The Conservative Woman, por Neville Hodgkinson: EUROPA y gran parte del mundo occidental están convulsionados porque la gente sale a la calle por Covid. Los medios de comunicación dominantes describen estas protestas como una respuesta a los mandatos de vacunación y otras pérdidas de libertad. Sin embargo, esto está lejos de ser la historia completa.
También están impulsadas por una profunda pérdida de confianza en la calidad de la ciencia que respalda la campaña de vacunación. Numerosas advertencias sobre los peligros de las vacunas (ver por ejemplo aquí, aquí, aquí, aquí y aquí) y de las muertes y lesiones asociadas a ellas, han quedado sin examinar y sin informar.
La última alerta roja sobre los peligros proviene del Dr. Steven Gundry, un renombrado cirujano cardíaco estadounidense, ahora director médico del Instituto Internacional del Corazón y los Pulmones en Palm Springs, California.
Durante los últimos ocho años, su grupo ha controlado la salud del corazón de los pacientes mediante una prueba clínicamente validada que predice su riesgo de sufrir un síndrome coronario agudo (SCA), como un infarto o una angina de pecho, en los cinco años siguientes.
El SCA se define como una serie de afecciones asociadas a la pérdida repentina de flujo sanguíneo al corazón, a menudo causada por la rotura de un trozo de placa de la pared de un vaso sanguíneo o la formación de un coágulo de sangre en las arterias del corazón.
La prueba, denominada PULS (Protein Unstable Lesion Signature), da una puntuación basada en los cambios respecto a la norma de nueve biomarcadores proteicos, todos ellos relacionados con lo que ocurre en el tejido del corazón y las paredes de los vasos sanguíneos (epitelio).
Cuando la puntuación sube, es una señal para los médicos y los pacientes de la necesidad de tomar medidas correctivas. Cuando está por debajo de la norma, significa que el riesgo a cinco años es bajo.
En un resumen presentado en una reunión de la Asociación Americana del Corazón, publicado este mes en la revista Circulation de la asociación, Gundry informa de que «los cambios drásticos en la puntuación PULS se hicieron evidentes en la mayoría de los pacientes» tras las inyecciones de Covid de Pfizer y Moderna.
La prueba se llevó a cabo en 566 pacientes, de entre 28 y 97 años, entre dos y diez semanas después de su segunda inyección. El resultado se comparó con su puntuación PULS anterior, obtenida entre tres y cinco meses antes de la inyección.
Los marcadores de inflamación, muerte celular y movimiento de células T (que indican una respuesta inmunitaria a la lesión de la arteria coronaria) aumentaron, lo que hizo que la puntuación global de PULS pasara de un riesgo de SCA del 11% a cinco años en estos pacientes, a un riesgo del 25%.
El informe señala que los cambios se observaron en la mayoría de los pacientes vacunados. Y añade: «Estos cambios persisten durante al menos dos meses y medio después de la segunda dosis de la vacuna.
Los marcadores de inflamación, muerte celular y movimiento de las células T (que indican una respuesta inmunitaria a la lesión de la arteria coronaria) aumentaron, lo que dio lugar a que la puntuación global de PULS pasara de un riesgo de SCA del 11% a cinco años en estos pacientes, a un riesgo del 25%.
El informe señala que los cambios se observaron en la mayoría de los pacientes vacunados. Y añade: «Estos cambios persisten durante al menos dos meses y medio después de la segunda dosis de la vacuna».
Llegamos a la conclusión de que las vacunas de ARNm aumentan drásticamente la inflamación del endotelio y la infiltración de células T en el músculo cardíaco y pueden explicar las observaciones de aumento de la trombosis, la cardiomiopatía y otros acontecimientos vasculares tras la vacunación».
Las agencias reguladoras de EE.UU. y el Reino Unido han reconocido (tardíamente) que puede producirse una inflamación del músculo cardíaco y del revestimiento del corazón tras la vacunación con Covid, pero afirman que estas reacciones adversas son poco frecuentes y que los riesgos conocidos del propio Covid las superan con creces.
Sin embargo, a mediados de noviembre, el Sistema de Notificación de Eventos Adversos a las Vacunas (VAERS) de EE.UU. había notificado 9.332 infartos tras la vacunación con Covid, y según un informe de 2010, esa cifra podría ser una centésima del total real debido a la reticencia médica a reconocer los daños de la vacuna.
El informe del Dr. Gundry, etiquetado formalmente como una advertencia a sus colegas de la Asociación Americana del Corazón, proporciona más pruebas de un mecanismo que puede estar poniendo en riesgo a millones de personas.
Comentando los hallazgos, el bloguero médico Dr. Jesse Santiano señala que la ruptura de placas coronarias inestables, que conducen a un ataque al corazón, es la razón más probable por la que los atletas vacunados caen muertos en medio de un juego.
Expresa su preocupación por el hecho de que la puntuación cardíaca de la PULS aumente con las vacunas de refuerzo, y también por el riesgo de que se produzcan daños a largo plazo en los corazones de los niños y adolescentes a los que se administran las vacunas de ARNm, aunque su riesgo de muerte por la propia Covid sea minúsculo.
También señala un estudio reciente que abarca los 16 estados de Alemania y que ha revelado que cuanto mayor es la tasa de vacunación en 2021, mayor es el exceso de mortalidad en comparación con la media de los cinco años anteriores.
Mientras tanto, gran parte de África ha evitado hasta ahora grandes cantidades de muertes por Covid, a pesar de que menos del 6% de las personas están vacunadas. África no tiene las vacunas ni los recursos para luchar contra el Covid-19 que tienen en Europa y Estados Unidos, pero de alguna manera parece que lo están haciendo mejor», afirma Wafaa El-Sadr, catedrática de salud mundial de la Universidad de Columbia.
Dado que los gobiernos de todo el mundo han sido persuadidos por las grandes empresas farmacéuticas y los investigadores financiados generosamente para que sigan el camino de la vacunación masiva como respuesta principal a la llegada del SARS-COV-2 modificado genéticamente, será difícil cambiar el rumbo. Pero deben cambiar, o el desastre que ya estamos viendo promete convertirse en una catástrofe.
Conexión Profética:
“Entonces, ¿continuarán los médicos utilizando las drogas, que dejan un mal mortífero en el organismo y destruyen esa vida que Cristo vino a restaurar? Los remedios de Cristo limpian el organismo. Pero Satanás ha tentado al hombre para que introduzca en el organismo lo que debilita la maquinaria humana, lo que atasca y destruye el delicado y hermoso orden establecido por Dios. Las drogas administradas a los enfermos no restauran sino que destruyen. Las drogas nunca curan. En cambio colocan en el organismo semillas que producen una cosecha amarguísima…” Mensajes Selectos, Tomo 2, pág. 331.