El pasado 18 de febrero y por primera vez en la historia, el Vaticano invitó a un grupo de homosexuales y lesbianas católicos de los Estados Unidos para que ocuparan los asientos VIP durante la audiencia general que ofrece semanalmente el Papa Francisco. Aunque el grupo del ministerio New Ways sólo fue reconocido como un «grupo de laicos acompañado por una hermana de Loreto», la invitación fue percibida como una acción acorde con la actitud de acogida que ha tenido el Papa hacia los católicos marginados.
En 1999, cuando Benedicto XVI era el Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, le prohibió al Ministerio New Ways que atendiera a los homosexuales porque tal ministerio «no se adhería lo suficiente a las enseñanzas de la Iglesia sobre la ‘maldad intrínseca’ de los actos homosexuales».
«Para mí, esto es un ejemplo de la clase de disposición que tiene [el Papa Francisco] para acoger a los marginados de la Iglesia y traerlos de regreso al centro de la misma», dijo el reverendo Robert Nugent, uno de los co-fundadores del ministerio.
El Vaticano está ideando maneras de llevar a todos a su redil.
«Y la adoraron todos los moradores de la tierra». Apocalipsis 13: 8.
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