El Vaticano ha expresado su apoyo al cuidado de la salud mundial. «La delegación de la Santa Sede celebra el énfasis vital en la dignidad de la persona humana y el fuerte enfoque en la equidad expresado en la promesa de que ‘nadie se quede atrás'», dijo el obispo Jean-Marie Mupendawatu.
El obispo encabezó la delegación de la Santa Sede ante la Asamblea Mundial de la Salud ofrecida por la Organización Mundial de la Salud y celebrada en Ginebra entre el 23 y el 28 de Mayo.
En la asamblea se revisó la Agenda 2030 para un Desarrollo Sostenible, la cual es un plan globalista que busca traer a las naciones bajo el control de la ONU. El programa consta de 17 objetivos y 169 metas asociadas, las cuales fueron adoptadas por la Cumbre de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
«Los ambiciosos objetivos de la agenda abarcan hasta el año 2030 e incluyen la eliminación de la pobreza y el hambre. Al mismo tiempo también proporcionar una atención universal de la salud y la educación, la igualdad de género, el agua potable y el saneamiento, acceso a la energía, el crecimiento económico y el empleo, la seguridad, la sostenibilidad y la conservación».
El obispo alabó el objetivo de garantizar la salud y el bienestar de las personas de todas las edades. Hizo énfasis en que el objetivo clave de la agenda es una atención universal de la salud.
«Atención universal de la salud» es el término utilizado para describir un sistema de salud global, cuyos objetivos proporcionen asistencia sanitaria en la tradición liberal y en armonía con otros objetivos del desarrollo sostenible, tales como la igualdad de género.
«El obispo Mupendawatu dijo que la Santa Sede quiso reiterar el compromiso de las instituciones sanitarias católicas para poner fin a la epidemia del SIDA, la tuberculosis y la malaria, así como la enfermedad tropical y otras enfermedades contagiosas».
El Vaticano tiene como objetivo ser un líder mundial en la promoción y prestación de servicios de salud. Al lograrlo, podría recorrer el largo camino que hará de la Santa Sede, la maravilla del mundo y le ayudará a «sentarse como una reina».
El obispo también mencionó el cambio climático y señaló que todavía hay mucho trabajo por hacer para poder «llegar a acuerdos globales verdaderamente significativos y eficaces sobre el medio ambiente.» «Él criticó los obstáculos para llegar a un acuerdo global como aquellos países que ‘colocan primero sus intereses nacionales por encima del bien común global’”.
La idea de soluciones a nivel mundial no es una novedad para el Vaticano. De hecho, la globalización es un programa del Vaticano, y los temas del medio ambiente y el cuidado de la salud son medios para ayudar a consolidarla. La encíclica del Papa «Laudato Si,» es uno de esos intentos. Es propio de la naturaleza profética del Vaticano, que éste aspire tener una influencia y poder globales de modo que un día pueda sugerir y guiar las leyes de adoración a nivel mundial.
«Un consenso global es esencial para poder hacerle frente a los problemas más profundos, los cuales no pueden ser resueltos por mecanismos unilaterales de cada país de manera individual», escribió el Papa en Laudato Si.
El obispo Mupendawatu también dijo que había varios eventos relevantes para la salud mundial patrocinados por el Vaticano. Su interés en la salud global es clave para convertirse en la reina del mundo.
«…Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto”. Apocalipsis 18: 7.