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Violencia en Charlottesville

El caos y la violencia se desataron en Charlottesville, Virginia cuando el sábado cientos de supremacistas blancos, neo-Nazis y miembros del Ku Klux Klan se dieron cita en lo que ellos describieron como el encuentro más grande en décadas para “hacer Estados Unidos grande otra vez”. Los opositores se enfrentaron a ellos en las calles, generando violencia y dejando muerta una mujer de 32 años de edad y otras 19 personas heridas cuando un carro deliberadamente se abalanzó contra una multitud de personas.

Un video grabado en el momento, muestra como un Dodge Challenger del 2010 acelera para embestir a las personas que iban por una calle peatonal, haciendo que los cuerpos salieran volando. Luego hace reversa a una alta velocidad golpeando aún a más personas. Los testigos dicen que la calle estaba llena de personas que se oponían a los supremacistas blancos que habían llegado al pueblo portando banderas de la Confederación y mensajes antisemitas.

Horas después, dos policías estatales murieron cuando su helicóptero se estrelló en las afueras del pueblo. La policía estatal dijo que su helicóptero Bell 407 estaba patrullando los disturbios en Charlottesville.

El gobernador Terry McAuliffe (Demócrata), declaró el estado de emergencia y dijo en la noche durante una conferencia de prensa que tenía un mensaje para “todos los supremacistas blancos y Nazis que vinieron hoy a Charlottesville: Váyanse a casa. No son bienvenidos en esta comunidad”.

Maurice Jones, el administrador de la ciudad, lucía afligido mientras hablaba. “El odio ha venido hoy a nuestra ciudad de una forma que habíamos temido pero que jamás nos habíamos imaginado”, expresó.

“Me siento con el corazón roto al saber que se ha perdido una vida aquí”, dijo en Twitter el alcalde de Charlottesville, Michael Signer (Demócrata). “Le ruego a las personas de buena voluntad que se vayan a sus casas”.

Durante una reunión de emergencia el sábado en la noche, el Consejo de la Ciudad de Charlottesville votó unánimemente para darle a la policía el poder de suspender la constitución y promulgar un toque de queda para restringir cualquier tipo de reunión a fin de proteger la seguridad pública.

El conductor del Challenger, James Alex Fields Jr., de veinte años de edad y residente en Ohio fue arrestado y acusado de haber cometido asesinato en segundo grado, de haber herido a tres personas y no haberse detenido tras el atropello, informó la policía. Él se encuentra detenido sin derecho a fianza y fue programado para ser enjuiciado el siguiente lunes. Hay otros tres hombres arrestados en conexión con la violencia ocurrida horas antes ese día.

La oficina del FBI en Richmond y la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos en el Distrito de Virginia informaron que han abierto una investigación de derechos civiles por el accidente mortal perpetrado con un auto.

“La violencia y las muertes en Charlottesville golpean el corazón de la ley y la justicia estadounidense”, expresó en una declaración el Fiscal General de la Nación, Jeff Sessions. “Cuando tales acciones surgen de la intolerancia racial y el odio, se traiciona nuestro núcleo de valores y no puede ser tolerado”.

Angela Taylor, vocera del Centro Médico de la Universidad de Virginia, dijo que 19 personas fueron llevadas al hospital al inicio de la tarde tras la embestida del carro contra las personas del centro comercial peatonal. Cinco de ellas estaban en condición crítica para la noche del sábado. Las otras 14 fueron heridas durante la conmoción en las calles, informaron los oficiales de la ciudad.

Antes, la policía había evacuado un parque en el centro de la ciudad debido a que los participantes de la marcha y los contra protestantes intercambiaron golpes, lanzaron botellas e irritantes químicos. Esto causó que el evento del medio día fuese cancelado antes de que oficialmente iniciara.

A pesar de la decisión de cancelar la marcha, los choques siguieron presentándose en las calles aledañas y en el centro de la ciudad. A inicios de la tarde, en el centro comercial peatonal entre las calles Water y Fourth, un carro Challenger arrolló a un grupo de contra protestantes y chocó otros dos carros. Los espectadores salieron corriendo y gritando.

Los líderes electos de Virginia y otros lugares instaron a la paz y calificaron las muestras de supremacía blanca en Charlottesville como horribles.

El antiguo líder del Ku Klux Klan, David Duke, seguidor de Trump estuvo en Charlottesville ese sábado. Rápidamente hizo la siguiente declaración: “Le recomiendo que mire bien el espejo y recuerde que fueron los estadounidenses blancos quienes lo pusieron en la presidencia y no los de la izquierda radical”, escribió.

Un periodista en New Jersey le preguntó a Trump si él quería el apoyo de los nacionalistas blancos, docenas de ellos llevaban gorras rojas con el lema Hagamos Estados Unidos Grande Otra Vez durante las manifestaciones en Charlottesville pero no respondió.

A pesar de que las multitudes comenzaron a desaparecer en la tarde del sábado, el pueblo aún permanecía intranquilo y en caos. Los espectadores estaban profundamente impactados por las escenas del centro comercial peatonal donde las ambulancias llegaron a atender los heridos dejados por el carro.

Chan Williams, de 22 años, se encontraba entre los contra protestantes en la calle cantando “La vida de las personas de color importan” y “¿De quién son las calles? ¡Nuestras son!”. Los manifestantes bloquearon el tráfico pero Williams dijo que los conductores no estaban molestos. Cuando ella escuchó que aceleraba el motor de un carro y vio a las personas que estaban delante de ellas esquivando un vehículo en movimiento, no supo qué pensar. “Vi cuando el carro golpeó a las personas y como los mandaba por el aire”, expresó. “Tratamos de aferrarnos a las personas más cercanas y buscar refugio”.

Williams y su amigo George Halliday se refugiaron en una tienda que tenía su puerta abierta y llamaron a sus madres. Una hora después, los dos estaban visiblemente afectados. “Solo veía zapatos en el camino”, dijo Halliday de 20 años. “Todo sucedió en dos segundos”.

El objetivo de la marcha denominada Uniendo la Derecha tenía el objetivo de protestar contra el plan para remover una estatua del General Confederado Robert E. Lee. La ciudad de Charlottesville había tomado esta decisión por votación hace algún tiempo atrás este año pero aún esta estatua permanece en el Parque de la Emancipación, anteriormente conocido como el Parque Lee a la espera de la decisión de un juez a finales de este mes. Ellos fueron confrontados por los opositores en la base de la estatua de Thomas Jefferson, fundador de la universidad. Un contra protestante aparentemente disparó un atomizador químico, el cual hizo que una docena de los manifestantes tuvieran que buscar asistencia médica.

En la mañana del sábado, hubo personas vestidas con trajes de combate, incluso algunos portando cascos de bicicleta o moto, armados con bates, palos y escudos improvisados. Hubo enfrentamientos de unos contra otros con aparente poca intervención de la policía. Ambos lados usaron irritantes químicos y lanzaron botellas plásticas al aire.

Un gran contingente de la policía de Charlottesville y policías estatales con trajes antidisturbios estaban ubicados en calles laterales y en barricadas cercanas pero no hicieron nada para romper el tumulto hasta alrededor de las 11:40 am. Empleando megáfonos, la policía declaró que la marcha era ilegal y que tendrían cinco minutos para abandonar el Parque Emancipación.

A inicios de la tarde, cientos de los convocados se reunieron en un parque más grande a unas dos millas hacia el norte. Duke, hablando a la multitud, dijo que los americanos europeos están “étnicamente erradicados de su propia nación” e hizo un llamado para denominar los eventos del sábado como “el primer paso hacia la recuperación de Estados Unidos”. El líder nacionalista blanco, Richard Spencer también se dirigió al grupo y urgió a las personas para que se dispersaran. No sin antes prometerles que regresarían para una futura demostración, culpando a los contra protestantes por la violencia. En una entrevista, Spencer dijo que estaba “muy indignado porque la policía había dicho que su marcha era ilegal”.

“Yo nunca antes había pensado que se me limitaría en mi propio país y se me privaría de mi libertad de expresión”, afirmó. «Estábamos reunidos legal y pacíficamente. Vinimos en son de paz pero el estado nos limitó». Dijo que los contra manifestantes habían atacado a los convocados a la reunión pero también reconoció que «tal vez alguien de nuestro lado podría haber lanzado el primer golpe. Tal vez eso pasó. Obviamente no vi todo».

A las 11 de la mañana, varias milicias totalmente armadas y cientos de convocados estaban ubicados en el pequeño parque del centro que iba a ser el sitio de la marcha.

Los contra manifestantes sostenían carteles y pancartas expresando que «La Vida de los Negros Importa», apoyo a la igualdad y al amor. Por su parte los convocados portaban banderas confederadas y carteles que decían «Los Goyim saben» refiriéndose a las personas no judías y que “los medios de comunicación judíos están perdiendo”.

«¡No Trump! ¡No KKK! ¡No queremos unos Estados Unidos fascistas!», gritaban los manifestantes. Michael Von Koch, residente de Pennsylvania y quien se ha autodenominado como Nazi expresó que la manifestación lo hizo sentirse “orgulloso de ser blanco”. Dijo que hace mucho tiempo que tiene ideas supremacistas blancas y que la elección de Trump le ha “fortalecido” a él y a los miembros de su propio grupo Nazi. “Nos hemos reunido para defender nuestra historia, nuestra herencia y para proteger nuestra raza hasta el último hombre”, expresó Von Koch. Él llevaba un casco protector, un escudo de madera y un palo partido de piscina. “Vinimos hasta aquí para defender nuestra raza blanca”.

Naudi Cook, de 23 años, de tez morena, dijo que ella participó de los contra protestantes para “apoyar a su gente” pero que nunca había visto algo así antes. Cuando comenzaron las primeras manifestaciones de violencia, ella comenzó a temblar y se le puso la piel de gallina.

“Vi personas con gas lacrimógeno en su cara y ropa. Estaba en medio de las peleas”, afirmó. “Yo no quería ser la próxima”. Cook dijo que ella no podía quedarse sentada viendo como los nacionalistas blancos llegaban a su ciudad. Ella dijo que tenía una hija de tres años de edad por la cual luchar. “Ahora mismo, no estoy triste”, una vez que se dispersó la protesta. “Me siento con un poco de más poder con el apoyo de todas estas personas. Siento que estamos en la cima gracias al apoyo que hemos recibido”.

Estados Unidos está al borde de una guerra civil.

“Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia”. Génesis 6:11. “Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre”. Lucas 17:26.


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