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¿Podría una Presidencia Trump Amenazar el Estado de Derecho?

Uno de los aspectos más preocupantes de la campaña presidencial de Trump es la forma en la cual el multimillonario promete realizar cosas que probablemente van más allá de los límites de la autoridad presidencial establecida por la Constitución de los Estados Unidos.

Trump promete hacer uso de la fuerza bruta, anulando tratados, torturar a los terroristas, amenazar a los musulmanes, etc. Lo que resulta en enormes oleadas de aplausos en las reuniones de Trump. ¿Está Trump haciendo ver a los demócratas como mejores? El presidente Obama ha sobrepasado los límites de su autoridad como presidente. Lo mismo hizo George W. Bush antes que él, Bill Clinton antes que él y George H. W. Bush antes de él. Cada presidente ha llevado la presidencia más allá de lo que contempla la ley.

«El cambio más probable que pudiera no involucrar un autoritarismo de un extremo a otro podría ser el engrosamiento de la conducta política aceptable de los Estados Unidos. Las propuestas de Trump que parecen sorprendentes ahora, tales como matar a los cónyuges de los terroristas, podrían verse más normales después que pasen unos años bajo una administración Trump».

«Lo que se activaría sería una normalización de cierto tipo de cosas… Es posible que la ley no cambie pero sí la actitud», expresa Andrew Rudalevige, profesor de gobierno en el Colegio Bowdoin en Brunswick, Maine, y autor de «La Nueva Presidencia Imperial. «Y esto afectaría el estado de derecho, es decir, la forma en que se implementaría la Constitución, incluso si no se cambia ni una palabra. Y esto ya está ocurriendo a través de la re-interpretación judicial, las órdenes ejecutivas presidenciales, y el activismo legislativo. Al parecer Trump podría ir más lejos.

Aunque es poco probable que se haga realidad la idea de Trump de convertir en objetivo a las esposas e hijos de los terroristas, la retórica sí representa la actitud de muchos de los seguidores de Trump hacia el estado de derecho. Trump también ha hablado de aplicar a los terroristas el “waterboarding” [tortura de ahogamiento simulado] o incluso “cosas peores», las cuales serían una violación de la ley penal. No obstante, el entusiasmo que sus comentarios genera entre sus seguidores sugiere que si pudiesen, tomarían el asunto en sus propias manos, o al menos presionarían a su líder para hacerlo.

Durante años, los legisladores del GOP han estado acusando a Obama de abusar de su cargo y pasar por encima de la voluntad del Congreso. Pero ahora, el presunto candidato presidencial de su partido promete ir aún más lejos.

¿Qué pasa si los controles existentes sobre el poder presidencial, tanto legislativo y judicial no funcionan? Después de todo, el trabajo del consejo de la Casa Blanca no es principalmente señalar los límites de la autoridad presidencial. Se trata de entender las justificaciones legales para las cosas que el Presidente desea hacer.

«La Constitución no se aplica por sí misma.» Su aplicación podría «depender de la situación política y la seguridad internacional que enfrenta la nación en ese momento». Durante la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, el presidente Franklin D. Roosevelt, decidió que estaría bien encerrar en campos de reclusión a japoneses-americanos. Lo hizo mediante una orden ejecutiva. Y la mayoría de los ciudadanos de los Estados Unidos aceptaron esta violación de la Constitución debido a la crisis que creían que estaban enfrentando.

«Desde el 9/11, la presidencia ha cambiado», afirma Chris Edelson, profesor asistente de gobierno de la Universidad Americana en Washington. «El presidente George W. Bush fue pionero en los poderes de vigilancia de barrido, algunos de las cuales ya han sido promulgados en ley. Obama ha intensificado una guerra nominalmente secreta de drones que incluye el asesinato extrajudicial de ciudadanos americanos que sean considerados como terroristas. El próximo presidente heredará intacta esa guerra. Este aumento de poder presidencial en aras de la seguridad será una cuestión de quién gane la presidencia», dice Edelson. «No se trata de algo específico de Trump o la presunta candidata demócrata Hillary Clinton».

El estado de derecho está siendo socavado por la regla de la mayoría. Bajo Trump, América podría convertirse en «un lugar donde la mayoría vote para restringir los derechos personales de la minoría o minorías».

La Constitución está cada vez más frágil en estos días. ¿Llegarán a ser repudiados sus principios? Muchos estadounidenses están simulando las frustraciones del pueblo alemán en vísperas de la Segunda Guerra Mundial mientras Hitler subía al poder y derrocaba la Constitución alemana. La historia se repite. ¿Sucederá de nuevo?

Los Estados Unidos llegarán a repudiar “todo principio de su constitución como gobierno protestante y republicano.» Véase Testimonios para la Iglesia, Vol. 5, página 427.


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