Tras dos años de intensas negociaciones, la Unión Europea y Vietnam firmaron un acuerdo de libre comercio, el cual eliminará prácticamente todos los aranceles entre ellos. «La UE y Vietnam pueden hacer grandes cosas juntos», dijo el jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
El comercio entre la Unión Europea y Vietnam, un país comunista, ha crecido a 28 mil millones de euros en los últimos 10 años. La Comisaria de Comercio ante la UE, Cecilia Malmström, calificó el acuerdo como «un nuevo modelo de política comercial con los países en desarrollo». Se trata del primer acuerdo de la UE con un país en desarrollo.
La UE firmó un acuerdo similar con Singapur el año pasado. Tanto Singapur y Vietnam son miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), el bloque comercial regional compuesto por 10 países. También la UE está adelantando conversaciones separadas con otros dos miembros de la ASEAN, Malasia y Tailandia y también la UE está negociando un acuerdo de libre comercio con Japón. Bruselas y Corea del Sur ya tienen un acuerdo de libre comercio.
«Nuestro objetivo final es tener un acuerdo entre las regiones», dijo Malmström en agosto. Los acuerdos de libre comercio entre las regiones son el primer paso en la regionalización y un paso intermedio hacia la globalización. El grupo de las naciones que componen la ASEAN y la UE forman las dos áreas regionalizadas del mundo, aunque la región de la ASEAN no es todavía una unión política. Un acuerdo de libre comercio entre las dos regiones sería un paso importante hacia un gobierno mundial supranacional. La globalización es importante porque luego puede conducir a la globalización religiosa después que la integración política, económica, educativa y legislativa tenga lugar.
«Los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites». Apocalipsis 18: 3.
El Vaticano está muy interesado en la globalización porque hace parte de su plan para convertirse en la reina de la tierra (véase Apocalipsis 18: 7) a la vez que es beneficioso para los mercaderes de la tierra, quienes a su vez colaboran con la globalización. La globalización hará posible promulgar una ley universal dominical.
«Y la adoraron todos los moradores de la tierra». Apocalipsis 13: 8.
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