AP News, por Danica Kirka y Jill Lawless: Gran Bretaña batió el martes el récord de temperatura más alta jamás registrado en medio de una ola de calor que ha asolado franjas de Europa, mientras el servicio meteorológico nacional del Reino Unido dijo que tales máximas son ahora un hecho de la vida en un país mal preparado para tales extremos.
Este país, típicamente templado, ha sido el último en verse afectado por un clima inusualmente caluroso y seco que ha provocado incendios forestales desde Portugal hasta los Balcanes y ha provocado cientos de muertes relacionadas con el calor. Las imágenes de las llamas corriendo hacia una playa francesa y de los británicos sofocados -incluso a la orilla del mar- han hecho patente la preocupación por el cambio climático.
La agencia meteorológica británica Met Office registró una temperatura provisional de 40,3 grados Celsius (104,5 grados Fahrenheit) en Coningsby, al este de Inglaterra, batiendo el récord establecido horas antes. Antes del martes, la temperatura más alta registrada en Gran Bretaña era de 38,7 C (101,7 F), establecida en 2019. A última hora de la tarde, 29 lugares del Reino Unido habían superado el récord.
Mientras la nación observaba con una combinación de horror y fascinación, el científico jefe de Met Office, Stephen Belcher, dijo que tales temperaturas en Gran Bretaña eran «prácticamente imposibles» sin el cambio climático impulsado por el hombre.
Advirtió que «podríamos ver temperaturas como estas cada tres años» si no se toman medidas serias contra las emisiones de carbono.
El clima sofocante ha interrumpido los viajes, la asistencia sanitaria y las escuelas. Muchos hogares, pequeñas empresas e incluso edificios públicos, incluidos los hospitales, en Gran Bretaña no tienen aire acondicionado, un reflejo de lo inusual que es este calor en el país más conocido por la lluvia y las temperaturas suaves.
El intenso calor registrado desde el lunes ha dañado la pista de aterrizaje del aeropuerto londinense de Luton, obligándola a cerrar durante varias horas, y ha deformado una carretera principal del este de Inglaterra, dejándola como un «parque de patinaje», según la policía. Las principales estaciones de tren estuvieron cerradas o casi vacías el martes, ya que los trenes se cancelaron o circularon a baja velocidad por temor a que los raíles se doblaran.
Londres se enfrentó a lo que el alcalde Sadiq Khan denominó un «enorme aumento» de los incendios a causa del calor. La Brigada de Bomberos de Londres enumeró 10 grandes incendios que estaba combatiendo en toda la ciudad el martes, la mitad de ellos de pasto. Las imágenes mostraban varias casas envueltas en llamas mientras el humo salía de los campos en llamas en Wennington, un pueblo en las afueras del este de Londres.
Las ventas de abanicos en un minorista, Asda, aumentaron un 1.300%. Los ventiladores eléctricos refrescaron a las tradicionales tropas montadas de la Caballería de la Casa mientras montaban guardia en el centro de Londres con pesados uniformes ceremoniales. Se acortó la duración de la ceremonia de cambio de guardia en el Palacio de Buckingham. El Hyde Park de la capital, normalmente concurrido por los paseantes, estaba inquietantemente tranquilo, salvo por las largas colas para darse un chapuzón en el lago Serpentine.
«Voy a mi oficina porque es agradable y fresco», dijo el geólogo Tom Elliott, de 31 años, después de darse un baño. «Voy a ir en bicicleta en lugar de tomar el metro».
La reina Isabel II, siempre incondicional, siguió trabajando. La monarca, de 96 años, mantuvo una audiencia virtual con la nueva embajadora de Estados Unidos, Jane Hartley, desde la seguridad del castillo de Windsor.
Una gran parte de Inglaterra, desde Londres en el sur hasta Manchester y Leeds en el norte, permaneció el martes bajo la primera alerta «roja» del país por calor extremo, lo que significa que hay peligro de muerte incluso para las personas sanas.
Este tipo de peligros se podía observar en Gran Bretaña y en toda Europa. Se informó de que al menos seis personas se ahogaron al intentar refrescarse en ríos, lagos y embalses de todo el Reino Unido. En España y el vecino Portugal se han registrado cientos de muertes relacionadas con el calor en la ola de calor.
Los expertos en clima advierten que el calentamiento global ha aumentado la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos, y los estudios muestran que la probabilidad de que las temperaturas en el Reino Unido alcancen los 40 C (104 F) es ahora 10 veces mayor que en la era preindustrial.
El director de la agencia meteorológica de la ONU expresó su esperanza de que el calor que azota a Europa sirva de «llamada de atención» para que los gobiernos hagan más por el cambio climático. Otros científicos aprovecharon el hito para subrayar que es hora de actuar.
«Aunque todavía es raro, los 40 grados son ya una realidad en los veranos británicos», dijo Friederike Otto, profesora titular de Ciencias del Clima en el Instituto Grantham para el Cambio Climático del Imperial College de Londres. «Que se convierta en algo muy común o que siga siendo relativamente infrecuente está en nuestras manos y lo determina cuándo y a qué temperatura media global lleguemos al cero neto».
El calor extremo también asó otras partes de Europa. En París, el termómetro de la estación meteorológica más antigua de la capital francesa -inaugurada en 1873- superó los 40 C (104 F) por tercera vez. Los 40,5 C (104,9 F) medidos allí por el servicio meteorológico Meteo-France el martes fue la segunda lectura más alta de la estación, superada sólo por los abrasadores 42,6 C (108,7 F) en julio de 2019.
La sequía y las olas de calor vinculadas al cambio climático también han hecho que los incendios forestales sean más comunes y más difíciles de combatir.
En la región de la Gironda, en el suroeste de Francia, los feroces incendios forestales continuaron extendiéndose por los bosques de pinos secos como la yesca, frustrando los esfuerzos de lucha contra el fuego de más de 2.000 bomberos y aviones de bombardeo de agua.
Decenas de miles de personas han sido evacuadas de sus hogares y lugares de veraneo desde que estallaron los incendios el 12 de julio, según las autoridades de la Gironda.
Un tercer incendio de menor envergadura se declaró a última hora del lunes en la región vinícola del Medoc, al norte de Burdeos, lo que supuso una mayor carga de recursos. Cinco campings ardieron en la zona de playa de la costa atlántica, donde las llamas se extendieron por la cuenca marítima de Arcachon, famosa por sus ostras y sus complejos turísticos.
En Grecia, un gran incendio forestal se declaró al noreste de Atenas, avivado por los fuertes vientos. Los funcionarios del Servicio de Bomberos dijeron que se desplegaron nueve aviones de extinción y cuatro helicópteros para tratar de impedir que las llamas alcanzaran zonas habitadas en las laderas del monte Penteli, a unos 25 kilómetros (16 millas) al noreste de la capital. El humo del incendio cubrió parte del horizonte de la ciudad.
Sin embargo, las previsiones meteorológicas ofrecieron algún consuelo, ya que se espera que las temperaturas disminuyan en la costa atlántica el martes y la posibilidad de que se produzcan lluvias a última hora del día.
Nuestro comentario:
¿Podría ser esto una advertencia de que la tierra va a ser chamuscada por el calor?
Conexión Profética:
“En la plaga que sigue, se le da poder al sol para ‘quemar a los hombres con fuego. Y los hombres se quemaron con el grande calor.’ (Apocalipsis 14: 8, 9.) Los profetas describen como sigue el estado de la tierra en tan terrible tiempo: ‘El campo fue destruído, enlutóse la tierra; . . . porque se perdió la mies del campo.’ ‘Secáronse todos los árboles del campo; por lo cual se secó el gozo de los hijos de los hombres.’ ‘El grano se pudrió debajo de sus terrones, los bastimentos fueron asolados.’ ‘¡Cuánto gimieron las bestias! ¡cuán turbados anduvieron los hatos de los bueyes, porque no tuvieron pastos! , . . Se secaron los arroyos de las aguas, y fuego consumió las praderías del desierto.’ (Joel 1: 10, 11, 12, 17, 18, 20.) ‘Y los cantores del templo aullarán en aquel día, dice el Señor Jehová; muchos serán los cuerpos muertos; en todo lugar echados serán en silencio.’ (Amós 8: 3.) El Conflicto de los Siglos, pág. 686.