En un reciente discurso ante la Corte Suprema de los Estados Unidos en Washington, el juez Samuel Alito sugirió que la libertad religiosa puede encontrarse “en mayor peligro” que el derecho a la libre expresión.
“Recuerdo la canción del último receptor del premio Nobel de Literatura: Aún no está oscuro pero nos estamos acercando a eso”, expresó.
Alito hizo referencia a un caso del estado de Washington en el cual la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito obligó al propietario de una farmacia a tener la “píldora del día después” a pesar de sus convicciones religiosas con respecto al uso de abortivos. “Tener que vender estas drogas es una violación de sus creencias religiosas”, dijo Alito. “Podría habérsele permitido que en lugar de tener que venderlas, la farmacia pudiera referir a sus clientes a otra de las más de 30 farmacias ubicadas en un radio de cinco millas”. La Corte Suprema de Justicia rechazó oír el caso.
“En ese caso, existe bastante evidencia de que la ley que fue promulgada para que el Estado se deshiciera de esos farmacéuticos problemáticos que se oponen a la venta de estas drogas debido a sus convicciones religiosas”, dijo Alito, “pero el Noveno Circuito apoyó la ley y la Corte Suprema ni siquiera quiso considerar si el caso merecía una revisión”.
Alito, quien es un católico romano, y lamentó que “Washington haya preferido dejar de tener una farmacia si esta no va a estar alineada con los contraceptivos que ocasionan abortos de emergencia”.
“Este caso es una mala señal. El asunto en cuestión es que las leyes del estado de Washington parecen convertir a un farmacéutico en alguien no apto para trabajar si él o ella tienen objeciones religiosas para proveer ciertas prescripciones médicas”, escribió Alito en su desacuerdo con la corte. Hay bastante evidencia de que la motivación que llevó a la adopción de estas regulaciones fue la hostilidad hacia los farmacéuticos cuyas creencias religiosas sobre el aborto y los contraceptivos difieren de la opinión del estado”.
“No obstante, el Noveno Circuito sostuvo que las regulaciones no violan la Primera Enmienda y que esta Corte no considera el caso lo suficientemente importante como para dedicarle tiempo”, él expresó en su desacuerdo. “Si esta es una señal de cómo los reclamos sobre la libertad religiosa van a ser tratados en los años que vendrán, entonces aquellos que valoran la libertad religiosa tienen suficiente razón para estar muy preocupados”.
Llegará el día, cuando el país de los Estados Unidos “repudie todo principio de su constitución como un gobierno protestante y republicano”. Testimonios para la Iglesia, Vol 5, página 426.