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La Biblia y la Revolución Francesa

Por Pastor Hal Mayer

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Queridos amigos:

Bienvenidos al Ministerio Guardad la Fe. Gracias por unirse a mí hoy mientras estudiamos otra importante profecía del fin del tiempo. Vuestras oraciones y vuestro apoyo son de gran significado para nosotros porque ayudan a cambiar vidas para la eternidad. Muchas personas han agradecido a Guardad la Fe por sus continuas presentaciones del mensaje de advertencia para estos últimos días. Muchas personas me dicen que sus vidas y las vidas de sus familiares han sido cambiadas cuando comenzaron a caminar con Dios. Todo esto le hace bien a mi corazón, y aprecio grandemente vuestras oraciones y vuestras donaciones para apoyar la obra que Dios ha encomendado a Guardad la Fe.

También quiero comentarles cuánto aprecio vuestras oraciones por el Centro de Calidad de Vida de Highwood, nuestro ministerio de salud en Australia. Estoy tan agradecido a los voluntarios que han llegado a Highwood desde Australia y de los Estados Unidos, de Canadá, de Europa y aun de Asia, por periodos de tres o seis meses, para ayudar a remodelar y dar una mano con el ministerio allí. Hace muy poco, voluntarios de New South Wales, Queensland, de los Estados Unidos y de Canadá nos han ayudado con muchas remodelaciones. Si ustedes sienten algún interés en trabajar como voluntarios en Highwood, por favor contáctense con nosotros y veremos cómo lo resolvemos.

En estos momentos, Highwood está remodelando dos grandes casas que están siendo convertidas en casas dúplex, para así poder alojar más familias del personal que trabaja con nosotros. Esto nos será de mucha ayuda y creemos que nos va a dar mucho más flexibilidad. Aún estamos confiando en poder remodelar nuestro departamento de terapia, pero por ahora no tenemos todos los fondos que se necesitan para este proyecto. Por favor, oren por esto.

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Francia estaba en la cúspide de grandes adelantos. Sus industrias estaban en crecimiento, su economía estaba lista para expandirse; su pueblo estaba a las puertas de un gran desarrollo intelectual. La Reforma le había dado a Francia la oportunidad de cambiar el curso de la historia si aplicaba los principios reformados. Pero algo ocurrió que impediría que Francia alcance grandes alturas; algo terrible; algo oscuro y devastador; algo que se está repitiendo hoy en muchas, muchas naciones. Este va a ser nuestro estudio hoy, mientras exploramos los tiempos en que vivimos a la luz de la historia. Vuestro entendimiento de este importante capítulo de la historia los ayudará a entender nuestros tiempos proféticos como nunca antes.
Pero antes de comenzar, vamos a orar. Nuestro Padre celestial, es con gratitud que venimos a Ti hoy a pedirte que Tu Espíritu Santo nos ilumine. Revélanos las lecciones para nuestros tiempos, y danos la certeza de Tu presencia. Muéstranos cómo vivir y cómo no vivir para que podamos reflejar en nuestras vidas los verdaderos principios del cielo. Entendemos que nuestra sociedad está cambiando. Y vemos como la profecía bíblica se está cumpliendo. Por ello, abre las ventanas de los cielos y derrama una bendición sobre nosotros mientras consideramos nuestro tema hoy. En el nombre de Jesús, amén.

La Biblia siempre ha estado en el centro de la controversia entre Cristo y Satanás. A través de toda la historia Satanás ha tratado de oscurecer la Biblia, porque sabe que posee poder para salvar a las almas perdidas del pecado y de la destrucción eterna. Él está decidido a hacer todo lo que pueda para distraer a los hombres para que no la lean, aun si tiene que quemarlos en la hoguera o torturarlos en un calabozo. Su crueldad no conoce límites. Y aun si ustedes no son cristianos, él es vuestro peligroso enemigo.

La razón por la cual Satanás odia tanto la Biblia, es porque la Biblia revela la voluntad de Cristo y muestra el camino de la salvación. También es el mensaje de Cristo para Su iglesia. Pero por sobre todas las cosas, el enemigo odia la Biblia porque ésta expone sus engaños. La enemistad de Satanás hacia Cristo es mortal y se extiende, si es posible, a los seguidores de Cristo. Él quiere eliminar a todo el mundo con su poder destructivo. Nosotros necesitamos la Biblia si queremos sobrevivir a sus ataques, tanto en nuestras vidas diarias como durante la crisis final.

En la historia hay un registro de los resultados desastrosos que tuvieron lugar en una nación cuando ésta rechazó la Biblia. Esa nación es Francia. Y es importante que entendamos la historia de Francia como una vislumbre profética de lo que el mundo va a ser justo antes que Jesús regrese nuevamente. Espero que vuestras mentes puedan sean ampliadas hoy al considerar las implicancias para nuestros propios tiempos.

Escuchen esta declaración del libro Maranata p.144. “El espiritismo asegura que los hombres son semidioses no caídos; que ‘cada mente se juzgará a sí misma’; que el ‘verdadero conocimiento coloca a los hombres por encima de toda ley’; que ‘todos los pecados cometidos son inocentes’, porque ‘todo lo que existe es correcto’, y porque ‘Dios no condena’. Pretende que los seres humanos más viles están en el cielo, exaltados. Declara a todos los hombres: ‘No importa qué hagáis; vivid como os plazca; el cielo es vuestro hogar’. Multitudes llegan así a creer que el deseo constituye la ley suprema, que el desenfreno es libertad, y que el hombre es responsable solamente ante sí mismo”.

“Al mismo tiempo la anarquía trata de hacer desaparecer toda ley, no sólo divina sino humana. La centralización de la riqueza y el poder, las vastas combinaciones hechas para el enriquecimiento de unos pocos a expensas de la mayoría; la unión de las clases más pobres para organizar la defensa de sus intereses y derechos; el espíritu de inquietud, desorden y derramamiento de sangre; la propagación mundial de las mismas enseñanzas que produjeron la Revolución francesa, tienden a envolver al mundo entero en una lucha similar a la que convulsionó a Francia”.

¿Escucharon la lista? ¿Tenemos todas estas cosas hoy? Por ejemplo, ¿vemos la centralización de las riquezas y del poder? Por supuesto que sí. La consolidación de inmensos negocios es tan solo un ejemplo. Aun cuando existe la así llamada “competencia”, solo unas pocas corporaciones gigantescas controlan la mayor parte de los recursos en un sector determinado de la economía. Y esto les da un enorme poder. También los bancos centrales están usando una crisis económica fabricada para aumentar y consolidar la riqueza y el poder en las manos de unos pocos, y se están quedando con las mayores riquezas a través de la devaluación de la moneda. Otro ejemplo es la bolsa de valores, las cuales enriquecen a unos pocos a expensas de muchos. Y la lista continúa y continúa.

¿Existen ambientes de disturbios, alborotos y derramamiento de sangre? ¿Y los desórdenes en Grecia, Inglaterra y España en tiempos recientes? ¿Y los levantamientos en África del Norte y en Medio Oriente? Hay disturbios y derramamiento de sangre por todas partes.

¿Qué de la propagación a nivel mundial de las mismas enseñanzas que condujeron a la Revolución Francesa? ¿Tenemos esto? Claro que sí. La enseñanza es más o menos así: ustedes pueden hacer lo que quieran. Ustedes son su propio juez en cuanto a lo que está bien y a lo que está mal. Dios no tiene más nada que ver. Además no lo necesitan. Esta idea está en todas partes, mis amigos. La Revolución Francesa fue el resultado de todos estos asuntos y otros más, y condujo a la anarquía y a la ruina. Nuestro mundo está siendo conducido en la misma dirección. Es que la historia de Francia que terminó en la Revolución es muy similar a lo que está sucediendo hoy. Analicemos entonces la historia de Francia a la luz de esta declaración profética y veamos si podemos entender más claramente hacia dónde se dirige nuestro mundo.
Durante la Reforma Protestante, aun antes que Lutero comenzara a denunciar al Papa, había en la Universidad de Paris un profesor muy erudito pero humilde, que estaba enseñando los principios del evangelio a sus estudiantes. Su nombre era Lefevre. Él una vez dijo respecto de la cruz de Cristo: “Oh, la inexplicable grandeza de ese intercambio, -el Inmaculado es condenado, y el culpable sale absuelto; el Bendito lleva la maldición, y el maldito es conducido a la bendición; la Vida muere, y el muerto vive; la Gloria es cubierta de tinieblas, y aquel que no conocía nada más que confusión es vestido de gloria”. D’Aubigne, Londres, b. 12, ch. 2.

Lefevre impactó grandemente a sus estudiantes y muchos de ellos se convirtieron a Cristo y al evangelio. Uno de ellos fue William Farel. Farel fue un ardiente seguidor del Papa y era muy celoso en defender la fe católica. Al principio rechazó el evangelio, pero como sucede a menudo, su alma no lograba encontrar la paz. Sus pecados lo persiguieron hasta que finalmente leyó la Biblia, y allí encontró a Cristo como su Salvador personal.

Wikipedia Article on Jacques Lefèvre d‘Étaples [1]

Articulo de Wikipedia sobre Jacques Lefèvre d‘Étaples [2]

Mis amigos, la Biblia va a cambiar vuestras vidas. Si quieren amar a Dios, estudien la Biblia. Si quieren que sus pecados sean perdonados, estudien la Biblia. Si quieren la salvación, estudien la Biblia. Si quieren vivir para siempre, estudien la Biblia. Desde luego que eso no es todo. Tienen que rendirse al amor de Cristo presentado en la Biblia. Tienen que entregarse a Él y permitir que Él cambie vuestros corazones.
William Farel se volvió tan celoso en proclamar a Cristo como lo había sido para defender al Papa. A donde quiera que fuera, ganaba conversos para el evangelio. También tuvo éxito ayudando a encontrar a Cristo a algunos profesores de elevado rango de la universidad, y que se le unieron para proclamar la verdad. Hábiles artesanos, trabajadores comunes escucharon el evangelio por primera vez, y muchos de ellos se regocijaron con la luz de la palabra de Dios. La Biblia estaba comenzando a transformar las vidas del pueblo, y si esta no fuese ocultada, transformaría la vida de toda la nación. Hasta la hermana del rey Francisco I aceptó el mensaje de reforma.

Roma le ocultó la Biblia al pueblo. Las personas estaban hambrientas y sedientas por el mensaje celestial, pero en vez de ello Roma les dio cáscaras que no satisfacían. Aquellos que escucharon el evangelio eran como un fatigado viajero que había llegado a una fresca vertiente de agua fría. Y su alegría no tuvo límites.

Uno de los primeros conversos de Farel al evangelio fue el Obispo de Meaux, William Briconnet. Este hombre era un dignatario de la iglesia, pero hizo mucho para llevarle el evangelio al común de la gente, a los campesinos. También corrigió muchas corrupciones removiendo a malos sacerdotes y corrigiendo los abusos. Lefevre había comenzado la traducción del Nuevo Testamento de las Santas Escrituras al francés y las había publicado en Meaux. Esto sucedió más o menos al mismo tiempo que el Nuevo Testamento de Lutero estaba saliendo de la imprenta en Wittenberg. El Obispo Briconnet, fue muy efectivo en distribuir las Biblias entre sus parroquias, y así el pueblo pudo tener la Biblia en sus propias manos. Desde luego que esto fue un gran pecado a los ojos de la jerarquía. La jerarquía Católica Romana eventualmente descubrió que el Obispo estaba del lado del evangelio.

Wikipedia Article on William Farel [3]

Articulo de Wikipedia sobre Guillaume Farel [4]

Wikipedia Article on Guillaume Briçonnet [5])

No pasó mucho tiempo hasta que decidieron silenciar a su Obispo, de una u otra manera. Después de todo, si no conseguían controlar ni a sus propios líderes, ¿cómo esperaban mantener bajo su control al resto de la sociedad? Eventualmente, Briconnet fue forzado a escoger entre renunciar a la fe Protestante o la hoguera. Tristemente, escogió la renuncia. Su pueblo sin embargo, estaba más convencido que él. Muchos de ellos dieron sus vidas en las llamas. Esto diseminó el interés en la Biblia por toda Francia.

Entonces se levantó un noble que estaba hecho de un material resistente. Louis de Berquin primero amó a la Iglesia, pero cuando providencialmente fue conducido a la Biblia y a Jesús, se convirtió en un fuerte defensor de la doctrina de la Reforma. Tenía conexiones políticas e hizo mucho para diseminar el evangelio en Francia. Pero la iglesia estaba decidida a silenciarlo también. Presionaron al rey Francisco I.

Cuando aumentó el peligro, Berquin recibió una carta del famoso y erudito, pero complaciente Erasmo: “Solicita que te manden de embajador al extranjero; ve y viaja por Alemania. Ya sabes lo que es Beda, un monstruo de mil cabezas, que destila ponzoña por todas partes. Tus enemigos son legión. Aunque fuera tu causa mejor que la de Cristo, no te dejarán en paz hasta que hayan acabado miserablemente contigo. No te fíes mucho de la protección del rey. Y sobre todas las cosas, te encarezco que no me comprometas con la facultad de teología.” El Conflicto de los Siglos p.229-230.
Este tipo de consejo no impresionó a Berquin. Lejos de aceptar este consejo comprometedor, redobló sus esfuerzos y proclamó más intrépidamente el evangelio. Después de muchas vueltas y revueltas, Berquin también fue ejecutado y quemado en la hoguera. Estas pérdidas fueron duras para la Reforma, pero sirvieron para aumentar la convicción de otros y para diseminar ampliamente las enseñanzas de la Biblia.

Cuando Berquin fue ejecutado, William Farel dejó Meaux y se fue a su hogar. Allí predicó la verdad en las cercanías. Se levantó una gran persecución en Meaux y esto dispersó a muchos otros también, llevando así la luz a otros lugares alejados.
Y mientras todo esto sucedía en Francia, Dios estaba levantando otra arma en su arsenal en Paris. Juan Calvino había llegado para estudiar teología en la Universidad y se perfilaba como un gran defensor de la Iglesia Católica. Era un fuerte Papista y no quería saber nada de las doctrinas de la fe reformadora. Él hasta sentía que los reformadores merecían las hogueras en las que eran quemados.

Pero Dios tenía un plan para Calvino y sabía cómo alcanzarlo. Calvino tenía un primo cuyo nombre era Olivetán, un valdense, que eventualmente tradujo la Biblia al francés para el pueblo Valdense.

Olivetán, como todo joven Valdense, fue enviado como misionero para infiltrar las universidades y para diseminar el evangelio adonde fuese posible. Estuvo en Paris durante algún tiempo y se encontró con su primo Calvino. Naturalmente, los disturbios religiosos del momento surgieron en sus conversaciones.

Un día Olivetán le hizo esta observación a Calvino: “No hay más que dos religiones en el mundo —decía Olivetán, el protestante. — Una, que los hombres han inventado, y según la cual se salva el ser humano por medio de ceremonias y buenas obras; la otra es la que está revelada en la Biblia y que enseña al hombre a no esperar su salvación sino de la gracia soberana de Dios”.

“No quiero tener nada que ver con ninguna de vuestras nuevas doctrinas —respondía Calvino, — ¿creéis que he vivido en el error todos los días de mi vida?” Historia del Protestantismo, J. A. Wylie, libro 13, capítulo 7; ver también El Conflicto de los Siglos p.233.

Pero la fuerte reacción de Calvino solo sirvió para hacerlo pensar acerca de la observación de Olivetán. Mientras más trataba de alejar ese pensamiento, más lo importunaba. La convicción del pecado vino sobre él y sus tinieblas se profundizaron. Trató de hacer penitencias, y obedecer todos los requerimientos de la iglesia, pero no ayudó.

Un día, cuando estaba en gran desesperación, vio a un protestante siendo quemado en la hoguera en la plaza pública y quedó sorprendido con la paz de su rostro mientras las llamas lo consumían, especialmente cuando la comparó con la desesperación y las tinieblas de su alma. Él sabía que los herejes fundamentaban su fe en la Biblia. Asique decidió leerla por sí mismo. Allí encontró a un amante Jesús y fue conducido a entregar su corazón a Cristo. Ahora, en vez de defender a la Iglesia Católica, enseñaba el evangelio de casa en casa en Paris. Continuó silenciosamente su obra. Dios lo estaba preparando para hacer una obra más prominente algún tiempo después. Pero eventualmente la sospecha cayó sobre él también. Cuando los oficiales venían para arrestarlo por herejía por la puerta del frente, Calvino escapó por una ventana posterior, y salió de Paris, solo para diseminar el evangelio en el campo.

Wikipedia Article on John Calvin [6]

Articulo de Wikipedia sobre Juan Calvino [7]

Pero un evento insensato cambió el curso de la Reforma en Francia. Mientras el rey dudaba entre su lealtad al Catolicismo y al Protestantismo, algunos Protestantes, ansiosos de mantenerse al tanto de la Reforma en Alemania y en otros lugares, decidieron colocar letreros por todo Paris en una noche. Uno de los letreros fue colocado en la puerta del dormitorio del rey. No se sabe si fue un amigo o un enemigo de la Reforma el que lo colocó allí.

Pero eso no importó. Los papistas sacaron ventaja de eso. Afirmando que las doctrinas de la Reforma harían colapsar a toda la sociedad, presionaron al rey para que se opusiera a la Reforma. El rey se puso del lado de los papistas, y esto eventualmente condujo a la horrible masacre del Día de San Bartolomé. En una noche miles de protestantes fueron asesinados a sangre fría en Paris. La ruda crueldad duró tres meses y se extendió por todo el país. Editores, autores, eruditos, profesores, artesanos y hasta algunos nobles desaparecieron repentinamente. Muchos hogares quedaron vacíos. Roma le quitó a Francia sus mejores mentes, sus mejores artesanos, y sus obreros más productivos.

Wikipedia Article on the Affair of the Placards [8]

Articulo de Wikipedia sobre el Asunto de los pasquines [9]

Wikipedia Article on the St. Bartholomew’s Day massacre [10]

Articulo de Wikipedia sobre la Matanza de San Bartolomé [11]

Calvino eventualmente dejó Francia, y bajo la sugerencia de William Farel, que ahora estaba viviendo en Ginebra, hizo de la cuidad Suiza su hogar y el centro de su trabajo. Pero Francia tenía ahora muy poca influencia reformista. Los papistas se regocijaron. Pero desafortunadamente Francia sentiría la maldición y su influencia sobre la sociedad al rechazar la Biblia.

Las consecuencias de la masacre del Día de San Bartolomé fueron increíbles. No solo removió a los protestantes a través del asesinato o del exilio, sino que también removió la influencia de la Biblia sobre la sociedad. Mientras los papistas se regocijaban con el derramamiento de sangre, y el Papa emitió una medalla para conmemorar la crueldad, Francia iba a sufrir ahora las dramáticas consecuencias de rechazar las Santas Escrituras en toda su sociedad. Todo sufrió debido al rechazo de la palabra de Dios.

Francisco I había sido responsable de promover el reavivamiento de estudiar en Francia. A él le gustaban los logros intelectuales. La Reforma involucraba un debate intelectual que a Francisco le gustaba ver. Esta fue una de las razones por las cuales él toleraba la reforma. Le gustaba el desafío intelectual que la Biblia de los reformadores traía a Francia, especialmente contra el dogma Católico Romano y especialmente contra aquellos monjes indolentes. Tal vez le gustaba observar su disgusto cuando se les demostraba su ignorancia, y esto era una especie de deporte.
Pero el celo fanático de los papistas anuló su deseo de libertad en el mercado intelectual. Debido a que Francisco se puso del lado de los papistas, quienes lo presionaron mucho políticamente, una somnolencia intelectual se estableció en Francia. Las mentes nobles habían sido asesinadas o estaban en el exilio en otros países. Francia había estado al borde de un gran avance en el aprendizaje. Podría haber sido uno de los líderes del conocimiento y de la sabiduría. Pero por haberle dado las espaldas a la Biblia de los Protestantes, ahora iba a ser empujada de vuelta a las tinieblas.

Aquí hay otra lección. La instrucción intelectual no protege a la sociedad contra el fanatismo, la intolerancia y la persecución. En nuestros días de gran luz y de logros intelectuales, no estamos a salvo de las manipulaciones emocionales y del fanatismo más de lo que lo estaba Francia. Bajo la presión de una crisis, las personas pueden ser fácilmente dominadas y manipuladas a hacer cosas que de otra manera jamás harían.

Vean también en El Conflicto de los Siglos, el capítulo sobre la Reforma Francesa.

Debido a la Biblia y a la iluminación intelectual, Francia estaba en una posición como para beneficiarse económicamente. La Biblia habría mejorado la economía tal como lo hizo en otros países reformadores. Pero ahora a Francia no se le permitiría sacar ventaja de esto.

Pero además hay muchas otras consecuencias. Piensen en los efectos de la gran Reforma en las naciones que la aceptaron. La mayor obra de la Reforma Protestante no fue el coraje o la bravura de los reformadores, aun cuando eso fue muy importante. La mayor obra de la Reforma fue la distribución de la Biblia en las manos del pueblo común en su propio idioma. Esto horrorizó a Roma y la hizo reaccionar con gran violencia. En los países reformados, el tener la Biblia en las manos del pueblo común en su propio idioma trajo un poderoso cambio en toda la sociedad.

Muchas de las personas comunes, o campesinos, que no habían ido a la escuela no podían leer ni entender la Biblia. Sin embargo, una vez que tuvieron la posibilidad de poder leer la santa palabra de Dios por ellos mismos, se motivaron grandemente para volver a la escuela, a la escuela nocturna, para aprender a leer. Las escuelas nocturnas en los países Protestantes se volvieron cada vez más importantes, ya que cada vez más personas, jóvenes y adultos, trataban de entender la Biblia.

Cuando las personas aprendieron a leer, mejoró grandemente su habilidad intelectual. Ahora podían pensar con más efectividad, y al entender las enseñanzas de la palabra de Dios, se dieron cuenta que los sacerdotes les habían enseñado un error. Y horror de horrores, ahora podían cuestionar las enseñanzas de los sacerdotes de Roma. Esto naturalmente incomodó mucho a los sacerdotes. Después de todo, muchos de ellos eran ignorantes de las escrituras y apenas repetían como loros los dogmas papales. Pero mientras los sacerdotes se sentían amenazados por las enseñanzas de las Escrituras, no tenían ninguna idea de que Dios había comenzado un proceso, el cual iba a derrocar el gran trono Papal en los corazones del pueblo.
Las grandes capacidades intelectuales hicieron muchas cosas por el pueblo en los países Protestantes. Ellos podían leer otros libros y desarrollar más sus intelectos. Podían inventar aparatos que les ahorraran tiempo en los trabajos y que aumentasen la productividad. Las nuevas eficiencias les dieron más tiempo para la familia, o tiempo para trabajar en medios que mejoraran sus vidas.

La productividad mejorada fortaleció la economía tanto para las familias individualmente como para la nación. Las mejores condiciones dieron origen a una clase media, la cual eventualmente derrocó el sistema feudal que había dominado a través de los gobernantes y de la Iglesia Católica Romana. Y fue la Biblia la que comenzó todo. El plan histórico de Roma siempre había sido reemplazar la Biblia con la superstición; reemplazar los principios económicos bíblicos por los principios económicos papales. El plan de Roma era mantener al pueblo en la ignorancia de las Escrituras y así crear una economía social que los mantendría en la pobreza y en el sufrimiento.

Pero piensen un poco más en la consecuencia económica. Hasta la Reforma, había principalmente dos clases de personas; el rico y el pobre. La opresión estaba por todas partes. El rico oprimía al pobre y el pobre odiaba al rico. El rico, lo cual incluía al clero, tenían todo debido a la manera en que estaba organizada la sociedad, y por lo tanto no tenían ningún motivo para invertir sus recursos en la productividad de la sociedad en general.

Por otro lado, el pobre usaba todo su tiempo y energía para vivir, para poder vestir sus cuerpos con alguna ropa, para poner alimento en sus mesas y un techo sobre sus cabezas. Eso era todo lo que tenían. Y a menudo era insuficiente. Por lo tanto, la economía feudal estaba estancada en muchos lugares. Pero la introducción de la Biblia y el surgimiento de una clase media en las naciones reformadas cambió todo eso. La clase media, por definición, posee más dinero del que necesita para las necesidades básicas de la vida. Esto significa que pueden usarlo para mejorar sus condiciones, o invertir en más educación, o inventos, o en negocios, y así aumentar sus riquezas aún más.

El surgimiento de una clase media como resultado de la introducción de la Biblia en la sociedad, comenzó a aumentar la riqueza del pueblo en las naciones Protestantes, y eso les proveyó más motivaciones, más productividad y más independencia. Eventualmente esto condujo a la libertad de todo tipo.

La Reforma creó una sinergia y un poder económico que hizo que las naciones Protestantes fuesen menos dependientes de Roma y que fuesen capaces de crear y de ejercitar sus propias políticas, tanto internas como externas sin la intervención de Roma. También abrió nuevos canales de comercio. Los viajes se hicieron más fáciles debido a las invenciones. Lo mismo sucedió con las comunicaciones. Comparado con hoy en día, eso era muy primitivo. Pero en aquel entonces fue un gran avance.
Piensen por un minuto en la invención de la imprenta. La imprenta cambió dramáticamente las comunicaciones. En vez de estar limitados por la palabra o la escritura a mano, ahora había libros y diarios, y otros materiales que mantendrían al pueblo común informado de los eventos y de las ideas actuales, tanto políticas como religiosas. Esto captó la atención del pueblo. Ahora podían introducirse en la vida política de las naciones Protestantes. Y la enseñanza de la Biblia comenzó a influenciar la vida política de estas naciones. Aun cuando la verdad no necesita ni desea el apoyo político, influencia sin embargo, la naturaleza política de la sociedad si el pueblo vive de sus preceptos. La única manera en que el pueblo podía tener la Biblia en sus hogares y corazones fue a través de la imprenta, que en aquel tiempo, era barata y de más fácil obtención para el pueblo común. Ahora casi todos podían tener una Biblia.

La Reforma Protestante también satisfizo una gran hambre en los corazones del pueblo para un compromiso espiritual personal más significativo. El sistema Católico Romano fue construido bajo el concepto del ritual religioso, y que los sacerdotes decían que era la base de su salvación. Solamente si la persona participaba en el ritual podía ser salva. El sistema era conducido por el miedo de que si no participaba del ritual, entonces uno estaba perdido. En este sistema, el amor estaba desprovisto de la fe y en su lugar fue colocado el miedo a un Dios vengativo.

¿Creen ustedes que muchas personas piensan de esta manera aún hoy? Muchas personas quieren una religión que no requiera más que un “ritual” semanal. Ir a la iglesia, escuchar el sermón y volver a casa. Ellos repiten esto semana tras semana. Muchos protestantes creen que si ellos van regularmente a la iglesia y mientras la estén apoyando con sus diezmos y ofrendas, van a ser salvos.

Pero la Reforma Protestante enseña que la salvación es el resultado de una relación personal con Cristo. Esto significaba que las personas estaban emocionalmente ligadas a Dios por el amor, no por el miedo. Un gran cambio comenzó a tener lugar en los corazones del pueblo. Ahora ellos eran libres de la servidumbre y de la esclavitud de Roma. Ahora podían explorar nuevas ideas, experimentar nuevos inventos y mejorar su destino en la vida. Las familias fueron más estables. Mejoraron los negocios. Floreció la economía. Una gran luz brilló sobre ellos y se regocijaron con las consecuencias de su resplandor.

Todo esto llevó a cabo la Biblia en las naciones reformadas. Hasta cambió la manera en que las personas pensaban sobre sí mismas y sobre su propiedad. Ahora mantenían sus hogares y sus jardines limpios y bien ordenados. Ahora respetaban la propiedad de los demás. El embotamiento y el letargo intelectual de la era medieval fueron reemplazados por el entusiasmo y por los desafíos. Sus corazones estaban llenos de interés en una vida que ahora tenía significado y propósito. Ahora tenían una razón para existir. Tenían una obra que hacer.

Pero Francia no iba a participar de nada de esto. Iba a perder su conexión con la Reforma. Mientras las otras naciones del Norte de Europa se regocijaban en la luz de la verdad de Dios, Francia languideció en las tinieblas medievales. Ante el surgimiento de un gran avance de la brillantez intelectual, del desarrollo industrial, de la transformación económica, de la estabilidad social y de la verdadera libertad, Francia iba a perder su oportunidad. Mientras las naciones Protestantes estaban experimentando las primeras emociones de libertad, Francia estaba nuevamente engrillada y siendo arrastrada a las ciénagas de la superstición medieval y de la decadencia moral.

Del libro El Conflicto de los Siglos p.243, leemos lo siguiente: “Terribles eran las tinieblas de la nación que había rechazado la luz de la verdad. ‘La gracia que trae salvación’ se había manifestado; pero Francia, después de haber comprobado su poder y su santidad, después que millares de sus hijos hubieron sido alumbrados por su belleza, después que su radiante luz se hubo esparcido por ciudades y pueblos, se desvió y escogió las tinieblas en vez de la luz. Habían rehusado los franceses el don celestial cuando les fuera ofrecido. Habían llamado a lo malo bueno, y a lo bueno malo, hasta llegar a ser víctimas de su propio engaño”.

“La Reforma había presentado al mundo una Biblia abierta, había desatado los sellos de los preceptos de Dios, e invitado al pueblo a cumplir sus mandatos. El amor infinito había presentado a los hombres con toda claridad los principios y los estatutos del cielo. Dios había dicho: ‘Los guardaréis pues para cumplirlos; porque en esto consistirá vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a la vista de las naciones; las cuales oirán hablar de todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido es esta gran nación’. (Deuteronomio 4:6, V.M.) Francia misma, al rechazar el don celestial, sembró la semilla de la anarquía y de la ruina; y la acción consecutiva e inevitable de la causa y del efecto resultó en la Revolución y el reinado del terror”. El Conflicto de los Siglos p. 245.

La corrupción de los sacerdotes condujo a la corrupción moral de la sociedad, porque el pueblo no se va a levantar más alto que sus líderes. La norma de piedad ciertamente era muy baja. El libertinaje, el vicio y el crimen aumentaron rápidamente en Francia, mientras que al mismo tiempo estaba disminuyendo en los países Protestantes.

La Inquisición continuó su trabajo de crear un levantamiento social. Siempre que fue posible, la luz de la libertad fue destruida. La Inquisición fue responsable de que aún los miembros de una misma familia tuviesen miedo los unos de los otros. Bajo la Inquisición, la mera sospecha de herejía era suficiente para que el acusado fuese declarado culpable, y sería castigado de acuerdo a la profundidad de su arrepentimiento. Un miedo subyacente controló las almas de las personas y aún a las más buenas y benignas. Este tipo de inestabilidad social siempre conduce al desorden social.

Al mismo tiempo que otras naciones estaban reconstruyendo y fortaleciendo sus sociedades, Francia estaba sufriendo bajo un pesado yugo, arrastrando una carga emocional y económica a través de la historia que la haría encorvarse hasta que finalmente desembocó en una revolución que casi destruyó a toda la nación Francesa.
Un dramático cambio social tuvo lugar después de la masacre del Día de San Bartolomé. La pérdida de las mentes más brillantes de Francia, afectó grandemente la productividad y la economía de la nación. Hubo una disminución en la disponibilidad de productos y de servicios que habían sido provistos por aquellos que habían sido asesinados o que habían huido. También hubo una disminución en la calidad de los bienes producidos por artesanos menos capacitados. La vida en general comenzó a decaer.

La pérdida de los hugonotes y de otros protestantes en Francia, dejó a la nación sin recursos para fortalecerse a sí misma en la competitividad económica con otras naciones como Alemania, Suiza y Holanda. Además, la Inquisición debilitó los negocios, el intercambio y el comercio. Los bienes y servicios estaban sujetos a la inspección y a la confiscación. La Inquisición gobernó la economía y también al pueblo. Así la economía nacional sufrió grandemente y dejó a Francia lejos detrás de las demás naciones del Norte Europeo.

Otra fuente de inestabilidad económica fue la extorsión ejercida por la Iglesia Católica. A través del miedo y de la superstición Roma extrajo mucho dinero del pueblo, el cual estaba inútilmente esperando poder comprar la salida de sus almas del purgatorio. Esto les costó mucho dinero sin recibir nada a cambio; dinero que podrían haber usado para mejorar sus circunstancias o para desarrollar a la nación.
También hubo una disminución en la agricultura de Francia. Muchos de los agricultores habían sido asesinados o exilados. Sus campos una vez fértiles y productivos estaban destruidos y llenos de malezas. Sus hogares estaban vacíos y desmejorados por falta de mantenimiento. Esta circunstancia significaba que habría escasez de alimentos. El alimento aún disponible era de baja calidad, o era caro, o ambas cosas. Las importaciones casi no existían, excepto en las áreas fronterizas debido a la falta de transporte para enviar grandes cantidades de alimento. Los nuevos inventos en herramientas y en equipos no estaban tan rápidamente disponibles como lo estaban en los países Protestantes, debido a la falta de habilidad para inventarlos.

Todas estas cosas condujeron a la depresión económica. La pobreza cayó sobre Paris y sobre otros lugares, ya que cada vez más personas cayeron en la pobreza y requirieron el apoyo del gobierno. Paris era una ciudad próspera. Aún había solo dos clases sociales, el rico y el pobre, y esto trajo muchos desajustes sociales incluyendo crímenes como el hurto, asalto y robo, violencia y otros crímenes. Paris se convirtió en un ejemplo de lo que sucede cuando la mayoría de la nación está en pobreza y en una destitución extrema. La clase media que se estaba desarrollando en otras naciones reformadas construyendo sus economías, no se desarrolló en Francia durante ese tiempo.

Escuchen lo que El Conflicto de los Siglos p.322 dice acerca de la economía en este periodo: “Con la huida de los hugonotes quedó Francia sumida en general decadencia. Florecientes ciudades manufactureras quedaron arruinadas; los distritos más fértiles volvieron a quedar baldíos, el entorpecimiento intelectual y el decaimiento de la moralidad sucedieron al notable progreso que antes imperara. París quedó convertido en un vasto asilo: asegúrase que precisamente antes de estallar la Revolución doscientos mil indigentes dependían de los socorros del rey. Únicamente los Jesuitas prosperaban en la nación decaída, y gobernaban con infame tiranía sobre las iglesias y las escuelas, las cárceles y las galeras”.

Al comienzo de la Reforma, Francia estaba al borde de la libertad a la luz del evangelio. Los derechos personales y las libertades habrían llegado a Francia tal como lo hicieron en otras naciones, si ella hubiese aceptado la Biblia y hubiese permitido que hiciese su obra. En vez de tener un aumento de los derechos personales y de la libertad, Francia perdió su oportunidad y su pueblo permaneció en la esclavitud bajo sus gobernantes tanto en forma nacional como espiritual. El sistema feudal floreció bajo estas circunstancias.

El sistema judicial era corrupto. Los sobornos eran fáciles de lograr, y los jueces encontraban maneras de tomar decisiones que sabían que los iban a beneficiar a ellos mismos o a sus amigos. Los jueces también tenían intereses creados para proteger la iglesia. El sistema de justicia estaba organizado de tal manera que favorecía al rico y oprimía al pobre. Así, el pueblo perdió toda la confianza en el sistema de justicia. Después de todo, podían ver claramente que no era justo de ninguna manera. Al mismo tiempo en que las naciones reformadas estaban mejorando sus cortes y sus sistemas de justicia, Francia caía nuevamente en sus caminos medievales.

Durante 158 años estas condiciones fueron como una droga para el pueblo Francés. Estaban en un estado de estupidez. Pero bajo la superficie había un creciente despertar y una exasperación que hizo que el pueblo desease salir de la opresión, tanto de la iglesia como del estado. Gradualmente, comenzaron a darse cuenta que ni el orden político ni el orden religioso los estaba ayudando. Eventualmente, llegaron a entender que la Iglesia los estaba controlando contra sus mejores intereses. Era como una gotera que les succionaba el dinero y no les proveía nada o muy poco a cambio.

Poco después del comienzo de la Reforma, la orden de los Jesuitas llegó a Francia. A través de toda la cristiandad, el Protestantismo fue amenazado por este enemigo. “Entonces fue cuando nació la orden de los Jesuitas, que iba a ser el más cruel, el menos escrupuloso y el más formidable de todos los campeones del papado”. El Conflicto de los Siglos p. 249. “Libres de todo lazo terrenal y de todo interés humano, insensibles a la voz del afecto natural, sordos a los argumentos de la razón y a la voz de la conciencia, no reconocían los miembros más ley, ni más sujeción que las de su orden, y no tenían más preocupación que la de extender su poderío. (Véase el Apéndice.) El Evangelio de Cristo había capacitado a sus adherentes para arrostrar los peligros y soportar los padecimientos, sin desmayar por el frío, el hambre, el trabajo o la miseria, y para sostener con denuedo el estandarte de la verdad frente al potro, al calabozo y a la hoguera. Para combatir contra estas fuerzas, el jesuitismo inspiraba a sus adeptos un fanatismo tal, que los habilitaba para soportar peligros similares y oponer al poder de la verdad todas las armas del engaño. Para ellos ningún crimen era demasiado grande, ninguna mentira demasiado vil, ningún disfraz demasiado difícil de llevar. Ligados por votos de pobreza y de humildad perpetuas, estudiaban el arte de adueñarse de la riqueza y del poder para consagrarlos a la destrucción del protestantismo y al restablecimiento de la supremacía papal”.

¿Creen ustedes que los Jesuitas aún hoy están dedicados a este propósito? Estoy seguro que sí. Y han tenido mucho éxito en destruir al Protestantismo. Todo lo que ustedes tienen que hacer es leer lo que ellos mismos escriben. En sus propias páginas web, por ejemplo, se glorían en el hecho que líderes de naciones y de regiones de la tierra, tal como la Unión Europea, son conducidas por hombres que ellos han entrenado y que exponen sus objetivos, tal como lo hemos documentado anteriormente.

Pope hopes for 2013 of peace, slams unbridled capitalism [12]

El Papa auguró paz para el 2013 [13]

Voy a continuar leyendo de El Conflicto de los Siglos p.250. “Con muy diversos disfraces se introducían los Jesuitas en los puestos del estado, elevándose hasta la categoría de consejeros de los reyes, y dirigiendo la política de las naciones. Se hacían criados para convertirse en espías de sus señores. Establecían colegios para los hijos de príncipes y nobles, y escuelas para los del pueblo; y los hijos de padres protestantes eran inducidos a observar los ritos romanistas. Toda la pompa exterior desplegada en el culto de la iglesia de Roma se aplicaba a confundir la mente y ofuscar y embaucar la imaginación, para que los hijos traicionaran aquella libertad por la cual sus padres habían trabajado y derramado su sangre. Los Jesuitas se esparcieron rápidamente por toda Europa y doquiera iban lograban reavivar el papismo”.

Cuando los Jesuitas infiltraron Francia y comenzaron su obra despótica, Francia estuvo bajo circunstancias aún más diabólicas y debilitantes. El Conflicto de los Siglos p.322, provee un poderoso descripción de su obra en Francia. “Únicamente los Jesuitas prosperaban en la nación decaída, y gobernaban con infame tiranía sobre las iglesias y las escuelas, las cárceles y las galeras”.

Los Jesuitas restablecieron la Inquisición en Francia bajo la autoridad de una proclamación formal papal, dándole poder a su terrible tribunal. Los Jesuitas se aseguraron que habían hecho todo lo posible para eliminar todo lo que ellos calificaron como “herejía” en Francia. El pueblo y la nación fueron obligados a someterse a una servidumbre de la iglesia. Esto significaba que la Biblia no tenía un lugar en la vida de la nación.

Este estado de cosas continuó durante 150 años después que Francia se comprometió totalmente a perseguir a los Reformadores. El 21 de Enero de 1793, la Revolución estalló en Francia.
“La guerra que se hizo en Francia contra la Biblia durante tantos siglos llegó a su mayor grado en los días de la Revolución. Esa terrible insurrección del pueblo no fue sino resultado natural de la supresión que Roma había hecho de las Sagradas Escrituras. (Véase el Apéndice.) Fue la ilustración más elocuente que jamás presenciara el mundo, de las maquinaciones de la política papal, y una ilustración de los resultados hacia los cuales tendían durante más de mil años las enseñanzas de la iglesia de Roma”. El Conflicto de los Siglos p.308.

Durante siglos, la verdad y el error lucharon por dominar Francia. Y el último ganador fue el error ya que la Biblia había sido removida de la sociedad. Este proceso terminó en anarquía.

La Revolución Francesa fue en realidad predicha en las Escrituras. Apocalipsis 11:3-11 habla de la obra de los dos testigos, el Antiguo y el Nuevo Testamento. “Y daré poder a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio”.

Esto se refiere a los 1260 años de dominio papal durante la Edad Media. Ellos estaban vestidos de cilicio porque este era el tiempo de persecución de los fieles seguidores de Jesús, que vivieron de acuerdo a las instrucciones de la Biblia. Ellos dieron su testimonio a través del ministerio de aquellos semejantes a los valdenses.

Versículos 7-8. “Y cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará. Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad, que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado”.

Esto se refiere a lo que sucedió en Francia y especialmente en Paris en el tiempo de la Revolución, en la cual la Biblia fue prohibida, y el ateísmo gobernó la nación. Sodoma representa el libertinaje, y Egipto representa el ateísmo.

“Y los de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean sepultados. Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra. Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron”.

Esto se refiere al tiempo cuando la Biblia fue nuevamente tolerada después de tres años y medio de una despiadada y sangrienta revolución.

Pensemos acerca de las condiciones en el tiempo de la revolución a la luz de nuestros tiempos hoy.

Los sacerdotes Católicos Romanos eran corruptos tal como muchos lo son hoy en día. Esto nos trae a la mente los escándalos sexuales del clero que han surgido por todo el mundo, los escándalos bancarios del Vaticano que han sido revelados públicamente en los últimos años y los recientes intentos del Vaticano para conseguir más poder global. Todo esto revela que la naturaleza del papado no ha cambiado.

Antes de la Revolución Francesa, el clero controlaba al gobierno y lo manipulaba para apoyar a la Iglesia Católica y al clero en Francia. Las recientes encíclicas papales y los pronunciamientos dejan bien claro que el papado quiere alcanzar este tipo de relación con las naciones a una escala global. Durante los últimos 50 años, por lo menos tres Papas han pedido que la economía global sea colocada bajo el control de un pequeño grupo de individuos que tengan poder moral y ético. Este solo puede ser el mismo papado. No puede ser meramente una entidad política. Estos Papas han estado pidiendo nada menos que el control de la economía global. Desde luego, ellos saben que obteniendo el control global de la economía también van a obtener el control global del orden político.

Pero las condiciones de Francia en el tiempo de la revolución son muy similares a lo que está sucediendo en muchas naciones hoy.

En los segmentos más destituidos de la población, había hambre y desnutrición. ¿Tenemos este problema en los segmentos destituidos del mundo actual?
La moral fue siempre baja. Escuchen esta declaración de El Conflicto de los Siglos p.313. “Francia presentó también la característica que más distinguió a Sodoma. Durante la Revolución manifestóse una condición moral tan degradada y corrompida que puede compararse con la que acarreó la destrucción de las ciudades de la llanura”.

En Francia, la homosexualidad era desenfrenada. El libertinaje, el adulterio y otras formas de inmoralidad existían libremente. La sociedad no ofrecía ninguna restricción para llevar a cabo deseos lujuriosos cuando se lo desease y con quien lo quisiese. La familia fue atacada en los años posteriores a la persecución y a la huida de los protestantes. Sin lugar a dudas que existía presión hacia el gobierno para legalizar los matrimonios homosexuales. Al igual que en la antigua Sodoma, que se gloriaba de la revolución sexual, Francia dejó el ejemplo al comienzo del mundo moderno de lo que sucede cuando una nación rechaza los principios morales establecidos en la Biblia.

El propio matrimonio fue reducido de un compromiso de por vida a una mera relación pasajera sin más consecuencia que un compromiso de negocios. De hecho, fueron hechas leyes que convirtieron al matrimonio meramente en un contrato que podía ser dejado a un lado a voluntad. El matrimonio fue ridiculizado; la sociedad se gloriaba en alternativas para el matrimonio. Una persona famosa dijo que el matrimonio era un “sacramento de adulterio”.

Sir Walter Scott en su libro Napoleón y la Revolución en Francia, hace el siguiente comentario: “Íntimamente relacionado con estas leyes que afectaban a la religión, estaba aquella que reducía la unión del matrimonio—la más sagrada unión que los seres humanos pueden formar, y cuya permanencia conduce más fuertemente a la consolidación de la sociedad—al estado de un mero contrato civil de carácter transitorio, en la que dos personas podían unirse o desunirse a su gusto… Si los demonios se hubiesen dedicado a trabajar para descubrir una forma de destruir todo lo que es más venerable, agraciado, o permanente en la vida doméstica, y obtener al mismo tiempo la seguridad que el daño que se propusieron lograr fuera perpetuado de una generación a otra, no podrían haber inventado un plan más efectivo que la degradación del matrimonio…”. Sir Walter Scott, La Vida de Napoleón, Volumen. 1, capítulo 17.

También en la Francia pre-revolucionaria había un fuerte movimiento feminista, especialmente en Paris, exigiendo igualdad de géneros en una sociedad cada vez más caótica y violenta. Las activistas femeninas luchaban fuertemente por una igualdad con los hombres, por el derecho a portar armas y servir en el ejército, por tener derechos políticos y el privilegio de votar. Se estaba formando una sociedad para promover los derechos de las mujeres. Aun cuando su causa pudo haber tenido sus loables cualidades, el movimiento feminista, como a menudo sucede, fue más allá de lo permitido por la Biblia y fue otro factor contribuyente para la gran perturbación social.

Wikipedia Article on French Revolution Feminist agitation [14]

Articulo de Wikipedia sobre la Revolución francesa [15]

También hubo un serio problema en el abastecimiento de alimentos debido a una agricultura defectuosa. Después de varios años con pobres cosechas de granos, la escasez de alimentos se volvió algo común. Esto condujo a un incremento dramático en los precios de los alimentos, especialmente el pan.

Esto va a suceder hoy si persisten las sequías en las grandes áreas de cultivo de alimentos en el mundo. Hoy en día, en muchos países y en los años recientes, ha habido un gran aumento de la cantidad de ciudadanos que dependen de la ayuda del gobierno para comprar alimentos semana tras semana. Esto ejerce mucha tensión financiera en la economía y en los ciudadanos.

A fines del siglo XVIII, Francia estaba efectivamente en la bancarrota después de una secuencia de dos guerras costosas. El ineficiente sistema financiero de Francia no podía financiar la deuda, y la nación estaba usando un sistema grosero e injusto para cobrar impuestos.

Las clases más bajas sintieron que el gobierno era indiferente con las penurias y con las necesidades de estas clases más bajas. El rey Luis XVI trató de hacer algunas reformas y reducir los gastos del gobierno, pero hubo oposición en el parlamento lo cual hizo imposible llevarlas a cabo. El estancamiento político fue en parte responsable por conducir a la nación a la Revolución.

Los oponentes de Luis a menudo criticaron su gobierno públicamente en forma exagerada, y esto agitó la opinión pública contra el gobierno. ¿Les suena familiar esto?

El pueblo rechazó la autoridad absoluta del rey y los privilegios de la nobleza. También rechazaron la influencia de la Iglesia Católica sobre la política pública y sobre las instituciones públicas, y querían libertad de religión. El pueblo estaba cansado de la opresión civil y quería igualdad en la economía y en la política. Los problemas estaban llegando rápidamente al punto de ebullición.

Pero una crisis financiera es a menudo el punto que provoca el estallido. Luis XVI había ascendido al trono después que su padre Luis XV había casi quebrado a la nación. Los gastos del gobierno excedían en mucho a las recaudaciones. Luis XV se había negado a hacer algo con respecto a la crisis financiera y se dice que dijo la siguiente frase famosa: “Después de mí, la calamidad”. El comportamiento irresponsable de Luis XV dejó a Francia con la conmoción de la Revolución a cargo de su hijo.

Surgieron diversas propuestas de impuestos; especialmente para colocar impuestos sobre los ricos, incluyendo a los nobles y al clero. Pero ninguna de ellas tuvo éxito debido a la oposición política de un tipo o de otro. La confusión política sobre las propuestas de impuestos, también debilitaron a la monarquía.

Wikipedia Article on the French Revolution [16]

Articulo de Wikipedia sobre la Revolución francesa [15]

Francia estaba en un estado terrible. El pueblo estaba frustrado con el gobierno y el gobierno estaba frustrado con el pueblo. La exasperación se estaba volviendo explosiva.

Al comienzo de la Revolución el rey cambió el orden político dándole al pueblo más poder de voto que a los nobles y al clero combinados. El pueblo tenía ahora el equilibrio del poder, y no estaban preparados para usarlo sabiamente. Eventualmente en 1793, Luis XVI fue acusado de traición por conspirar con un enemigo para mantenerse a sí mismo en el trono y fue ejecutado en la guillotina. Otros gobernantes y nobles también fueron ejecutados. Ahora, la situación se dio vuelta y el oprimido se volvió opresor, con una venganza que no conoció límites. La sangre corría libremente. Cuando las restricciones de la ley de Dios son dejadas a un lado, las leyes de los hombres no son capaces de contener las pasiones de los hombres.

Durante el Reinado del Terror, nadie estaba seguro. No se podía encontrar paz en ningún lugar. Los líderes de un día, si se volvían sospechosos, eran condenados y ejecutados al día siguiente. La violencia y la lujuria predominaban indisputables. La venganza se convirtió en la motivación para la muerte de decenas de miles. Y las ciudades de Francia se llenaron de horribles escenas de masas que contendían entre sí, rivalizando por la preminencia y el poder. Toda la civilización estaba casi extinguida en el torbellino generalizado.

Cuando el control del gobierno cayó en las manos de Maximiliano Robespierre, el líder de los Jacobinos, comenzó el reinado del terror. La constitución fue repudiada y unas 40.000 personas murieron en la guillotina sin juicio o sin un proceso adecuado. Otros fueron muertos a metralla, o fueron colocados en barcazas con huecos que se hundían ahogando a sus víctimas. Esta fue su versión de exterminio extra judicial. Las revueltas surgieron en muchos lugares y el caos generalizado condujo a una mayor inestabilidad política.

Poderes ateos que ganaron el control de Francia originaron un cambio masivo de poder de la Iglesia Católica hacia el estado. El catolicismo fue denigrado públicamente. Se establecieron leyes que restringían su poder para recibir diezmos del pueblo, se confiscaron las propiedades de la iglesia, convirtiendo a los sacerdotes en empleados del estado y negando la autoridad del Papa sobre Francia. La propiedad de la iglesia se convirtió en el respaldo para la nueva moneda apoyando al estado. Los feriados civiles reemplazaron a los feriados religiosos.

Se le exigió al clero firmar un juramento de lealtad a la Revolución, obligándolos a escoger entre la Revolución y el Papa. Solo el 24% de los 130.000 clérigos firmaron el juramento, y el resto fue exiliado, o los obligaron a ser deportados o los ejecutaron como traidores.

En 1789 y en 1790 fueron aprobadas leyes que eliminaron los votos monásticos. Todas las órdenes religiosas fueron disueltas. Las iglesias y las imágenes religiosas fueron destruidas en toda Francia. Durante el Reinado del Terror, los grandes esfuerzos para remover el catolicismo de la sociedad, condujeron a la masacre de muchos clérigos.

En lugar de la iglesia fue instalada una nueva religión. Ahora la razón fue exaltada como la nueva deidad. La adoración de la razón o de la mente se centra en el yo. La mente del ser humano se convirtió en la única guía de decisión entre lo que era correcto y lo incorrecto, llevando al caos, al conflicto y al derramamiento de sangre.

Wikipedia Article on the French Revolution [16]

Articulo de Wikipedia sobre la Revolución francesa [15]

Escuchen lo que dice El Conflicto de los Siglos p.317. “El temor de Dios, decían, dista tanto de ser el principio de la sabiduría que más bien puede considerársele como principio de la locura. Quedó prohibida toda clase de culto religioso a excepción del tributado a la libertad y a la patria”. Un Obispo Católico Romano renunció públicamente a la fe Católica y admitió que era una escandalosa farsa.

Se realizó una ceremonia en la asamblea legislativa en la cual se presentó a una mujer con un velo y fue adorada como si fuese la diosa de la razón.

No mucho tiempo después hubo una quema pública de Biblias. En una ocasión una Biblia que estaba quemada solo hasta la mitad, fue puesta en la cima de un poste y se dijo que ésa había sido la causa de todas las “locuras” que la raza humana había cometido.

Fue el papado el que había comenzado la obra que el ateísmo estaba completando ahora. La política de Roma había creado las condiciones sociales, políticas y religiosas, que estaban conduciendo rápidamente a Francia hacia la ruina. La Revolución y todos sus horrores fueron originados por la iglesia, la cual había suprimido la Biblia y había perseguido a sus seguidores. Roma había envenenado las mentes de reyes y de gobernantes contra la Reforma, y ahora la Revolución se tomó su venganza sobre aquellos que eran la causa de todo eso.

Roma había afirmado que la fe Protestante destruiría el orden social y la religión, y que iba a derrocar el gobierno de la monarquía. Pero los gobernantes de Francia no se imaginaron siquiera los resultados de este argumento. Las enseñanzas de la Biblia habrían protegido a Francia, la habrían equilibrado y le habrían proporcionado libertad y prosperidad. El pueblo no habría despreciado el verdadero cristianismo, solo lo habría hecho con su forma apóstata. Pero en vez de esto, Francia fue bañada en sangre debido a su rechazo de las Escrituras.

Roma no cambia. Sus principios aún son los mismos. En el nombre de promover la justicia y la paz, Roma está tratando de destruir las naciones y conducirlas a la servidumbre bajo su propio control. Todo lo que ustedes tienen que hacer es leer la encíclica del Papa Benedicto XVI titulada “Caritas In Veritate”, la cual explica abiertamente el objetivo de Roma para controlar la economía del mundo. Roma sabe que esto también va a conducir al sometimiento de todas las naciones bajo su dominio.

ENCYCLICAL LETTER
CARITAS IN VERITATE

CARTA ENCÍCLICA
CARITAS IN VERITATE

Los principios de la Revolución Francesa también están siendo llevados a cabo en el mundo de hoy. El error fatal que trajo la guerra a los ciudadanos de Francia fue el de ignorar una gran verdad; que la verdadera libertad solo se obtiene cuando la ley de Dios es respetada. Aquellos que se rehúsan a aprender esta lección de la Biblia tendrán que aprenderla de la historia de las naciones.

Roma está tratando de traer a las naciones nuevamente bajo su gobierno tal como lo hizo durante la Edad Media. Vuestras vidas tienen que estar en armonía con Cristo si es que quieren permanecer fieles a la Biblia. Vuelvan a la Biblia y estudien sus principios. Ellos van a refinar y a ennoblecer vuestras vidas, les darán discernimiento, y les proveerán confianza en el futuro. Vuestro destino eterno depende de ello.

Francia perdió su oportunidad de prosperar bajo los principios de la Biblia y de la Reforma. Su historia es una lección para nosotros que estamos viviendo en los últimos días, cuando el secularismo y la iniquidad desenfrenada abundan. Su historia abre delante de nosotros la necesidad de la influencia de la Biblia en la sociedad, a través de las vidas de sus seguidores. Cuando Cristo gobierna en vuestros corazones, esos principios se verán en sus vidas, en sus familias y en la sociedad. A medida que la sociedad se vuelve más secular, más controlada por las fuerzas globalistas, más caótica y malvada, el Maestro, Jesucristo, está llamando a aquellos que son leales a Su Palabra para que revelen Su gracia y poder a quienes los rodean.

Vean también de El Conflicto de los Siglos, el capítulo sobre la Revolución Francesa.

Oremos. Nuestro Padre celestial, gracias por la Biblia que guía nuestras vidas en todas las cosas, que nos revela la justicia del cielo, y nos ofrece transformarnos a través del lavado de la regeneración por la Biblia. Ayúdanos a ver nuestro lugar en este mundo de pecado y de caos. Que tu amor nos motive a vivir para Jesús y que podamos contrarrestar las fuerzas del mal en este mundo que está resucitando los principios de la Revolución Francesa. Te lo ruego en el nombre de Jesús, amén.