La Primer Ministro británica, Theresa May, pidió que se regule la Internet tras los ataques terroristas en Londres. Las nuevas reglas para el ciberespacio «privarían a los extremistas de sus espacios seguros en línea» ya que actualmente las empresas de tecnología no están pudiendo hacer lo suficiente.
A la mañana siguiente del ataque del puente de Londres, donde siete personas murieron y docenas quedaron heridas tras ser atacadas con una furgoneta y cuchillos, May dijo afuera de la calle Downing, que se deben introducir acuerdos para regular Internet.
«No podemos permitir que esta ideología tenga el espacio seguro que necesita para seguir creciendo, pero es eso precisamente lo que le está proporcionando la Internet y las grandes empresas que brindan servicios allí», dijo May. «Necesitamos trabajar con los gobiernos aliados y democráticos para alcanzar acuerdos internacionales a fin de regular el ciberespacio y prevenir la propagación de los planes extremistas y terroristas».
La Primer Ministro también dijo que Gran Bretaña estaba siendo demasiado tolerante con el extremismo y que los valores británicos «pluralistas» tenían que establecerse como superiores.
Hacer que los valores británicos sean superiores con respecto a otros valores, involucra la religión. En un mundo secular, donde el cristianismo está siendo cada vez más proscrito o silenciado legalmente, esto podría tener consecuencias considerables, particularmente en aquellos grupos o denominaciones cristianas que no son populares.
May advirtió que hay «una nueva tendencia en la amenaza que enfrentamos» y aunque los tres recientes ataques terroristas en el Reino Unido no estaban vinculados con «redes comunes», sí estaban «unidos por la única ideología maligna del extremismo islámico».
Se cree que es la primera vez que la Sra. May ha pedido públicamente cooperación internacional para traer más burocracia al ciberespacio.
Los comentarios de la Sra. May se dan después de la introducción de la Ley de Poderes Investigadores de 2016, la «Carta de Snooper», que amplía los poderes de las agencias de espionaje y el gobierno en la Internet.
La regulación de Internet para eliminar los criaderos extremistas tendrá implicaciones para otras religiones. Si su fe cristiana llega a considerarse como extrema, lo cual podría suceder, sus sitios web y medios sociales serían «regulados».
Debemos trabajar «entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.» Juan 9:4.