El Papa Francisco desafiará directamente la «idea americana» de los derechos dados por Dios en la Declaración de Independencia, dice Jeffrey Sachs, máximo asesor del Vaticano. Sachs es también asesor especial de las Naciones Unidas y director del Earth Institute de la Universidad de Columbia.
Sus comentarios fueron reproducidos en la publicación jesuita, América. Burlándose de los Estados Unidos afirmó que es «una sociedad esclava» de la anticuada idea de los derechos inalienables a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Además dijo que el Papa Francisco instará a que «el camino de la felicidad no reside exclusiva o principalmente a través de la defensa de los derechos, sino mediante el ejercicio de las virtudes, sobre todo de la justicia y la caridad.» Sachs y el Vaticano están colaborando en una campaña mundial para aumentar la potencia de las organizaciones y movimientos globales.
Sachs sabe que la Declaración de Independencia y la Constitución de Estados Unidos obstaculizan el camino de los globalistas para alcanzar su objetivo: una sociedad global en la cual todo el mundo viva de acuerdo a las normas y el desarrollo internacionales. Él cree que «los derechos individuales deben sacrificarse por el bien común», una típica mantra católica romana. No hay duda que la Constitución de Estados Unidos, la cual contiene esos derechos en las primeras diez enmiendas, se interpone en el camino del nuevo orden mundial global. No es de extrañar que la Constitución se encuentre bajo el ataque de hombres y mujeres como Sachs.
El cambio climático está siendo utilizando para justificar la eliminación radical de los principios que han hecho que las naciones occidentales sean libres y prósperas. El Vaticano está tratando de encontrar una manera de promover su propia agenda para establecerse como la voz moral para guiar las naciones. El cambio climático es una oportunidad ideal para afirmarse. Sin duda, el Papa Francisco lo está haciendo a través de su próxima encíclica sobre el clima y los pobres. El Vaticano en sí es una organización globalista. La colaboración con respecto al cambio climático es una manera de conseguir que las personas secularistas y ateas, tanto como las religiosas de todo tipo, se unan con el Vaticano en un tema global y promuevan sus objetivos.
Sachs fue uno de los oradores de una cumbre realizada en el Vaticano, el pasado 28 de abril de 2015, sobre el cambio climático. Dijo que estaba «emocionado» de estar en el Vaticano «debatiendo sobre las dimensiones morales del cambio climático y el desarrollo sostenible.» Él planea lanzar «Objetivos de Desarrollo Sostenible», según lo previsto por una organización que dirige la cual se llama Red de Desarrollo de Soluciones Sostenibles.
La Voz de la Familia, un grupo pro-vida y pro-familia que representa organizaciones católicas de todo el mundo expresa que los «Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)» de la red contiene «disposiciones que son radicalmente antagónicas al derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, a los derechos y la dignidad de la familia y los derechos de los padres de ser los primeros educadores de sus hijos».
Sachs dice que en septiembre, el Papa hará un llamado al mundo ante las Naciones Unidas para que se unan en la «cruzada» para un Nuevo Orden Mundial. En julio, la ONU patrocinará una conferencia sobre la «Financiación para el Desarrollo» en la cual se presentarán diversas propuestas fiscales; y en diciembre, habrá una conferencia en París para completar un nuevo acuerdo sobre el cambio climático. Tengan en cuenta la rapidez con que este tema se está moviendo bajo la dirección y promoción del Vaticano.
«El 25 de septiembre», escribió Sachs, «el Papa Francisco hablará con los líderes mundiales, probablemente el mayor número de líderes de Estado y de Gobierno en la historia, mientras deliberan para adoptar nuevos objetivos de desarrollo sostenible… con el objetivo de armonizar la búsqueda de la prosperidad económica con los compromisos de inclusión social y la sostenibilidad ambiental».
Este es el lenguaje de un gobierno mundial que centraliza la planificación, elimina los derechos individuales y exige sumisión a los objetivos globalistas. Nótese que el Vaticano se ha colocado a sí mismo en el centro de esto.
Sachs expresa que las enseñanzas del evangelio de la humildad, el amor y la justicia, “así como las enseñanzas de Aristóteles, Buda y Confucio», nos pueden llevar por un «camino hacia la felicidad a través de la compasión» y «convertirse en nuestras guías para llevarnos de regreso a la seguridad».
Con el fin de juntar a personas de distintas religiones que ayuden al establecimiento de un gobierno mundial, el Papa Francisco y el Vaticano ponen una cara religiosa bajo la excusa del cambio climático.
«Y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia”. Apocalipsis 13: 3.
Source Reference
- A Call to Virtue [4]