The Guardian: Estados Unidos está «más cerca de la guerra civil de lo que cualquiera de nosotros quisiera creer», ha dicho un miembro de un panel asesor clave de la CIA.
El análisis de Barbara F. Walter, profesora de ciencias políticas de la Universidad de California en San Diego y miembro del Grupo de Trabajo sobre Inestabilidad Política, figura en un libro que saldrá a la venta el año que viene y del que informó por primera vez el Washington Post.
Al mismo tiempo, tres generales retirados escribieron en el Post que estaban «cada vez más preocupados por las consecuencias de las elecciones presidenciales de 2024 y el potencial de caos letal dentro de nuestro ejército».
Estas preocupaciones crecen en torno a las divisiones políticas irregulares profundizadas por la negativa del ex presidente Donald Trump a aceptar la derrota en las elecciones de 2020.
La mentira de Trump de que su derrota frente a Joe Biden fue causada por un fraude electoral avivó el ataque mortal en el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero, por el que Trump fue destituido y absuelto por segunda vez, dejándolo libre para presentarse a las elecciones.
La «gran mentira» también está alimentando los movimientos entre los republicanos para restringir el voto de los grupos que se inclinan por los demócratas y para facilitar la anulación de las elecciones.
Tales movimientos siguen sin ser contrarrestados por los demócratas, bloqueados por el filibusterismo, la regla del Senado que exige supermayorías para la mayoría de la legislación.
Además, aunque los candidatos presidenciales republicanos sólo han ganado el voto popular en una ocasión desde 1988, el Partido Republicano, al jugar a la fuerza política, ha llenado el Tribunal Supremo de conservadores, que superan en número a los liberales por 6 a 3.
Todos estos factores y otros más, incluida una pandemia que ha avivado la resistencia al gobierno, han contribuido al análisis de Walter.
El mes pasado, tuiteó: «La CIA tiene un grupo de trabajo diseñado para intentar predecir dónde y cuándo es probable que estalle la inestabilidad política y el conflicto en todo el mundo. Sólo que legalmente no se le permite mirar a los Estados Unidos. Eso significa que estamos ciegos a los factores de riesgo que están surgiendo rápidamente aquí».
El libro en el que Walter analiza esos factores de riesgo en EE.UU., How Civil Wars Start, se publicará en enero. Según el Post, escribe: «Nadie quiere creer que su querida democracia está en declive, o que se dirige hacia la guerra».
Pero «si uno fuera un analista de un país extranjero que observara los acontecimientos en Estados Unidos -de la misma manera que observaría los acontecimientos en Ucrania o en Costa de Marfil o en Venezuela- haría una lista de control, evaluando cada una de las condiciones que hacen probable una guerra civil».
«Y lo que encontrarías es que Estados Unidos, una democracia fundada hace más de dos siglos, ha entrado en un territorio muy peligroso».
Walter, según el Post, llega a la conclusión de que Estados Unidos ha pasado por etapas de «preinsurgencia» y «conflicto incipiente» y que ahora puede estar en «conflicto abierto», a partir de la revuelta del Capitolio.
Citando los análisis utilizados por el Centro para la Paz Sistémica, Walter dice también que Estados Unidos se ha convertido en una «anocracia», «en algún lugar entre una democracia y un estado autocrático».
Estados Unidos ha librado una guerra civil, de 1861 a 1865, contra los estados que se separaron en un intento de mantener la esclavitud.
Las estimaciones sobre el número de muertos varían. El American Battlefield Trust lo cifra en 620.000 y dice: «Tomado como porcentaje de la población actual, el número de víctimas habría ascendido a 6 millones de almas».
Sidney Blumenthal, ex asesor de Clinton convertido en biógrafo de Abraham Lincoln y colaborador de The Guardian, dijo: «Los secesionistas de 1861 aceptaron la elección de Lincoln como justa y legítima».
La situación actual, dijo, «es lo contrario». El cuestionamiento de las elecciones por parte de Trump… ha provocado una auténtica crisis de legitimidad».
Con el control de los republicanos sobre los resortes del poder mientras están en minoría electoral como factor contribuyente, Blumenthal dijo que «esta crisis hace metástasis, en todo el sistema a lo largo del tiempo, por lo que es posible que cualquier elección cercana sea reclamada como falsa y fraudulenta.»
Blumenthal dijo que no esperaba que Estados Unidos entrara en una guerra civil abierta, «sección contra sección» y que implicara el despliegue de ejércitos.
Si los grupos de milicianos de la derecha trataran de imitar a los secesionistas de la década de 1860 e intentaran «tomar por la fuerza los fuertes y las oficinas federales», dijo, «creo que tendríamos bastante confianza en que se acabaría muy, muy rápidamente [dado] un sentido muy fuerte y firme en la cúpula de las fuerzas armadas estadounidenses de su papel constitucional y no político».
«Pero dada la proliferación de armas, podría haber cualquier número de actos de violencia aparentemente aleatorios que provengan de estas milicias organizadas, que son realmente vigilantes y con agendas partidistas, y no hemos entrado en esa fase.
«La verdadera pesadilla sería ese tipo de conflicto de baja intensidad».
Los generales retirados que advirtieron de un conflicto en torno a las próximas elecciones -Paul Eaton, Antonio Taguba y Steven Anderson- se mostraron menos optimistas sobre el ejército.
«A medida que nos acercamos al primer aniversario de la insurrección mortal en el Capitolio de los Estados Unidos», escribieron, «nosotros … estamos cada vez más preocupados por las consecuencias de las elecciones presidenciales de 2024 y el potencial de un caos letal dentro de nuestro ejército, que pondría a todos los estadounidenses en grave riesgo».
«En resumen: nos cala hasta los huesos la idea de que un golpe de estado tenga éxito la próxima vez».
Citando la presencia en los disturbios del Capitolio de «un número inquietante de veteranos y militares en activo», señalaron que «más de uno de cada diez de los acusados en los atentados tenía una hoja de servicios».
Las encuestas han revelado preocupaciones -y advertencias- similares. En noviembre, el Public Religion Research Institute preguntó a los votantes si estaban de acuerdo con una afirmación: «Como las cosas se han desviado tanto, los verdaderos patriotas estadounidenses podrían tener que recurrir a la violencia para salvar a nuestro país».
La encuesta reveló que el 18% de los encuestados estaba de acuerdo. Entre los republicanos, sin embargo, la cifra era del 30%.
En Twitter, Walter agradeció al Post la cobertura de su libro. También dijo: «Ojalá tuviera mejores noticias para el mundo, pero no podía quedarme callado sabiendo lo que sé».
Conexión Profética:
«Los hombres con dinero, porque tienen el poder, controlan el mercado. Compran a bajo precio todo lo que pueden obtener, y luego venden a precios muy elevados. Esto significa la muerte por hambre de las clases más pobres, y dará lugar a una guerra civil. Habrá una época de problemas como nunca hubo desde que existe una nación». Manuscritos, Vol. 5, 305.4