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Un buque de guerra ruso con misiles hipersónicos «imparables» de 7.000 mph «navega hacia EE.UU. y pronto estará a distancia de ataque».

The U.S. Sun, por Will Stewart: Un buque de guerra ruso armado con misiles hipersónicos «imparables» navega hacia la costa estadounidense en una demostración de fuerza, según los informes.

La fragata de misiles guiados Almirante Gorshkov ha sido vigilada de cerca por las armadas de la OTAN en su viaje inaugural equipada con armas Zircon de 6.670 mph.

Un informe no confirmado del canal ruso Telegram dice que fue «avistada por radar en aguas neutrales del Océano Atlántico, a una distancia efectiva de lanzamiento de salvas de la costa estadounidense».

Los misiles Mach 9 con capacidad nuclear tienen un alcance de 625 millas.

El Ministerio de Defensa ruso no ha hecho comentarios sobre el último informe.

Se produce después de que la Royal Navy interceptara al Gorshkov mientras navegaba por el Canal de la Mancha a principios de este mes.

Más recientemente, el buque ruso fue seguido por la marina portuguesa en el Atlántico y se esperaba que navegara alrededor de África.

Pero los sitios de seguimiento por radar sugieren que el Gorshkov se desvió inesperadamente.

Según un informe, se separó del petrolero de escolta Kama en el Golfo de Vizcaya y se dirigió hacia el oeste.

El Kama continuó su ruta hacia el sur, pasando por las Azores.

La fragata de misiles fue rastreada a 800 millas al oeste de la isla portuguesa de Flores, en las Azores, sugirió ItaMilRadar.

A esta distancia aún no estaría al alcance de los EE.UU. para sus mortíferos Zircons.

La fragata también lleva misiles Kalibr, un tipo utilizado en la guerra de Rusia en Ucrania.

Vladimir Putin lo calificó de «acontecimiento importante, por no decir trascendental», cuando el buque embarcó en la base naval ártica de Severomorsk el 4 de enero.

Dejó claro que esta misión pretendía ser una demostración de fuerza ante Occidente.

Y se jactó de que la OTAN no podía igualar su potencia de fuego hipersónica de «última generación».

El Zircon «no tiene equivalente en ningún país del mundo», afirmó.

Putin prosiguió: «Estoy seguro de que un arma tan poderosa nos permitirá proteger de forma fiable a Rusia de posibles amenazas exteriores y contribuirá a garantizar los intereses nacionales de nuestro país».

Moscú se ha jactado de que el Gorshkov es «el enemigo más peligroso de los buques de superficie en los océanos del mundo» ahora que está armado con el nuevo misil hipersónico.

El año pasado, el Almirante Gorshkov realizó un disparo de prueba del Zircón en el mar de Barents y alcanzó un objetivo a 625 millas de distancia, en el mar Blanco.

El capitán de la fragata, Igor Krokhmal, ha declarado anteriormente: «Nadie verá el lanzamiento del misil ni su vuelo.

Sólo verán cuando el misil alcance el objetivo».

«Un objetivo de superficie, un objetivo costero. No creo que haya nada para contrarrestar esto en los próximos años».

La vanguardista fragata Gorshkov debía navegar en esta misión hacia el Océano Índico y el Mediterráneo.

El mes próximo estaba previsto que participara en ejercicios con las armadas china y sudafricana cerca de los puertos de Durban y Richards Bay.

El 11 de enero, la fragata Tipo 23 HMS Portland de la Royal Navy siguió de cerca al buque de guerra ruso y al petrolero Kama cuando navegaban cerca del Reino Unido.

Anteriormente, la marina noruega prestó mucha atención a la misión hipersónica de Putin.

Conexión Profética:
“Estamos en el mismo umbral de acontecimientos grandes y solemnes. La profecía se está cumpliendo rápidamente. El Señor está a la puerta. Pronto ha de empezar un período de interés abrumador para todos los vivientes. Las controversias pasadas han de revivir y surgirán otras nuevas. Nadie sueña siquiera con las escenas que han de producirse en nuestro mundo. Satanás está trabajando por medios humanos. Los que están haciendo un esfuerzo para cambiar la constitución y obtener una ley que imponga la observancia del domingo, no se dan cuenta de lo que será el resultado. Una crisis está por sobrecogernos.” Testimonios para la Iglesia, vol.5, pág. 704


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