El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva el 3 de mayo lanzando una nueva iniciativa diseñada para reforzar la influencia de los grupos de fe en el gobierno. La orden fue firmada en el Día Nacional de Oración.
La nueva orden ejecutiva está diseñada para proteger la libertad religiosa de la extralimitación gubernamental.
«Según el documento de la Casa Blanca, la Iniciativa de Fe y Oportunidades de la Casa Blanca ‘asegurará que las organizaciones religiosas y comunitarias que forman la base de nuestra sociedad tengan fuertes defensores en la Casa Blanca y en todo el Gobierno Federal’.
La institución de iniciativas basadas en la fe son frecuentes en la Casa Blanca: Barack Obama lanzó la Oficina de Fe y Alianzas Vecinales, y George W. Bush instituyó una Oficina de Iniciativas Comunitarias y Basadas en la Fe. Ambos programas debían prever que organizaciones de caridad basadas en la fe, tuvieran una vía clara de obtener fondos federales para su trabajo.
Dicho esto, la iniciativa de Trump parece ampliar las funciones de las oficinas anteriores de varias maneras. Para que se entienda, la oficina no solo se centra en iniciativas comunitarias o caritativas. Según el Servicio de Noticias Religiosas, también se le encarga que informe a la administración de ‘cualquier falla del poder ejecutivo en cumplir con las protecciones de libertad religiosa en virtud de la ley.’ La administración Trump ha sido siempre un defensor de la libertad religiosa, particularmente en lo que respecta a causas cristianas evangélicas.
El alcance de esta oficina también parece más amplio que sus predecesores. A diferencia de otras administraciones, la oficina trabajará con todas las agencias gubernamentales, incluso aquellas sin iniciativas basadas en una fe específica. A las agencias sin oficinas basadas en la fe se les asignará un coordinador para trabajar con la Iniciativa de Fe y Oportunidad.
«La administración Trump también dijo que la oficina del presidente se preocuparía menos de ‘las barreras entre la iglesia y el estado’ ‘, permitiendo que las asociaciones gubernamentales-religiosas funcionen» sin el peso de todas estas preocupaciones arbitrarias acerca de lo que es apropiado’.
“Los miembros del consejo consultivo evangélico no oficial de Trump, un amplio grupo de asesores religiosos con acceso directo al presidente, celebraron la noticia. «No podría estar más orgullosa de estar con el presidente Trump, ya que continúa hombro a hombro con las comunidades de fe», dijo la predicadora evangélica Paula White. «Esta orden es una acción histórica que fortalece la relación entre fe y gobierno en los Estados Unidos y el producto serán innumerables vidas transformadas’.
Esta no es la primera vez que Trump utiliza el Día Nacional de Oración para apoyar a los evangélicos. El año pasado, aprovechó el día para anunciar su plan de rescindir la Enmienda Johnson, disposición que prohíbe a las instituciones religiosas apoyar directamente a los candidatos políticos para que no pierdan su estado de organización sin fines de lucro, establecido en la ley 501 (3) (c).
¿Hacia dónde conduce esto? La profecía del fin del tiempo lo deja bien claro.
“Los dignatarios de la iglesia y del estado se unirán para hacer que todos honren el domingo, y para ello apelarán al cohecho, a la persuasión o a la fuerza.” El Conflicto de los Siglos pág. 650.