CNS News, por Bill Donohue: El estado moral de Estados Unidos está en graves problemas. Eso no es una opinión, es lo que cree el pueblo estadounidense.
En marzo, una encuesta de Marist, realizada para Deseret News y titulada «La fe en Estados Unidos», reveló que el 72% de los estadounidenses piensa que la brújula moral de la nación apunta en la dirección equivocada.
En junio, una encuesta de Gallup reveló que un 50% de los estadounidenses, cifra récord, calificó el estado general de los valores morales como «pobre», y otro 37% dijo que era «sólo regular». El público también es pesimista sobre el futuro: el 78% dice que la moral está empeorando.
¿A qué se debe esto? Aunque las encuestas no abordan esta medida directamente, el sondeo de Gallup pidió a los encuestados que nombraran el problema moral más importante del país en la actualidad. Era una pregunta abierta, es decir, no seleccionaron de una lista de problemas morales, simplemente expresaron lo que creían que era el más importante.
Seis cuestiones obtuvieron una respuesta de dos dígitos. «La consideración de los demás» encabezó la lista, seguida del «racismo/discriminación», la «falta de fe o religión», la «falta de moral», el «sentido del derecho» y la «falta de estructura familiar». Estas respuestas en 2022 se compararon con las de 2012.
Hace diez años, la «consideración de los demás» ni siquiera se mencionaba, y el «racismo/discriminación» apenas se citaba. En cuanto a esto último, dado el constante bombo que emana de los medios de comunicación, las escuelas y las empresas de que Estados Unidos es irremediablemente racista, no es de extrañar que las cuestiones raciales se hayan deteriorado. Recogemos lo que sembramos.
Cuando emparejamos la «consideración de los demás» con el «sentido del derecho», tenemos una fuerte acusación de individualismo radical. El egoísmo y el narcisismo son habituales: desde los mensajes de texto mientras se conduce hasta las agresiones de carácter en línea, nuestra sociedad se ha ensuciado mucho.
La «sociedad del yo» de la que hablaba Tom Wolfe en los años 70 nunca ha sido tan pronunciada.
¿Y los otros tres problemas? La «falta de fe o religión», la «falta de moral» y la «falta de estructura familiar» forman un grupo interesante. El primero y el último no son efectos de la falta de moral, sino sus causas.
El pueblo estadounidense sabe intuitivamente que las creencias y prácticas religiosas son un ingrediente importante en la formación de una sociedad moral. Lo mismo ocurre con las familias en las que hay un padre y una madre. De hecho, los datos los confirman: la religión y las familias intactas son muy importantes.
La encuesta Marist descubrió que el 70 por ciento de los estadounidenses cree en Dios (más de la mitad cita a Dios tal y como se describe en la Biblia), y esa cifra se eleva al 85 por ciento si incluimos a los que creen en un poder superior. La encuesta de Gallup reveló que el 81% de los estadounidenses cree en Dios, lo que supone un descenso significativo respecto a 1944, cuando la cifra era del 98%.
Esto no es una coincidencia: El aumento del secularismo explica nuestra caída moral. El público lo sabe.
Una encuesta de Rasmussen realizada en marzo reveló que el 60 por ciento de los votantes cree que las personas que viven de acuerdo con sus creencias religiosas son buenos modelos a seguir para el resto de nosotros; sólo el 14 por ciento no lo cree; el 26 por ciento no estaba seguro.
El pueblo estadounidense sabe que nuestra brújula moral va en la dirección equivocada, y también sabe que el papel decreciente de la religión tiene algo que ver con ello.
Cuando el ethos judeocristiano que ha sustentado nuestra sociedad se enerva -solía formar el corazón de nuestro código moral- se perpetúa una condición en la que nuestra brújula moral está dirigida más por el capricho individual que por los principios sagrados. Esa es una receta para el desastre.
Conexión Profética:
“Y por causa de la maldad, el amor de muchos se enfriará”. Mateo 24:12.