America’s Frontline Doctors, por Geoff Mitchell: Los CDC indican que las muertes semanales no clasificadas superan a las muertes por COVID. ¿Se deben estas muertes a las vacunas COVID?
Desde que las vacunas COVID comenzaron a principios de 2021, ha habido informes anecdóticos de muertes inesperadas después de la vacunación. Los CDC y otros organismos siguen promoviendo la vacunación y asegurando al público que las vacunas son seguras. Algunos, citando la base de datos VAERS, afirman que ha habido demasiadas muertes imprevistas. Ahora, en las últimas semanas, ha surgido nueva información importante, totalmente distinta del VAERS, en el propio sitio web del CDC. En el sitio web del CDC se esconde el reconocimiento de más de 30.000 muertes excesivas, imprevistas y no diagnosticadas en estrecha relación temporal con el programa de vacunación COVID de Estados Unidos.
¿Cómo se puede confiar en las afirmaciones del CDC sobre la seguridad de las vacunas ante la revelación por parte del propio CDC de más de 30.000 muertes en exceso y sin diagnosticar?
Los nuevos datos han aparecido en una antigua base de datos del CDC que se actualiza semanalmente. Se trata de una fuente de datos gubernamentales totalmente ajena al VAERS. Este conjunto de datos no es nuevo. Es una de al menos dos hojas de cálculo/bases de datos complementarias que clasifican las causas de muerte de los estadounidenses en una docena de categorías generales. Estos datos se han recogido y registrado mucho antes de la pandemia, desde al menos 2014.
Los datos en cuestión se pueden encontrar en el sitio web del CDC en:
Weekly Provisional Counts of Deaths by State and Select Causes, 2020-2021 [1]
Se puede descargar el archivo en:
Weekly_Provisional_Counts_of_Deaths_by_State_and_Select_Causes__2020-2021.csv
Los datos complementarios pueden descargarse de la página del CDC en:
Weekly Counts of Deaths by State and Select Causes, 2014-2019 [2]
Información compilada entre 2014-2019 (antes de que surgiera el COVID)
Las muertes notificadas y registradas en estos conjuntos de datos se clasifican en una de las doce causas generales de muerte, como el cáncer o las enfermedades cardíacas. Cada una de estas causas generales de muerte está asociada a un código CIE10 (Clasificación Internacional de Enfermedades). Durante décadas, los médicos, los hospitales y el gobierno han utilizado los códigos CIE para clasificar los diagnósticos y comunicarse entre sí con fines de facturación, tratamiento e investigación. Lo más relevante para este análisis es la categoría «Síntomas, signos y hallazgos clínicos y de laboratorio anormales, no clasificados en otra parte y asociados a los códigos R00-R99 de la CIE10». Estas muertes se contabilizan en la columna «O» en ambos conjuntos de datos. En conjunto, estos dos grupos de datos presentan un registro de estas muertes estadounidenses, que de otro modo no se clasificarían, durante casi ocho años, a partir de 2014. El código CIE R99 se define como una «causa de mortalidad mal definida y desconocida». (Énfasis añadido.) ¿Son las vacunas COVID la «causa desconocida»?
Lo que es notable para el propósito de este análisis es que hasta las últimas semanas, excepto por una variación estacional menor y predecible, estas muertes estadounidenses, que de otro modo no se clasifican, han permanecido notablemente estables durante los últimos siete años. Entre 2014 y 2019, estas muertes no clasificadas han tenido un promedio de unas 624 muertes por semana, con un máximo de 827. En las últimas semanas, el número de estas muertes no clasificadas y no diagnosticadas en Estados Unidos se ha disparado, llegando a quintuplicarse en un momento dado, es decir, un 400%.
Las muertes inesperadas, no diagnosticadas y no clasificadas en EE.UU. se han multiplicado por cinco o sea un 400% en la primera mitad de 2021.
Aquí está la parte pertinente de los datos brutos, suministrados por el CDC. (Énfasis añadido.) Se adjunta/dispone de una versión comentada de la hoja de cálculo real del CDC.
Hace aproximadamente un mes, el 22 de mayo de 2021, el número de muertes no clasificadas alcanzó un máximo de 3.252 por semana.
Aquí están los datos relevantes del CDC representados en formato gráfico lineal, primero como datos semanales y luego como datos acumulados. Ambos gráficos demuestran la quintuplicación de las muertes inesperadas y no diagnosticadas, sobre todo en el segundo trimestre de 2021. El segundo gráfico demuestra la acumulación de esas muertes inesperadas que ahora suman más de 30.000 personas. Este aumento masivo de las muertes no diagnosticadas e inexplicables reportadas por el CDC está temporalmente asociado con las vacunas COVID. ¿Son estas muertes no diagnosticadas causadas por las vacunas? ¿Quién ha propuesto una explicación alternativa plausible?
Ambos gráficos muestran el exceso de muertes no clasificadas, es decir, el número de muertes no clasificadas que supera el valor de referencia de 624 muertes por semana.
Es pertinente señalar que este exceso de muertes no clasificadas no refleja las muertes por COVID. Las muertes por COVID se contabilizan por separado (columnas «R» y «S» de la hoja de cálculo del CDC) y estas cifras excesivas de muertes se dispararon después de que las cifras de COVID estuvieran bajando.
El Dr. Peter McCullough afirmó recientemente en una entrevista, que el CDC y el CMS «internos» han informado de que las muertes por vacunas son mucho más altas de lo que se reconoce oficialmente. Esto era coherente con un estudio anterior de Harvard que demostraba la falta de información en el VAERS. El Dr. McCullough postuló que las muertes por vacunas podrían ser tan altas como 50.000 y podrían superar las muertes por COVID. Las pruebas presentadas aquí y las del Dr. McCullough se corroboran mutuamente. Si algunas de las muertes posteriores a la vacuna se califican erróneamente como otras causas, como ataques cardíacos o derrames cerebrales, las cifras de muertes posteriores a la vacuna podrían alcanzar fácilmente las 50.000, más que las 30.000 reflejadas aquí. Este escritor no tiene conocimiento de que el Dr. McCullough haya informado o publicado estos datos del CDC.
No soy el primero en informar sobre el dramático aumento del exceso de muertes revelado en el sitio web del CDC. Aunque es un hecho relativamente nuevo en las últimas semanas, el aumento de las muertes no clasificadas ha sido señalado al menos por Steven Hirsch, Should you get vaccinated? [3], y Austin Walters, COVID19 Vaccine Deaths & Risks [4].
Aunque muchos han sospechado que las muertes por vacunas acabarán superando a las muertes por COVID y algunos han apreciado que el CDC ha revelado (quizá sin saberlo) un aumento masivo del número de muertes no clasificadas, este redactor no tiene constancia de que se haya publicado el siguiente hecho: durante cuatro semanas, el número de muertes no clasificadas del CDC ha superado el número de muertes por COVID en Estados Unidos.
El propio CDC ha revelado el aumento masivo del número de muertes no clasificadas en relación con la administración de la vacuna COVID en los EE.UU. La explicación más plausible es que el exceso de muertes no clasificadas representa muertes por vacunas. Si esto es cierto, entonces durante las últimas cuatro semanas (22/05-12/06) las muertes por vacunas han superado las muertes por COVID en los EE.UU. Esto se puede extrapolar directamente del conjunto de datos del CDC,
Weekly Provisional Counts of Deaths by State and Select Causes, 2020-2021 [1]
La parte pertinente de la hoja de cálculo de los CDC se reproduce a continuación. La columna de la derecha es la simple sustracción necesaria para calcular el exceso de muertes no clasificadas/vacunas sobre las muertes COVID.
ADE – Conecte los puntos: Ante el exceso de 30.000 nuevas muertes en un período de seis meses, los encargados de la salud de los Estados Unidos deben preguntarse, ¿qué podría haber causado esto, qué es nuevo en nuestro país en los últimos seis meses? La única respuesta real y bastante obvia es el lanzamiento de las vacunas COVID. La causalidad de las vacunas COVID en el exceso de muertes documentado por el CDC es tanto más probable cuanto que las muertes por vacunas estaban previstas. Algunos esperaban estas muertes debido a lo que se conoce como potenciación dependiente de anticuerpos (ADE). El ADE se produce cuando los anticuerpos generados durante una respuesta inmunitaria reconocen y se unen a un patógeno, pero no son capaces de prevenir la infección. En cambio, estos anticuerpos actúan permitiendo el acceso del patógeno a las células y, de hecho, exacerban la respuesta inmunitaria. El ejemplo más conocido de un ADE fue la vacuna contra el virus del dengue de 2016 en Filipinas. El fenómeno también se ha observado en las vacunas contra el VRS y algunas vacunas contra el sarampión. En este caso, en la pandemia actual, varios autores predijeron que las vacunas COVID estarían asociadas a ADE. Por ejemplo, en septiembre de 2020, Lee et. al. advirtieron que «se ha observado ADE en el SARS, el MERS y otras infecciones por virus respiratorios humanos, incluidos el VRS y el sarampión, lo que sugiere un riesgo real de ADE para las vacunas contra el SARS-CoV-2 y las intervenciones basadas en anticuerpos». [i] Sin más información médica sobre los fallecidos, no podemos saber si estas 30.000 muertes representan o no un fenómeno de ADE. Por lo tanto, hay que determinar si estas 30.000 muertes documentadas por el CDC son casos de ADE debidos a las vacunas, causados por las vacunas o, de alguna manera, totalmente ajenos a las vacunas.
Próximos pasos: Los propios datos del CDC, publicados en su propio sitio web, demuestran que, durante las últimas cuatro semanas, el exceso de muertes no clasificadas [que se cree que representan muertes por vacunas] ha superado el número de muertes por COVID en los EE.UU. El exceso semanal de muertes no clasificadas [por vacunas] sobre las muertes por COVID ha sido de 309, 777, 1315 y 1340 respectivamente. La tendencia sigue aumentando en el momento de escribir este artículo. La carga de la prueba recae en el CDC para demostrar que estas 30.000 muertes no fueron un aumento dependiente de anticuerpos de las vacunas COVID. A menos que y hasta que el CDC pueda probar que estos 30.000 individuos fallecidos no recibieron las vacunas COVID, las vacunaciones deben ser detenidas. El público debe exigir una explicación de las 30.000 muertes estadounidenses no clasificadas documentadas por el CDC. A la luz de las 30.000 muertes documentadas por el CDC, la afirmación del Gobierno sobre la seguridad de las vacunas simplemente no es creíble. Específicamente, la vacunación de los niños y la vacunación obligatoria de los estudiantes universitarios y los trabajadores de la salud deben ser puestos en espera de una revisión exhaustiva y transparente de estas 30.000 muertes documentadas por el CDC.
Navegando por la hoja de cálculo del CDC
Navegando por la hoja de cálculo de los CDC – Weekly_Provisional_Counts_of_Deaths_by_State_and_Select_Causes__2020-2021.csv. (última visitado el 27 de junio de 2021).
Descargado del sitio web de los CDC en:
Weekly Provisional Counts of Deaths by State and Select Causes, 2020-2021 [5]
Las columnas y las filas están etiquetadas como en la hoja de cálculo original del CDC. La columna «V» es la columna de cálculo añadida, que calcula el exceso de muertes postuladas por la vacuna (muertes no clasificadas de la columna «O» – COVID, columna «R» muertes).
Nuestro comentario:
Parece que la «cura» no es una cura después de todo. Si la gente llevara un estilo de vida correcto, no sería tan vulnerable al virus, ni tampoco a la vacuna. Elige tu veneno.
Conexión Profética:
“La medicación por medio de drogas, en la forma como se la practica actualmente, es una maldición. Hay que educar a la gente para que se aleje del empleo de drogas. Hay que usarlas cada vez menos y hay que confiar cada vez más en los recursos de la higiene; entonces la naturaleza responderá a la acción de los médicos de Dios: aire puro, agua pura, ejercicio adecuado y una conciencia limpia. Los que insisten en el uso de té, café y carne sentirán la necesidad de droga, pero muchos podrían recuperarse sin medicinas si obedecieran las leyes de la salud. Es necesario utilizar las drogas sólo infrecuentemente. Consejos sobre la Salud, pág. 258.