El Reino Unido se ha vuelto loco. Recientemente, niños en edad escolar, tuvieron que responder una encuesta patrocinada por el gobierno en la cual se les pedía identificar su género brindándoles más de 25 opciones. La extraña y engañosa encuesta, impartida a niños de 13-18 años de edad, mezcló opciones como «tri-género» y «transgénero», «mitad niño, mitad niña», «semi-muchacho», «sin género» «género fluido», etc., junto con las opciones tradicionales como «niño», «niña», «varón» y «hembra». El Comisionado para la Infancia de Inglaterra desarrolló la encuesta, en la cual los adolescentes podían marcar tantas posibilidades como quisieran para responder a la pregunta «¿cómo define su sexo?»
De acuerdo con el columnista de un periódico, las escuelas del Reino Unido están «innecesariamente haciendo que todos los adolescentes cuestionen su identidad básica”. Otro editorial en el Daily Mail expresó que el cuestionario era «francamente extraño» y sólo produce «incertidumbre y angustia en una mente tan vulnerable como la de los adolescentes».
Las ciudades de Brighton y Hove enviaron la encuesta a todas las escuelas secundarias de dos ciudades. La oficina del Comisionado para la Infancia insistió en que ésta sería útil para revelar «cómo el género afecta a los jóvenes.»
Después de recibir las preguntas de una serie de periódicos, la encuesta de género fue retirada y la Oficina del Comisionado dijo que no incluiría esa pregunta en futuras versiones de la encuesta.
La encuesta provocó confusión y bromas. Para algunos niños, podría ser muy inquietante descubrir que hay algunos adultos que no parecen saber la diferencia entre niños y niñas. Además pedirle a los niños que se identifiquen con etiquetas confusas no les es beneficioso, más bien contribuye a ahondar los problemas sociales emergentes de nuestro tiempo, por ejemplo, el tema de inseguridad en sí mismos.
Los niños necesitan límites. Las categorización biológica de varón y hembra es muy sencilla, dice Simon Calvert, Director del Christian Institute. «No hay que entrometerse en la infancia de los niños para confundirlos deliberadamente sobre lo que hace que un niño sea un niño o una niña sólo para satisfacer las agendas políticas de los adultos», concluye Calvert. «Debemos proteger a los niños y evitar que pasen por fases de sentimientos confusos sobre sí mismos – la cual ya muchos sufren – y que podrían conllevarlos a decisiones morales y políticas que cambiarán su vida».
El hecho de que haya sido el gobierno británico quien permitiera una encuesta con tal cuestionamiento, revela mucho sobre la agenda política de algunos líderes del Reino Unido.
«Asimismo como sucedió en los días de Lot». Lucas 17:28.
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