- KEEP the FAITH - https://ktfnews.com/es -

Siguen las Audiencias ante la Comisión Real Australiana por Escándalo sobre Abusos Sexuales

Justo cuando se creía que el escándalo católico sobre abuso sexual infantil había desaparecido, éste nuevamente resurge. Esta vez se trata de la investigación sobre cientos de casos que adelanta la Comisión Real de Australia mientras siguen llegando más quejas. Y ahora, uno de sus cardenales más venerados, el cardenal George Pell, fue señalado como implicado en el problema. Lamentablemente es demasiado tarde para que los fiscales tomen medidas ya que él se las arregló para obtener un nombramiento a un alto cargo en el Vaticano y ya no se encuentra en Australia.

La comisión tomó conocimiento de que el Cardenal George Pell participó en el traslado del sacerdote de la parroquia Mortlake, Gerald Ridsdale, quién fue un frecuente abusador sexual de menores. Pell también fue parte del grupo clerical de la iglesia llamado Colegio de Consultores, quienes debatieron sobre Ridsdale y decidieron trasladarlo a otra parroquia. Sin embargo, en el acta de la reunión de los Consultores no se consignó ninguna razón para tal decisión. La Comisión supo que a los sacerdotes católicos abusadores se los trasladaba entre las parroquias de Victoria, o eran enviados a viajes de «tratamiento» a los EE.UU. e Italia si su caso involucraba abuso sexual de niños pequeños.

También la Comisión informó que en cuatro ocasiones, Gerald Ridsdale fue declarado culpable de más de 100 delitos por separado en contra de niños, en los cuales hubo niños muy pequeños de tan solo cuatro años.

Pell apoyó a Ridsdale durante su primera comparecencia ante el tribunal por abuso de menores en 1993. Ese mismo año, el propio sobrino de Ridsdale, David, quien también fue abusado, llamó a Pell para hablarle sobre el abuso. La comisión se enteró que Pell le había preguntado a David Ridsdale «qué necesitaba» para que guardara silencio sobre el abuso.

Al inicio de la comisión, se supo que ya en el año 1974, Pell estaba informado sobre los abusos pero al referírsele el tema, él presuntuosamente respondía: «No sea ridículo».

A pesar de que el obispo de Ridsdale tuvo conocimiento de los abusos y lo trasladaba de parroquia en parroquia, no se pudo obtener evidencias de que hubiese ocultado el delito. La Comisión tomó conocimiento que clérigos de alto rango, incluyendo a Pell, nunca reportaron ningún abuso durante las tres décadas que Ridsdale estuvo activo.

La comisión también fue informada que hubo aproximadamente una docena de suicidios vinculados al abuso y que la iglesia parece no sentir remordimiento. «Es como un cáncer oculto en la ciudad», dijo un sobreviviente de la vergüenza que las víctimas han sufrido por el abuso. «Es como una carnicería clandestina».

La Iglesia Católica no reconoció muchos de los casos, y mucho menos está dispuesta a ofrecer disculpas formales. «Me gustaría escuchar una disculpa oficial por parte de la iglesia y que tome responsabilidad de los problemas que ha causado», dijo un sobreviviente.

Además la comisión encontró que el confesionario está muy envuelto en el encubrimiento. «La Iglesia Católica debe exigir al clero que reporte los delitos que les son confesados. Es ridículo que la gente pueda entrar en un confesionario y confesar crímenes horrendos y ser absueltos», dijo un sobreviviente. «Simplemente se está diciendo que Ud. puede hacer lo que quiera sin recibir el castigo legal merecido. El peor castigo que podría recibir será rezar unas Ave Marías. Yo no sé cómo el clero puede todavía salirse con las suyas».

Otro sobreviviente dijo: «Yo no tengo ninguna fe. La iglesia y todo lo que ésta representa es un demonio para mí».

Ha habido tanto por escuchar sobre los casos de abuso en estas audiencias que la Comisión Real ha llegado a su vigésima octava sesión. Cerca de 270 personas de distintos puntos de Australia se presentan cada semana. Ya hay más de seiscientos casos remitidos a la policía y hay unos 1.400 más que están a la espera de ser escuchados. Se prevé tener el informe final para finales de 2017.

«Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible.» Apocalipsis 18: 2.


Source Reference