Deal in Old Rome: How Government in the Ancient World Tried to Deal with Modern Problems.
«Menos de un siglo después de que la República se desvaneciera en la autocracia del Imperio, el pueblo había perdido todo gusto por las instituciones democráticas… A la muerte de un emperador, el Senado debatió la cuestión de restaurar la República. Pero los comunes preferían el gobierno de un déspota extravagante que continuara con el reparto y les proporcionara [cosas] gratis. La plebe afuera clamaba por ‘un gobernante’ del mundo».
La gente se hizo dependiente del gobierno. Cuando el pueblo renunció a su autosuficiencia y espíritu emprendedor, la República Romana se convirtió en el Imperio Romano, con la generosidad del gran gobierno y la clase política hinchada. La ausencia de autosuficiencia hizo que el Imperio Romano cayera en la decadencia y la ruina. Y lo mismo está ocurriendo hoy en día. Estados Unidos estuvo una vez poblada por un pueblo libre e independiente. Eran autosuficientes e independientes. Pero como Roma, Estados Unidos es ahora un estado de bienestar con una gran población dependiente. El resultado es que se está descomponiendo desde dentro. Pudriéndose en su núcleo.
Por cierto, junto con esto, el emperador Nerón redujo la cantidad de plata en las monedas para poder acuñar más monedas con menos plata. Así, degradó la moneda y empobreció a mucha gente a través de la hiperinflación. Los sucesivos emperadores continuaron con esta práctica hasta que la moneda romana se convirtió en una moneda de bronce con una fina capa de plata.
Escucha esta cita de Michael Rostovtzeff en su libro A History of the Ancient World: Roma.
«Para coronar todas estas calamidades, los emperadores, en su necesidad de dinero, emitieron una enorme cantidad de moneda. Al no poseer suficientes metales preciosos para estas emisiones, alearon el oro con la plata, la plata con el cobre y el cobre con el plomo, degradando así la moneda y arruinando al final a hombres que antes habían sido ricos. Esta medida cortó de raíz el comercio y la industria. La ceca del gobierno en el siglo III se convirtió en una vasta fábrica de moneda base … No es de extrañar que estas condiciones provocaran una crisis social y económica de extrema gravedad.»
Todo esto se tradujo en el aumento de los impuestos hasta que llegaron a ser tan pesados que mucha gente renunció y abandonó sus tierras para evitar los impuestos. Era más fácil pasar a depender de las prestaciones del gobierno. Cada vez más, los disturbios por los impuestos afligieron entonces a Roma. Es importante señalar que la Iglesia Católica Romana aboga por que los gobiernos entreguen cada vez más dinero a los pobres. De este modo, la nación vuelve lentamente a las condiciones del sistema medieval y quiebra la nación.
Escuche lo que el profeta Amos dice en el capítulo 5 versos 11 y 12.
“Por tanto, puesto que vejáis al pobre y recibís de él carga de trigo, edificasteis casas de piedra labrada, mas no las habitaréis; plantasteis hermosas viñas, mas no beberéis el vino de ellas. Porque yo sé de vuestras muchas rebeliones, y de vuestros grandes pecados; sé que afligís al justo, y recibís cohecho, y en los tribunales hacéis perder su causa a los pobres.”
Tercero: Un gasto militar excesivo e insostenible.
La Biblia profetizó que Roma se haría grande con un ejército poderoso y formidable. Leamos Daniel 7:7.
«Después de esto vi en las visiones nocturnas, y he aquí una cuarta bestia, espantosa y terrible, y en gran manera fuerte; y tenía grandes dientes de hierro: devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus patas; y era diferente de todas las bestias que había antes de ella; y tenía diez cuernos.»
A finales del reinado de César Augusto, en el año 14 d.C., el ejército romano contaba con 250.000 hombres, formados por 25 legiones y 250 milicias. En aquella época cobraban 225 denarios al año. Esta paga se mantuvo hasta el año 81 d.C., cuando el emperador Domiciano aumentó el salario anual a 300 denarios. Los siguientes emperadores aumentaron el salario regularmente hasta alcanzar los 650 denarios. Con el tiempo, el número de legiones casi se duplicó, pasando de 33 con Severo a 64 con Constantino.
Estados Unidos está haciendo lo mismo. En los últimos 60 años, el presupuesto militar estadounidense osciló entre 100.000 y 300.000 millones de dólares. Pero desde el año 2000 ha aumentado a más de 770 mil millones de dólares. Escuchen esto de Scientific American.
«Según la propia contabilidad del Departamento de Defensa, los contribuyentes gastaron 13,34 billones de dólares en el ejército estadounidense desde el año 2000 hasta el año fiscal 2019 en dólares de 2020 ajustados a la inflación. Si a eso le añadimos otros 3,18 billones para la Administración de Veteranos, el promedio anual asciende a la friolera de 826.000 millones de dólares.»
It’s Time to Rein in Inflated Military Budgets
Es mucho dinero para mantener el ejército y sus servicios. Es más que cualquier otra nación del mundo. Pero los Estados Unidos no han ganado una sola guerra durante este tiempo. La Biblia profetiza lo que les sucede a las naciones que se vuelven orgullosas. En Levítico 26:19, 20 leemos,
«Y quebrantaré la soberbia de tu poder; y pondré tu cielo como hierro, y tu tierra como bronce: Y vuestra fuerza se gastará en vano; porque vuestra tierra no dará su fruto, ni los árboles de la tierra darán su fruto.»
¿Cree usted que Estados Unidos se arruinará a sí mismo aumentando el gasto militar, así como otros tipos de gasto? El abultado presupuesto militar de Roma causaba ineficacia y desmoralización entre las filas de los soldados. Los emperadores tenían que sobornar a los soldados y mimarlos. Escuchen esto del libro del mariscal de campo Bernard Montgomery, A History of Warfare.
«Para mantener su poder, cada emperador en el siglo III tuvo que sobornar y mimar a los soldados… En los 60 años que siguieron a la muerte de Cómodo, no menos de 21 emperadores ascendieron y cayeron. Fue un periodo de anarquía y miseria, durante el cual el ejército aterrorizó la vida civil del imperio al tiempo que se desmoralizaba y se volvía ineficaz, y la seguridad de las fronteras se perdió para siempre. Una inflación desastrosa fue causada en gran parte por los continuos aumentos de sueldo que los emperadores tenían que dar al ejército si querían conservar sus tronos».
Detrás del ejército estaba la guardia pretoriana. Estos eran los guardaespaldas personales del emperador. Y ellos gestionaban el ascenso al poder. Por lo tanto, estaban en posición de entregar el imperio al mejor postor. Y quien les ofrecía los mayores incentivos financieros se convertía en emperador.
Roma estaba plagada de políticos, y el liderazgo político se volvió débil e insípido. La Biblia profetiza que esto les sucederá a las naciones que alguna vez fueron grandes. Leamos Isaías 3:1-5.
«Porque he aquí que el Señor, el SEÑOR de los ejércitos, quita de Jerusalén y de Judá el establo y el báculo, todo el establo de pan y todo el establo de agua, el valiente y el hombre de guerra, el juez y el profeta, el prudente y el anciano, el capitán de cincuenta, el hombre honorable, el consejero, el artífice astuto y el orador elocuente. Y daré niños para que sean sus príncipes, y niños de pecho gobernarán sobre ellos. Y el pueblo será oprimido, cada uno por otro, y cada uno por su vecino: el niño se comportará orgullosamente contra el anciano, y el vil contra el honorable.»
Cuarto: La insaciable demanda de placer y ocio.
William Stearns Davis escribió que la Pax Romana (o el largo período de paz romana), «Hizo posible el mayor lujo, la vida comercial más activa que el mundo haya visto jamás.»
Esto alimentó entretenimientos de todo tipo. El ansia de entretenimiento y diversión del público superó a cualquier imperio anterior y quizá sólo se iguale en la era moderna. Los romanos fueron una sociedad basada en la ambición, la industria, la virtud, la disciplina y el deber. Pero se obsesionaron con la diversión, y comenzó el declive y la caída de la «ciudad eterna».
La despreocupación, la excesiva autoindulgencia, el egoísmo y el hedonismo, mientras los mayores problemas exigían el mayor esfuerzo y sacrificio, pusieron a Roma en la senda de la decadencia y aseguraron su caída tarde o temprano. La sociedad decadente fue la precursora de la perdición.
La opulencia de Roma era suicida. El entretenimiento era barato. Y había en abundancia. Will Durant escribió lo siguiente.
«Recitaciones, conferencias, conciertos, mimos, obras de teatro, concursos atléticos, luchas por premios, carreras de caballos, carreras de cuadrigas, combates mortales de hombres contra hombres o bestias, batallas navales en lagos artificiales… nunca una ciudad estuvo tan generosamente entretenida».
La historia de la civilización, vol. 3, César y Cristo.
Edward Gibbon escribió sobre las voluminosas fiestas de Roma dedicadas a juegos, obras de teatro y otras diversiones en The Decline and Fall of the Roman Empire.
«Desde la mañana hasta el atardecer, sin importarles el sol o la lluvia, los espectadores, que a veces alcanzaban los 400.000 [la capacidad del Circo Máximo de Roma], permanecían atentos; sus ojos fijos en los caballos y aurigas, sus mentes agitadas por la esperanza y el temor del éxito de los colores que abrazaban; y la felicidad de Roma parecía depender del evento de una carrera».
Los romanos eran fanáticos de los juegos. Y del mismo modo las sociedades occidentales tienen hoy todo tipo de deportes, desde el fútbol hasta el fútbol americano, desde el baloncesto hasta el cricket, estamos locos por los juegos y un gran número de nosotros nos damos el gusto de verlos. Por ejemplo, el partido de la NFL entre Dallas y Nueva York del Día de Acción de Gracias fue visto por 138 millones de espectadores. Es decir, 12 millones más que el récord anterior, establecido en 2016. Fue el partido de la NFL más visto de la historia.
Los jóvenes están obsesionados con el entretenimiento. Netflix tiene 213 millones de suscriptores, Amazon Prime tiene 175 millones, Disney+ tiene 118 millones, y otros servicios tienen una cuota adicional. La gente consume entretenimiento para toda la vida cada día. Los videojuegos ahora pueden tener espectadores y los consumidores gastaron 44.000 millones de dólares en software de juegos en 2021.
El apetito romano por aumentar la violencia provocó mucho entusiasmo por los gladiadores. Y muchos espectáculos públicos incluían animales salvajes que mataban a hombres y mujeres condenados a muerte por diversos delitos, incluso por ser cristianos. Pero a los condenados les esperaban medios de ejecución aún más crueles y sádicos. Rodney Stark, en su libro How the West Won, escribió: «Además de dar de comer a los animales salvajes, la gente era ejecutada en las arenas de diversas formas sádicas: flagelación, quema, desollamiento, empalamiento, desmembramiento e incluso crucifixión».
Pero estas diversiones no sólo entretenían a la gente. Influyeron en la moral pública. Will Durant escribió: «Los juegos del circo y del anfiteatro absorben el interés y embrutecen el gusto del público».
El lujo, la autoindulgencia y la extravagancia llevaron a la propagación de la inmoralidad, la perversión y la lujuria por el sexo y la violencia. Phillip van Ness Myers en su libro Roma: It’s Rise and Fall escribió: «Casi desde el principio el escenario romano fue grosero e inmoral. Fue uno de los principales organismos a los que debe atribuirse el socavamiento de la originalmente sólida vida moral de la sociedad romana.»
Lo mismo hoy, con Hollywood la violencia es notoria, la brutalidad simulada está por todas partes en la «pantalla de plata». Y la gente quiere verla de cerca y con espectacular detalle y realismo. Así que la pantalla de cine se presenta de esa manera. Los videojuegos que suelen incluir violencia involucran a casi el 100% de los jóvenes y también a muchos adultos. Muchos de ellos son nada menos que gladiadores que se matan unos a otros con actos ultraviolentos y espeluznantes de caos y asesinato. No aprenden más que a despreciar la vida y la dignidad humanas.
Cuando la opulencia domina una sociedad, su gente sacrifica su carácter moral y se instala la corrupción, la podredumbre y la decadencia social. Tal vez sea la manera que tiene Dios de tratar con una nación o un imperio cuando ha llegado a extremos de extravagancia e inmoralidad. Al igual que Sodoma y Gomorra, Dios tiene que eliminarlos de la humanidad para que su veneno no se extienda más allá de sus propias fronteras.
La adicción de Estados Unidos al entretenimiento, la violencia y la inmoralidad es uno de los factores que está amenazando a América y a las sociedades occidentales, ellos harán lo impensable. Llamarán al mal bien y al bien mal. Y la mayoría de los estadounidenses y, para el caso, la mayoría de las personas que viven en las sociedades occidentales no pueden molestarse en intentar arreglarlo.
La decadencia de Estados Unidos se debe en parte a la fijación con el entretenimiento, incluyendo la violencia y el sexo. Estamos viviendo en el fin de los tiempos y la siguiente escritura es especialmente pertinente. 2ª Timoteo 3:1-5 dice: «Sabed también esto, que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, transgresores, acusadores falsos, incontinentes, fieros, despreciadores de los que son buenos, traidores, embriagadores, altaneros, amadores de los placeres más que de Dios; teniendo apariencia de piedad, pero negando la eficacia de ella; de tales cosas apártate».
Amigos, los días de gloria de Estados Unidos han terminado. Estados Unidos y el resto del mundo occidental está en una espiral de muerte infligiéndose heridas a sí misma y decayendo en su núcleo. Mucha gente no lo nota y piensa que Estados Unidos puede volver a la normalidad y que los buenos viejos tiempos pueden continuar. Pero no pueden. De hecho, Estados Unidos se ha vuelto complaciente y la gente en el poder, especialmente, no tiene el carácter necesario para hacer las cosas bien de nuevo. Y a la mayoría de la gente no le importa porque está sumergida en adicciones y escapismo.
Tu carácter puede ser diferente. Puede ser una luz y fortaleza para la comunidad que te rodea para que cuando el Espíritu Santo sea derramado en la lluvia tardía estés en posición de guiar a muchos de ellos al Salvador. Si dejas que Cristo remodele tu carácter, lo hará tan atractivo y puro que la gente se asombrará y querrá saber cómo lo conseguiste. Y podrás decirles que una relación con Cristo es la única solución para escapar de la vorágine que se avecina.
Oremos. Padre nuestro que estás en los cielos, vemos la decadencia que se está produciendo a nuestro alrededor en todos los ámbitos. Aunque mucha gente es cínica y a la mayoría le da igual mientras se alimente, se vista, tenga un techo y se entretenga, Tú estás preparando a tu pueblo para que se levante y brille en un momento de gran oscuridad. Por favor, santifica nuestros caracteres y prepáranos para dar el último mensaje de advertencia bajo el poder del último reino. Perdona nuestros pecados y lávanos en la sangre del cordero para que seamos hechos justos con el cielo y estemos listos para los eventos cataclísmicos que están a punto de caer sobre este mundo. Envía tu Espíritu Santo para que esté con nosotros hoy y todos los días, te lo pedimos, en el nombre de Jesús, amén.