«Gracias. Gracias. No olvidaré lo que dijo”, expresó el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump al Papa Francisco indicando que tomaría en serio sus palabras. El Sr. Trump estuvo con el Papa durante 30 minutos en el Palacio Apostólico del Vaticano en una reunión a puerta cerrada antes de tomar parte en una sesión conjunta de fotos e intercambio de regalos.
«Ha sido un gran honor conocer a Su Santidad, el Papa Francisco», dijo el Sr. Trump. «Salgo del Vaticano más decidido que nunca a buscar la PAZ de nuestro mundo».
El Sr. Trump se encuentra en un viaje internacional de 9 días, que incluye Arabia Saudita, Israel y el Vaticano, las patrias espirituales de las tres principales religiones monoteístas del mundo, en un intento de hacer un paralelo a la obra pública del Vaticano que busca traer la paz entre las religiones. El Sr. Trump y su comitiva también visitarán Bruselas para reunirse con los líderes de la Unión Europea y la Cumbre del G-7 en Sicilia.
El Papa Francisco obsequió a Trump un ejemplar encuadernado y firmado de sus observaciones del último Día Mundial de la Paz en septiembre, y un conjunto de traducciones en inglés de sus escritos papales incluyendo a Laudato Si, su encíclica del 2015 sobre el cambio climático. Trump es un notable escéptico sobre el cambio climático. Sin duda, el Papa espera influir en el señor Trump.
“Bueno, los leeré”, dijo Trump. «Podemos usar la paz», agregó. A su turno, Trump le regaló a Francisco un juego de escritos de Martin Luther King Jr., personaje que Francisco admira según expresó en el pasado.
Los dos hombres intercambiaron ataques verbales durante la campaña presidencial del año pasado, en los cuales Francisco expresó que las opiniones de Trump no eran las de un cristiano. Trump respondió que los comentarios del pontífice eran «vergonzosos». Sin embargo, la reunión en el Vaticano fue cordial.
En una declaración, el Vaticano expresó su esperanza de que el encuentro sea el inicio de una «colaboración serena» con el gobierno de Trump, una meta que fortalece tanto al Vaticano como a los Estados Unidos en el escenario mundial.
El comunicado indicó que Trump y Francisco tocaron temas como la salud, la educación, la migración, los asuntos internacionales y el diálogo interreligioso. No hubo detalles de lo que se dijo, aunque ambos hombres probablemente hablaron con franqueza.
«Es importante para ambas partes que haya líneas abiertas de comunicación», dijo Giampaolo Malgeri, profesor de ciencias políticas y relaciones internacionales en la Universidad Católica LUMSA de Roma. Malgeri dijo que el aspecto más importante de la reunión era establecer nuevos vínculos entre la Casa Blanca y la Santa Sede.
Los medios italianos denominaron el encuentro como el «G-2», un derivado del G-7 o la cumbre del Grupo de los Siete de los líderes más poderosos del mundo, el cual Trump también conoció.
La audiencia con Francisco ocurrió a tan solo 124 días después de que Trump asumió la presidencia, un tiempo inferior al de cualquiera de las 29 otras reuniones entre un líder de los Estados Unidos y un pontífice. El anterior record lo tenía George H.W. Bush con su visita al Papa Juan Pablo II, 127 días después de asumir su presidencia en 1989.
El séquito de Trump, que incluía su hija Ivanka, su yerno Jared Kushner y el consejero de seguridad nacional H. McMaster, también visitó la Capilla Sixtina.
La primera dama visitó la unidad de atención pediátrica en el hospital Bambino Gesu, en las afueras de la ciudad-estado del Vaticano. La Princesa Diana y la Madre Teresa también habían visitado el hospital.
Ese día, más tarde, el presidente Trump también se reunió con el presidente italiano Sergio Mattarella y el Primer Ministro Paolo Gentiloni.
Los esfuerzos del Sr. Trump de «volver a hacer grande el país de los Estados Unidos» incluiría ciertamente la colaboración del Vaticano.
«Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada.» Apocalipsis 13:11.