LOS VIGILANTES. Al menos 9 personas murieron y 18 resultaron heridas luego que el tifón «Rumbia» causó estragos en el centro y este de China en los últimos días. Alrededor de 3.512.000 personas han sido afectadas, así como 420.000 hectáreas (1.37 millones de acres) de cultivos. La tormenta también ha dañado más de 5.800 hogares. El tifón tocó tierra cerca de la ciudad de Shanghai justo después de las 04:00 hora local del 17 de agosto con vientos máximos sostenidos de alrededor de 90 km/h (55 mph).
Aunque la tormenta se disipó en las siguientes 36 horas, tuvo fuerza y tiempo suficientes para destruir al menos 9 vidas y causar una lluvia sin precedentes. La más afectada es la provincia de Anhui, donde 1,7 millones de personas se vieron afectadas y casi 243.000 hectáreas (600.000 acres) de cultivos. Más de 4.000 casas han sido dañadas.
En la ciudad de Xuzhou, más de 924.000 personas se han visto afectadas y alrededor de 68.000 ha (168.000 acres) de cultivos. Más de 1.800 casas han sido dañadas, informa Xinhua.
En la vecina provincia de Henan, Rumbia afectó a unas 888.000 personas y dañó casi 109.000 ha (270.000 acres) de cultivos. Según Xinhua, 3 estaciones meteorológicas en la provincia de Henan han reportado una precipitación que excede los 500 mm (19.68 pulgadas), mientras que la precipitación diaria ha establecido récords en ocho estaciones meteorológicas.
Nuestro Comentario
China restringe la difusión del evangelio y persigue sistemáticamente a sus misioneros. ¿Podría este daño masivo estar relacionado? China no quiere considerarse parte del mundo cristiano, pero ¿no sería, por lo tanto, más vulnerable a los ataques del enemigo? Después de todo, China algún día promulgará o estará de acuerdo con una ley dominical universal.
Conexión Profética
“Satanás obra asimismo por medio de los elementos para cosechar muchedumbres de almas aún no preparadas. Tiene estudiados los secretos de los laboratorios de la naturaleza y emplea todo su poder para dirigir los elementos en cuanto Dios se lo permita… Ahora mismo está obrando. Ejerce su poder en todos los lugares y bajo mil formas: en las desgracias y calamidades de mar y tierra, en las grandes conflagraciones, en los tremendos huracanes y en las terribles tempestades de granizo, en las inundaciones, en los ciclones, en las mareas extraordinarias y en los terremotos. Destruye las mieses casi maduras y a ello siguen la hambruna y la angustia; propaga por el aire emanaciones mefíticas y miles de seres perecen en la pestilencia. Estas plagas irán menudeando más y más y se harán más y más desastrosas.” El Conflicto de los Siglos, pág. 646