Activist Post, por Tyler Durden: Con más de 16 millones de británicos obligados a quedarse en casa cuando el bloqueo del coronavirus entró en vigencia el domingo, decenas de miles de londinenses se apresuraron a salir de la capital el sábado por la noche.
El anuncio de Boris Johnson de introducir restricciones de nivel 4 en Londres y en el sudeste de Inglaterra, para mitigar la propagación de una nueva cepa del coronavirus, provocó atascos de tráfico y abarrotó las terminales de tren, ya que la gente salió corriendo del área metropolitana antes de que se impusieran nuevas reglas draconianas a medianoche.
«Los datos de tráfico mostraron que los atascos aumentaban dentro de Londres y sus alrededores, y los precios de los trenes subían con el aumento de la demanda», dijo The Independent.
Incluso el domingo, las carreteras que salen de Londres parecían estar congestionadas.
Además, la gente huyó en el transporte público. Por ejemplo, por la noche, los boletos de tren se agotaron en varias estaciones de Londres, incluyendo Paddington, Kings Cross y Euston.
Las imágenes tomadas en la estación londinense de St Pancras mostraban que no se seguía ningún distanciamiento social ya que la gente sólo se preocupaba por escapar de la ciudad a medianoche.
Una mujer dijo a la Asociación de la Prensa que ella y su marido, junto con su joven hijo, tomaron la «decisión dividida» de abandonar el área del metro hacia la costa para escapar del nuevo encierro.
«Tomamos la decisión de irnos basándonos en el hecho de que mis padres dijeron que viniera, y no podíamos soportar la idea de que no hubiera aire fresco y de que un niño pequeño se quedara encerrado en un pequeño piso», dijo.
Otras estaciones de tren en el área metropolitana experimentaron un «caos de viajes».
Un nivel 4 para Londres y el sudeste de Inglaterra – cerca de un tercio de la población inglesa – significa que millones tendrán que quedarse en casa excepto por razones esenciales. El comercio y el ocio y entretenimiento en interiores se cerrarán; junto con la mezcla social se limitará el conocer a otra persona. En otras palabras, se cancela la Navidad.
Los que decidieron pasar las fiestas en Londres se apresuraron a ir a las tiendas para cargarse de lo esencial.
Johnson había planeado inicialmente relajar las medidas draconianas antes de las fiestas, pero un cambio abrupto ocurrió después de que los científicos del gobierno descubrieron que el virus había mutado.
Hicimos la pregunta el mes pasado: ¿Pueden las nuevas cepas de COVID-19 hacer que las vacunas sean completamente inútiles?
Aunque nadie sabe cuánto tiempo se mantendrán las nuevas restricciones sobre el coronavirus, un recordatorio del equipo de analistas de Goldman Sachs demostró que los casos de virus se aceleran con el clima frío y conducirán a una dramática desaceleración de las economías durante el 4º trimestre de 2020 al 1º trimestre de 2021.
Nuestro comentario:
Hacer afirmaciones radicales como: «La gente en contra de las vacunas ha cerrado sus mentes a la realidad, ha desestimado la ciencia y ha ignorado los hechos mientras que se basa en fuentes dudosas para su información», hace que la gente esté dispuesta a hacer caso omiso de sus convicciones personales. ¿Será esta la forma en que se tratará eventualmente a los que guardan el sábado cuando el sábado y los que lo guardan sean igualmente difamados?
Conexión Profética:
“Y luego el gran engañador persuadirá a los hombres de que son los que sirven a Dios los que causan esos males. La parte de la humanidad que haya provocado el desagrado de Dios lo cargará a la cuenta de aquellos cuya obediencia a los mandamientos divinos es una reconvención perpetua para los transgresores. Se declarará que los hombres ofenden a Dios al violar el descanso del domingo; que este pecado ha atraído calamidades que no concluirán hasta que la observancia del domingo no sea estrictamente obligatoria; y que los que proclaman la vigencia del cuarto mandamiento, haciendo con ello que se pierda el respeto debido al domingo y rechazando el favor divino, turban al pueblo y alejan la prosperidad temporal.” El Conflicto de los Siglos, pág. 647.