Al parecer, el Papa se ha puesto en contra de la Segunda Enmienda de la Carta de Derechos de la Constitución de los Estados Unidos así como contra los fabricantes de armas y sus propietarios.
Durante una reunión de jóvenes en Turín, puso a un lado su discurso preparado y en una larga y confusa charla sobre la guerra, la confianza y la política, dijo: «Si confían sólo en los hombres, están perdidos… Esto me hace pensar en… las personas, gerentes, empresarios que se llaman a sí mismos cristianos y fabrican armas. Eso conduce un poco a la desconfianza, ¿no?»
En su condena más dura de la industria de armas, criticó aquellos que invierten en los fabricantes de armas como hipócritas. «La hipocresía es la moneda de hoy… ellos dicen una cosa pero hacen otra».
El Papa ha sido especialmente duro contra los fabricantes y distribuidores de armas en el pasado, diciendo en junio del año pasado que «fabrican muerte y son mercaderes de la muerte y hacen de la muerte un negocio».
En un documento publicado en 1994 y titulado «El Comercio Internacional de Armas», el Vaticano hace una invitación a todas las naciones y estados «para imponer un estricto control sobre la venta de armas de fuego y armas pequeñas. Poner un límite a la adquisición de esas armas, no infringiría ciertamente los derechos de nadie».
Bueno, esto podría violar el derecho constitucional que tienen los ciudadanos estadounidenses para la posesión de armas. Independiente a lo que uno puede pensar sobre ese derecho, se trata de la Segunda Enmienda de la Carta de Derechos de la Constitución de los Estados Unidos. Cada principio de la Constitución de Estados Unidos será repudiado (Véase Testimonios para la Iglesia, Vol. 5, página 426). A pesar de que es un momento fácil para el Vaticano apuntar a este derecho en particular (de los ciudadanos estadounidenses), está, sin embargo, cumpliendo una profecía clave que es necesaria para la globalización y la religión mundial. En el Nuevo Orden Mundial, las constituciones nacionales y los derechos fundamentales de sus ciudadanos, junto con la soberanía nacional serán llevados en conformidad con los estándares globales y estarán bajo autoridades supranacionales globales. Manténganse al tanto. La profecía se está cumpliendo rápidamente.
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