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La Guerra Épica en el Universo

Por Pastor Hal Mayer

Epic War of the Universe [1]

Queridos amigos:

Bienvenidos al Ministerio Guardad la Fe. Agradecemos vuestras oraciones y vuestro apoyo por la obra de Guardad la Fe. Aunque enfrentamos dificultades, el ministerio Guardad la Fe continúa haciendo su obra especial por las almas. Por la gracia de Dios, continuamos progresando en Highwood y a través de los CDs mensuales.

Hemos comenzado una nueva publicación llamada “Boletín Misionero de Guardad la Fe”. Es un boletín informativo digital con historias de cómo Dios ha cambiado vidas a través del Ministerio Guardad la Fe y Highwood. Si ustedes quieren recibir este “Boletín Misionero de Guardad la Fe”, envíenos su dirección de correo electrónico y gustosamente les enviaremos mensualmente esta información. Esto también los mantendrá informados de los lugares donde estaré predicando y les proveerá vínculos para otras informaciones de Guardad la Fe. No dejen de conocer las maravillosas providencias de la obra de Dios en las vidas de aquellos con quienes nos ponemos en contacto.

Hay una gran controversia desarrollándose en el universo. La Biblia corre el velo para que pueda ser vista y entendida. La controversia es entre el bien y el mal; entre Cristo y Satanás; entre principados y los poderes en el universo. Pero muchos no entienden los asuntos envueltos en la lucha, o cuán poderoso es nuestro enemigo. Aun cuando los orígenes del mal son un misterio, no están ocultos. Están plenamente revelados, y se nos instruye para que los entendamos; si no fuese así seríamos arrastrados por las ilusiones y el engaño.

Pero antes de comenzar, inclinemos nuestras cabezas en oración. Nuestro Padre Celestial, Tu gran amor está más allá de toda comprensión. Tú enviaste a Tu Hijo Jesús para que venga a nuestro planeta a morir por nosotros para que pudiéramos ser reconciliados con Dios. Qué gran honor es para los seres humanos ignorantes y pecadores, encontrar un lugar en el corazón de Dios. Gracias por aceptar el desafío de redimir la raza humana de la destrucción. Necesitamos tu Santo Espíritu para que nos enseñe a vivir como Dios y a pensar como Dios piensa. Necesitamos que el amor de Jesús sea derramado en nuestros corazones y que nada nos aparte de Cristo. Tenemos un enemigo mortal que trata de impedirnos que conozcamos a Cristo. Él está trabajando hoy y todos los días. Ha perdido la guerra, pero aún se le permite tentarnos y perseguirnos. Te rogamos hoy, que abras las ventanas de los cielos y nos bendigas con Tu presencia mientras estudiamos este tema importante. Pero también te pedimos que nos ayudes a ver nuestra necesidad de vencer el poder del Enemigo y que debemos vivir rectamente en esta época impía y degenerada. Por favor, Santo Padre, haz que hoy podamos entender esto plenamente. En el nombre de Jesús, amén.

Vayan conmigo en sus Biblias al capítulo 12 de Apocalipsis. Allí encontraremos un texto muy importante que nos ayudará a entender los tiempos en que vivimos. Comenzando con el versículo siete, leemos lo siguiente: “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. ”.

¿Quién es este dragón llamado Diablo y Satanás? Él realmente posee muchos nombres, algunos de los cuales aparecen en estos versículos; la serpiente antigua, el engañador, el diablo, Satanás, Lucifer, el enemigo, el gran adversario, el padre de las mentiras, el Maligno, el Príncipe del Mal; y la lista continúa y continúa. Todos estos nombres describen su carácter.

¿Cómo pudo un ser santo creado por Dios y por Cristo convertirse en alguien tan malo? ¿Cómo pudo uno que era santo y no caído convertirse en el arzobispo del engaño? Él no comenzó así. Lucifer era un ser glorioso, creado para una misión especial, la de glorificar a Dios. Era el mayor ángel y con mayor autoridad en el cielo. Escuchen como la Biblia lo describe, en Ezequiel 28:12-13.

“Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación”.

Imaginen cuán majestuoso ser debe haber sido Lucifer. Era el más bello de todos los ángeles en el cielo. Era la plenitud de la creación de Dios sin pecado hasta aquel momento. Fue exaltado a la posición más cercana al lado de Cristo. Su vestimenta estaba repleta de joyas y piedras preciosas y de muchos colores diferentes, lo cual lo hacía muy bello al observarlo bajo la gloriosa luz del trono de Dios. Lucifer vivía en la luz. Su nombre refleja la idea de luz. Estas bellas piedras no eran para su gloria, como sucede a menudo hoy en día en que se usan las joyas y los diamantes. Él fue hecho para llevar la atención hacia el trono de Dios y hacia el amor de Dios.

Como él era un ser creado y por lo tanto muy inferior a Cristo, Lucifer tenía que glorificar a su Creador. La Divinidad tenía vida que no era prestada, no era derivada, y había existido desde la eternidad. En cambio Lucifer era un ser creado. Su vida se la había dado Dios. No provenía de sí mismo.

Pero Lucifer era increíblemente talentoso. Los “tamboriles” y “flautas” se refieren a su voz melodiosa. Él podía cantar realmente bien. Y a los ángeles les gustaba escucharlo. A Cristo le gustaba escucharlo cantar. Su talento musical era cantar alabanzas al Creador. Él condujo el coro celestial y la riqueza de su música era sin duda atractiva.

Todos respetaban y amaban a Lucifer, y lo veían como un líder. También se le dio mucha responsabilidad. El versículo 14 dice que él fue el “el ungido querubín cubridor”, lo cual significa que él era un querubín cubridor en el trono de Dios y de Cristo. Esto significa que tenía que ministrarles a Dios y a Cristo. Él se desplegaba sobre el trono como un vivo y glorioso adorno. Él fue el ungido, o el llamado a una misión especial en conexión con el trono de Dios.

Pero eso no fue todo. La posición de Lucifer le dio autoridad y poder. Después de Cristo, él estaba al mando de toda la hueste celestial. Cristo le permitió ejecutar maravillosos proyectos en el cielo, los cuales elevaban el nivel de la alabanza y la gloria a Dios.

“Tú estabas sobre el santo monte de Dios”, dice. Esto quiere decir que él era admitido en el lugar más interno del cielo, donde estaba el trono del universo. Muy pocos tuvieron el privilegio de estar allí. Él “caminó en medio de las piedras de fuego”. Esto se refiere a estar en la sala del trono, porque es allí donde están las piedras de fuego. Pero también se refiere a su autoridad, la cual emanaba hacia él desde el trono de Dios. Él estaba realmente muy cerca de Dios y de Cristo. ¡Imaginen su exaltada posición en el cielo! Como un ser creado, él era el mayor. No había ningún otro ser creado sobre él. A ningún otro ángel se le dio este lugar importante. Estaba al lado de Cristo.

El versículo 15 dice: “Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.”

¡Qué ser más exaltado era Lucifer! Pero, la Biblia nos dice que dentro de él sucedió algo que lo hizo pecar. ¿Qué pudo ser eso? ¿Cómo pudo alguien que fue creado con tanto amor, tan bello y en una posición tan exaltada, volverse malo en un cielo perfecto y pacífico?

He aquí la razón. Dios es amor. El amor no puede ser coaccionado o forzado. El amor tiene que tener una libre expresión. Todo ser inteligente es libre para decidir si amar o no amar. Esta es la manera en que Dios creó a todos los ángeles y también al hombre. Todos somos libres de elegir. Si escogemos amar a Dios, lo cual significa que le obedeceremos, podremos vivir eternamente. Si escogemos no amar a Dios, aceptaremos las mentiras de Satanás acerca de Dios, y entonces amaremos a Satanás. El resultado es que no viviremos eternamente.

El amor solo puede provenir del corazón. Somos hechos para amar. Pero el pecado entró y amenazó con destruir el amor. De hecho, destruyó el amor en el corazón de Satanás. Y habría destruido el amor en el corazón de todos los hombres, si no hubiese sido por el amor de Cristo, que lo condujo a sacrificar Su vida en la cruz por nuestros pecados.

No hay ninguna excusa para el pecado. No hay ninguna razón para su existencia. Pero debido a la libertad de elección, la posibilidad de rebelión estaba siempre presente. Tenía que ser así, porque si los seres creados fuesen programados solo para obedecer, serían robots, y no tendrían la capacidad de amar desde el corazón. El verdadero amor solo proviene de una elección para amar.

¿Y dónde estaría la libertad si todos fuesen autómatas que solo hacen lo que fueron programados para hacer? ¿Adónde estaría el verdadero amor? Esa es la naturaleza de la libertad y del amor. No pueden ser coaccionados. La libertad significa que existen otras alternativas para amar a Dios. Ninguna de ellas es buena, pero existen y pueden ser usadas.

¿Pero cómo puede alguien, que era tan perfecto y que era “el sello de la perfección”, darle la espalda al Amor Divino, y hacer que otros también se rebelaran?

La razón por la cual hay tantas cosas malas que suceden en este mundo, es porque Satanás está tratando de remover el amor de las familias, de las iglesias, y de las comunidades. Adonde quiera que ustedes miren, pueden ver evidencias de esto. Es por esto que tenemos tanta violencia, como los asesinatos en masa, los terroristas, las guerras y todo tipo de derramamiento de sangre. El respeto por la vida humana está muy bajo. La violencia existe porque Satanás controla a aquellos que se han entregado a sí mismos a él. Es casi como era antes del diluvio, cuando la violencia hizo que Dios llegara a la conclusión que tenía que intervenir y destruir al hombre para comenzar de nuevo. Y mientras más nos acercamos al fin del tiempo, peor será la situación en este planeta. El amor que Dios diseñó para que nuestras vidas fuesen felices, será destruido por las elecciones que las personas hacen.

He aquí lo que dijo Jesús al respecto. En Mateo 24:12, refiriéndose a los últimos días, Jesús dijo: “y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”. Es por eso que tenemos asesinatos a sangre fría. Es por eso que tenemos relaciones frías entre muchas personas. Es por eso que tenemos odio y malicia, emociones escalofriantes que conducen a conflictos y derramamiento de sangre.

Es casi incomprensible que haya habido una guerra en el cielo. Pero es verdad. Hubo una violenta guerra física. Los principios de Satanás siempre conducen a la guerra y a la violencia. Escuchen el versículo 16 de Ezequiel 28. “A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste;…”.

He aquí lo que sucedió. Lucifer era tan exaltado en el cielo, que pensó que tenía el derecho a entrar en los concilios de la Divinidad. Como Cristo, el Espíritu Santo y el Padre se reunían en forma privada, Lucifer pensó que debía ser llevado a esos concilios. Después de todo, él estaba al lado del propio Cristo, así que, ¿por qué no podía ser incluido en el concilio? ¿Por qué no podía ser tan exaltado como Cristo?

En el corazón de Lucifer surgió la envidia por Cristo. Comenzó a pensar que si tuviese la misma responsabilidad y posición podía gobernar el cielo mejor que Cristo. Sintió que no era muy apreciado y se desarrolló cierta inseguridad en su alma. Él quería reconocimiento y prestigio más que cualquier otra cosa. Este deseo de auto-exaltación fue la raíz del pecado de Lucifer. Él aspiró a tener el poder y la posición que Cristo tenía y comenzó a criticar a Cristo en su mente y en su corazón.

Con esa envidia, Lucifer no podía permanecer en la presencia de Cristo. Así que dejó su posición como querubín cubridor y comenzó a promover discusiones que si la ley de Dios era realmente necesaria. Trató de hacer que surgiera el descontento entre los ángeles.

Escuchen lo que dice El Conflicto de los Siglos p.551 en relación a lo que sucedió en el cielo. “Dios permitió en su sabiduría que Satanás prosiguiese su obra hasta que el espíritu de desafecto se convirtiese en activa rebeldía. Era necesario que sus planes se desarrollaran por completo para que su naturaleza y sus tendencias quedaran a la vista de todos”.

Ustedes pueden ver que Dios sabía que el verdadero amor depende de la libertad de elección, lo cual significaba que tenía que permitirle a Satanás llevar a cabo esta obra de desafecto hasta que se convirtiese en activa rebeldía y todos los ángeles tuviesen suficiente conocimiento como para tomar libremente la decisión de permanecer leales a Dios, o unirse a las filas de rebelión de Lucifer.

Voy a continuar leyendo: “Lucifer, como querubín ungido, había sido grandemente exaltado; era muy amado de los seres celestiales y ejercía poderosa influencia sobre ellos”.

Imaginen cuán difícil fue para los ángeles. Ellos amaban a Lucifer y estaban acostumbrados a obedecerle. También lo respetaban debido a su intelecto, y muchos pensaron que él realmente deseaba lo mejor para el cielo.

Pero había más cosas en la mente de Lucifer. Continúo leyendo: “El gobierno de Dios no incluía sólo a los habitantes del cielo sino también a los de todos los mundos que él había creado; y Satanás pensó que si podía arrastrar a los ángeles del cielo en su rebeldía, podría también arrastrar a los habitantes de los demás mundos. Había presentado arteramente su manera de ver la cuestión, valiéndose de sofismas y fraude para conseguir sus fines. Tenía gran poder para engañar, y al usar su disfraz de mentira había obtenido una ventaja. Ni aun los ángeles leales podían discernir plenamente su carácter ni ver adónde conducía su obra”.

Observen que Lucifer era muy amado, y que tenía una gran influencia sobre los seres celestiales. Por favor observen sus tácticas para conseguir el control de los ángeles. Usó el secretismo, el engaño y el fraude. Tuvo que representar mal el carácter de Dios de maneras muy sutiles. Por ejemplo, sugirió que Dios no amaba realmente a Sus seres creados. Que tenía a todo el cielo exaltándolo y glorificándolo solo para satisfacer su propio egoísmo.

El objetivo de Lucifer era reemplazar el gobierno de Dios y la constitución del cielo, la ley de Dios, por su propia constitución. En lugar de la libertad, Satanás quería asegurarse el poder y el control sobre los ángeles y sobre los mundos no caídos. Inventó toda clase de instrumentos de engaño para conseguir su propósito. Si lo hubiese conseguido, habría sido un dictador. Habría colocado a todo el universo bajo su dominio.

Coincidentemente, su sistema de trabajo fue el mismo que el de los globalistas de hoy en día. Él fue el primer verdadero globalista – o tal vez debiera decir internacionalista. Y esto fue en el universo, antes que siquiera existiese un planeta tierra. Hoy en día los globalistas usan estas mismas tácticas para conseguir sus objetivos. Y es razonable, porque son inspirados por sus métodos. Obviamente que Lucifer esperaba ganar no solo a los ángeles sino que también quería de su lado a los mundos y seres inteligentes que Dios había creado. Él quería gobernar el universo, no con los principios del amor, sino que con los principios de la fuerza. Por esta razón en Isaías 14 el profeta describe las ambiciones de Lucifer en los versículos 13 y 14. “Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.”

La palabra control es la clave en relación al gobierno. Lucifer estaba decidido a controlar. Él quería la misma posición y poder que Dios tenía. Lucifer quería controlar el cielo, pero no podía permitir que los ángeles lo supiesen. Tenía que sugerir un propósito mayor, un ideal más alto.

Lucifer torció las definiciones de las cosas a su propia manera. Por ejemplo, él definió la libertad de forma diferente a como la definió Dios. Libertad, dijo él, significa que ya que los ángeles son santos, no necesitan leyes por las cuales tengan que vivir. Que la ley los limitaba y les impedía ser verdaderamente libres. Si no tuviesen la ley, entonces serían verdaderamente libres. Pero en realidad, Lucifer estaba tratando de colocar sus propias leyes en el lugar de la ley de Dios. Los globalistas de hoy tratan de sugerir que tenemos que deshacernos de las leyes nacionales y de la soberanía, y que tenemos que colocar una ley universal sobre todo el mundo, controlada por una pequeña elite de hombres y mujeres.

Lucifer usó el engaño para crear el descontento. Afirmando falsamente que la ley de Dios era coercitiva y controladora, trató de sugerir que si él estuviese al mando, no habría leyes que limiten la libertad de los seres no caídos del cielo. Los ángeles habían sido felices con las leyes del cielo, pero ahora Lucifer sugirió que había algo errado con estas leyes, y que jamás habría una verdadera libertad y un verdadero amor sino hasta que las cosas se hagan correctamente. Él profesó una gran lealtad y reverencia hacia Dios y hacia Su ley, pero sugirió que tal vez algunas pocas cosas podrían ser mejoradas.

Como sus naturalezas eran santas, Lucifer sugirió que los ángeles debían ser libres para obedecer los dictados de sus propias voluntades. Este fue un poderoso engaño. Retiró la atención de la ley de Dios, algo que Satanás ha estado haciendo desde entonces, y la reemplazó por la voluntad de los seres creados. Al reemplazar la ley de Dios por la mente de los seres creados, él efectivamente suprimió su sistema de guía moral. Eventualmente, en el caso de los seres humanos, él reemplazó la ley de Dios por las leyes y las tradiciones de los hombres.

Esto es auto-exaltación, porque reemplaza una ley superior por una ley inferior. Hoy se la nombra como relativismo. Lo que esté bien en tu propia mente, es lo correcto. No hay una dirección definida ni un sistema de correcto o incorrecto. No hay necesidad de tener una ley superior. Y el resultado es la anarquía. ¿Creen ustedes que Satanás está haciendo esto hoy en día con los habitantes de esta tierra? Todas las culturas seculares finalmente abandonan toda referencia a Dios y crean leyes que son su propio conjunto de leyes morales. Inevitablemente, esto conduce a leyes que requieren la desobediencia a la ley de Dios. Toda persona que viva su vida fuera de la ley de Dios, está viviendo en el relativismo. Ella escoge lo que está bien y lo que está mal. Hay muchos profesos cristianos hoy que hacen esto, ¿no es verdad? Muchos creen que los Diez Mandamientos de Dios no están más en vigencia. Creen que pueden hacer lo que se les ocurra y que Dios igualmente los va a salvar.

Al crear insatisfacción con el actual orden de cosas y ofrecer reemplazarlo por un nuevo orden – aun cuando sea vago e indefinido – es una táctica común de los globalistas. Al comienzo tienen que ocultar sus verdaderas intenciones, así como Lucifer lo hizo en el cielo. Por ejemplo, los globalistas que establecieron la Comunidad Económica Europea, dijeron que era solo una cooperación económica, y que jamás se convertiría en una unidad política. Pero estaban mintiendo. Sus verdaderas intenciones eran resucitar la unión política de Europa bajo los principios del Santo Imperio Romano.

Ellos sugirieron que todo sería mejor en Europa si todos estuviesen unidos bajo un principio común de economía. Ellos sabían desde el comienzo, que si se adoptaba su modelo económico, que incluía el euro; también conduciría a una centralización política. Pero no iban a decirles esto a las personas, al menos, no al comienzo. Sin embargo, una vez que sus planes estuviesen suficientemente avanzados y que no hubiese posibilidad de detener el proceso, entonces dijeron abiertamente que había que centralizar el poder y el control de Europa bajo un solo gobierno.

Por algún tiempo Lucifer no les reveló realmente todos sus planes a los ángeles no caídos. Algunos de los ángeles comenzaron a sentir que Lucifer estaba, de hecho, trabajando por sus mejores intereses, y que él estaba en lo correcto. Lo defendieron de los ángeles que cuestionaban la lógica de lo que Lucifer estaba diciendo. Esto profundizó las ideas de Lucifer en sus propias mentes y eventualmente los llevó a brindar su apoyo a Lucifer. Lucifer sacó ventaja de esto y afirmó que había sido tratado injustamente al no ser exaltado como Cristo. Sugirió que si él fuese el líder del cielo, los ángeles llegarían a un estado más alto de existencia.

Eso fue lo que hizo en el Edén con Eva, y es lo que los globalistas siempre les sugieren a sus ciudadanos. Si sus planes son aceptados, la sociedad va a llegar a un estado más alto. Las guerras van a cesar, la economía va a mejorar, serán creados más empleos, el orden político será estabilizado, habrá más riqueza y será distribuida equitativamente, etc. Al igual que Lucifer en el cielo, los globalistas sugieren que no están buscando sus propios intereses, sino que están buscando el bien de toda la sociedad. El comportamiento de Lucifer en el cielo se repite hoy en día.

Hasta el Papa está sugiriendo que él debiera estar al mando de la economía global. Recientemente Benedicto XVI dio un discurso, en el cual afirmó que sin un principio ético y moral que supervise la economía, la naturaleza de la sociedad siempre será corrupta. Y luego sugirió que ninguna entidad política puede tener el poder moral y ético ni la autoridad para gobernar adecuadamente la economía en favor de todos. Si, por otro lado, un cuerpo con mentalidad ética y con individuos moralmente responsables estuviesen al mando, las cosas andarían mucho mejor.

Pope hopes for 2013 of peace, slams unbridled capitalism [2]

Papal Speech [3]

El Vaticano propone crear un gobierno mundial para afrontar la crisis económica [4]

El Papa estaba tratando de crear descontento con el actual orden de cosas enfatizando sus defectos. Y entonces se presentó a sí mismo como la solución del problema para hacer una sociedad más justa y más correcta.

Está esencialmente diciendo que él y el papado debieran estar al mando de la economía. No existe ninguna entidad política fuera de la Iglesia Católica que posea el nivel moral, afirmó él. Todos los políticos y los líderes mundiales actúan por sus propios intereses. Y en esto él está en lo correcto. Pero colocar al papado al mando de la economía, no la hará menos corrupta, sino que será aún más corrupta. El papado posee un registro abierto de corrupción y de injusticia. Pero el Papa sabe que si el Vaticano es puesto al mando de la economía global, esto eventualmente conducirá también al control político.

El Papa está diciendo que al darle a él más poder, lo va a usar en asegurar la libertad económica para todos, especialmente para los pobres. Esto es lo que Lucifer sugirió en el cielo; que al procurar un gran poder, no estaba tratando de auto-exaltarse, sino que quería asegurar la libertad de todos los seres celestiales.

Eventualmente, Lucifer tuvo el consentimiento de por lo menos un tercio de los ángeles. Apocalipsis 12:4 dice que él “arrastró a la tercera parte de las estrellas del cielo”, esto significa la tercera parte de los ángeles. Al ver que más y más ángeles se colocaban a su lado, se volvió cada vez más confiado y abierto con respecto a sus planes. Él sembró la desconfianza en Dios, y dijo que la ley se interponía en el camino de la libertad. Para muchos de los ángeles, este era un pensamiento totalmente nuevo. Jamás se habían imaginado que su libertad estuviese restringida. Se sentían tan libres como cualquiera podía sentirse. Pero ahora Lucifer sembró la desconfianza en Dios, y prestamente muchos ángeles se sintieron como él se sentía. Dejó su posición de querubín cubridor. Después de todo, ese puesto estaba demasiado cerca de Cristo, su rival. No podía trabajar desde ahí. Además, no podía servir a aquel a quien estaba tratando de suplantar.

Cristo le suplicó a Lucifer, pero él se puso aún más terco. Cristo le ofreció perdonar su rebelión y de volverlo a colocar en su posición de querubín cubridor. Pero Lucifer había desarrollado tal orgullo en su corazón que habría sido demasiado humillante reconocer la sabiduría de la ley de Dios y el orden del cielo. Es siempre el orgullo lo que nos impide arrepentirnos de nuestros pecados y reconocer la justicia de la ley de Dios. Es el orgullo el que nos conduce a quebrantar la ley en primer lugar.

Lucifer afirmó en respuesta a la súplica de Cristo, que él estaba siendo juzgado mal y que sus motivos estaban siendo mal interpretados. También afirmó que Cristo lo quería humillar delante de todo el cielo.

Como ustedes pueden ver, las circunstancias estaban llegando a un punto en que se iba a producir un conflicto y una guerra. Dios le permitió a Lucifer que llevara a cabo sus planes. Tenía que hacerlo; sino todo el universo no podría ver el mal en el carácter de Lucifer. Dios tuvo que dejarlo que madure, y que todos pudiesen tomar libremente la decisión de ser leales a Dios, o ser leales a Satanás.

Leo nuevamente de El Conflicto de los Siglos p.552-553. “Aun cuando quedó resuelto que Satanás no podría permanecer por más tiempo en el cielo, la Sabiduría Infinita no le destruyó. En vista de que sólo un servicio de amor puede ser aceptable a Dios, la sumisión de sus criaturas debe proceder de una convicción de su justicia y benevolencia. Los habitantes del cielo y de los demás mundos, no estando preparados para comprender la naturaleza ni las consecuencias del pecado, no podrían haber reconocido la justicia y misericordia de Dios en la destrucción de Satanás. De haber sido éste aniquilado inmediatamente, aquéllos habrían servido a Dios por miedo más bien que por amor. La influencia del seductor no habría quedado destruida del todo, ni el espíritu de rebelión habría sido extirpado por completo. Para bien del universo entero a través de las edades sin fin, era preciso dejar que el mal llegase a su madurez, y que Satanás desarrollase más completamente sus principios, a fin de que todos los seres creados reconociesen el verdadero carácter de los cargos que arrojara él contra el gobierno divino y a fin de que quedaran para siempre incontrovertibles la justicia y la misericordia de Dios, así como el carácter inmutable de su ley”.

Cuando Lucifer comprendió que iba a ser expulsado del cielo, reunió a sus ángeles en un violento intento de derrocar el trono de Dios. Apocalipsis 12:7-9 revela bastantes detalles. “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él”.

Isaías 14:12-15 dice: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.”

Jesús dijo en Lucas 10:18. “Yo veía a Satanás, que caía del cielo como un rayo”. Él se estaba refriendo a esa batalla que leímos en Apocalipsis 12.

Lucifer había afirmado que era culpa de Cristo de que él estuviese en rebelión, porque Cristo había puesto en el cielo una orden opresiva que tenía que ser derogada si es que alguna vez iba a haber paz. Pero Cristo tomó la falsa representación y esperó. De hecho, esperó hasta la cruz. En la cruz, los malos designios de Satanás fueron manifestados con todos sus sangrientos detalles.

Cristo sabía que el “poderoso argumento” de la cruz le demostraría a “todo el universo que la maldición del pecado, que Lucifer había escogido, no podía ser de ninguna manera una responsabilidad del gobierno de Dios”. Eso está en El Conflicto de los Siglos p.555.

Todas las tentaciones blasfemas en el desierto, fueron obra de Satanás. Todo el sufrimiento y el dolor que Cristo tuvo que soportar en Su vida en la tierra, fue obra de Satanás. Todo el odio acumulado contra Cristo por los sacerdotes y por el pueblo; toda la humillación y la vergüenza dirigida contra Cristo, reveló el verdadero carácter de Satanás. La guerra en el cielo se convirtió en una guerra en la tierra, tanto contra Cristo como contra sus seguidores. Cuando los ángeles del cielo vieron lo que Satanás le hizo a Cristo, bajo su propia voluntad y bajo su propia libertad de elección, sus afecciones por Satanás, su ex comandante, finalmente llegaron a su fin. Ellos vieron que si se le hubiese dado en el cielo la autoridad y el poder que él exigía, habría gobernado a los ángeles de la misma manera que a los hombres. ¿Pueden imaginarse su temor al pensar en lo que podría haberles sucedido si se hubiesen unido a Lucifer como muchos de sus compañeros lo hicieron? Ahora eran demonios, entregados al mal, y tenían que oponérseles más decididamente. Los ángeles no se opusieron a Satanás meramente por un principio. Ahora podían verdaderamente oponerse desde lo más profundo de sus corazones. Ellos vieron que a menos que se le opusieran en todo, no habría esperanza para que las personas encontraran el camino hasta las cortes celestiales y el amor a través de la salvación.

Lucifer había “declarado que mientras el Creador exigía que todos se negasen a sí mismos, él mismo no practicaba la abnegación ni hacia sacrificio alguno”. Esto está en El Conflicto de los Siglos p.556.

En el magnífico sacrificio de Cristo en la cruz, todos pudieron ver que ni Dios ni Cristo buscaban su propia exaltación. Sino que genuinamente estaban buscando la restauración del hombre caído. “Dios estaba en Cristo, reconciliando al mundo consigo mismo”. 2ª Corintios 5:19.

“Vióse además que mientras Lucifer había abierto la puerta al pecado debido a su sed de honores y supremacía, Cristo, para destruir el pecado, se había humillado y hecho obediente hasta la muerte”. Esto está en El Conflicto de los Siglos p.557.

Cristo tenía que sufrir y morir, no solo por el hombre caído, sino que para que los ángeles pudiesen ver los asuntos reales en la Gran Controversia y para que pudiesen entender completamente el odio y la malicia de Satanás. Dios tuvo que revelarles también a ellos que la ley del cielo, la ley de amor, era inmutable. Él tuvo que demostrarles que sus preceptos eran justos. Por otro lado, la cruz de Cristo demostró Su amor y misericordia por el pecador arrepentido. Cristo colocó estos dos grandes principios lado a lado durante toda Su vida y ministerio en la tierra, y especialmente en Su muerte. Él mostró que la justicia y la misericordia eran los fundamentos de todo el gobierno, y también eran los grandes principios de Su carácter benevolente.

La Guerra con Satanás no ha dejado ninguna duda en las mentes de los ángeles no caídos y en todos los seres no caídos del universo, que el amor de Dios es la más poderosa agencia. Que el amor de Cristo es el mayor motivador que existe. Es el amor de Cristo el que nos motiva a guardar toda Su ley. Es el amor de Cristo el que hace que adoremos al Creador en Su santo e inmutable día sábado. Es el amor de Cristo el que revela Su ley de los Diez Mandamientos como la transcripción de Su carácter. Ellos armonizan perfectamente.

Satanás había escuchado su sentencia de muerte en el Jardín del Edén, cuando Cristo dijo que le aplastaría la cabeza. Cuando Cristo dijo: “Consumado es”, mientras colgaba de la cruel cruz del Calvario, Satanás nuevamente escuchó su propia sentencia de muerte.

Cuando Cristo dijo: “Consumado es”, estaba diciendo que la batalla había sido ganada. Satanás estaba ahora derrotado. Todas sus afirmaciones eran engaños. El padre de las mentiras había sido expuesto y todo el universo podía verlo. La cruz, mis amigos, no fue únicamente por nosotros. Fue también por todos los seres no caídos en todo el universo. Ellos tenían que ver la completa manifestación del verdadero odio y del verdadero amor en un conflicto mortal. Tenían que ver la ley de Dios defendida en forma exitosa. Habían estado esperando pacientemente durante mucho tiempo, 4000 años de hecho, por este preciso momento.

Y observaron en pasmado silencio mientras Cristo era golpeado, maldecido, y mofado. Observaron con asombro como los líderes de la iglesia de Dios exigieron abiertamente su crucifixión sobre la cruz Romana. Observaron con terrible asombro como su comandante celestial fue clavado al cruel madero. Deseaban intervenir y salvar a Cristo de sus enemigos, pero fueron estrictamente instruidos que tenían que esperar y dejar que todo sucediera. Su pena no conoció límite mientras lloraban horrorizados por la muerte de Cristo. Imaginen a los poderosos ángeles de Dios, que con un solo golpe podrían haber destruido a todos los enemigos de Cristo, teniendo que sujetarse a sí mismos y limitarse a observar en consternación. Imaginen la impresión que tuvo el cielo cuando Cristo gritó en una triunfante agonía: “¡Consumado es!”

Sin lugar a dudas que ángeles del cielo sobrevolaban cerca de José de Arimatea mientras preparaba su tumba a Cristo. Sin lugar a dudas que sobrevolaban cerca de los discípulos mientras cariñosamente y con cuidado bajaban a Cristo de la cruz y envolvieron su cuerpo para sepultarlo. Hubieran deseado poder hacerlo ellos mismos, pero nuevamente fueron instruidos a permanecer quietos y permitir que Jesús fuese colocado en la tumba por sus amigos terrenales. Ellos iban a tener, en verdad, la oportunidad de ministrar a Cristo y a su familia terrenal muy pronto.

Satanás también estaba observando. Su semblante debe haber decaído cuando escuchó las palabras: “¡Consumado es!” Él había hecho todo lo que pudo para inducir a Cristo a pecar. Había hecho todo lo posible para presionar a Cristo y obligarlo a separarse de Dios. Había trabajado sigilosamente para que Cristo fuese arrestado y juzgado de noche, cuando nadie se enteraría. Había inducido a los líderes de la iglesia y a muchos del pueblo a una frenética exigencia para que Cristo fuese crucificado. Había infundido tanto de su propio odio y malicia en los hombres, que ellos le obedecieron en todo, y lo mataron. Ahora todo estaba terminado. ¡Él había perdido!

Mientras las implicaciones de la muerte de Cristo comenzaban a establecerse en su mente, Satanás sin duda sabía que solo tenía un poco de tiempo hasta que él mismo fuese destruido. Su odio contra Cristo todavía no tiene límites. Él ya no puede herir a Cristo personalmente.

Sin embargo, aún se le permite a Satanás continuar con su trabajo de engaño y destrucción en esta tierra entre los hombres. Ellos fueron hechos a la imagen de Cristo, y él va a hacer todo lo posible para destruirlos.

Ahora, aquello que sucedió en el cielo, Dios tiene que permitir que suceda en la tierra. Dios tiene que permitir que Satanás revele totalmente sus planes para la raza humana, de tal manera que cada persona sea capaz de tomar su propia decisión libremente. Debido a que él sabe que su tiempo es corto, anda como “un león rugiente buscando a quien devorar”. 1ª Pedro 5:8.

Satanás está tratando de colocar a todo el mundo bajo su estandarte con el fin de imponer de forma obligatoria sus propias leyes, incluyendo leyes de adoración en oposición a la ley de los Diez Mandamientos de Cristo. Está haciendo esto al centralizar gradualmente el control de todos los recursos de la tierra en las manos de menos y menos personas; aquellos a quienes él puede manipular y usar como sus agentes.

Él ha inspirado a los líderes globales con el mismo espíritu de rebelión contra la ley de Dios. Ellos están trabajando para crear la globalización, para que eventualmente puedan imponer una religión global en todo el mundo que es contraria a la ley de Dios. Ellos tienen los mismos propósitos que Nimrod con Babel, y los mismos principios que Nabucodonosor mostró en Babilonia. Ahora ellos quieren usarlos para gobernar a un nuevo orden mundial, el cual también desafiará la ley de Dios y eventualmente impondrá una adoración universal, una ley de adoración en domingo, que va a obligar a todos los que habitan sobre la tierra a adorar a Satanás. En vez del santo día sábado de Cristo, el cual Él estableció en la creación, lo está reemplazando con sus propias leyes.

De esto se trata la adoración en domingo. Es un desafío a la ley de Dios. Es la exaltación de las ideas del hombre por sobre los principios de la ley de Dios. Es el resultado del mismo principio que Satanás trató de establecer en el cielo. Satanás trató de conseguir que todo el cielo fuese leal a su dictadura en lugar de la ley del amor, a la ley de los Diez Mandamientos de Cristo.

Amigos, de esto se trata la Gran Controversia. La Biblia, en un lenguaje simple, y en pocas palabras revela los grandes y amplios principios de los asuntos de este gran conflicto. Pero, está lleno de significado para cada uno de nosotros. Este conocimiento corre el velo para que los eventos que suceden en nuestro mundo tengan sentido para nosotros.

¿Por qué Dios permite el sufrimiento? ¿Por qué permite que niños pequeños sean muertos y asesinados? ¿Por qué niños inocentes tienen que sufrir los abusos sexuales de líderes religiosos? ¿Por qué personas inocentes tienen que morir a manos de terroristas? ¿Por qué Dios no detiene toda esta violencia?

Amigos, Dios es un Dios amoroso que odia tanto al pecado, que tiene que permitir que se manifieste totalmente, de tal manera que todos puedan ver el verdadero carácter de Satanás, y puedan tomar libremente la decisión de amar a Dios. Él sabe cómo cuidar a las víctimas inocentes para toda la eternidad. Si ellos son muertos, esto sólo los saca del camino, de tal manera que Su más elevado propósito pueda ser alcanzado. Él los va a cuidar con misericordia y amor. Estoy tan contento que Él sea el juez y que Él toma en cuenta todas las ventajas y las desventajas que cada persona posee al decidir su último destino. No tenemos que preocuparnos si Dios es injusto al permitir que cosas malas sucedan con personas inocentes. Es Satanás el que es injusto al traer dolor y sufrimiento sobre aquellos que no lo merecen.

Y por sobre todo esto está el gran propósito de Dios de finalmente destruir el pecado y el mal, cuando haya sido revelado totalmente. Pero hay algo más. ¿Por qué demora tanto? La Biblia abre nuevamente el velo y vemos a un Dios misericordioso. Escuchen lo que dice en 2ª Pedro 3:9. “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”, y consecuentemente la vida eterna.

El Señor Jesús no se está demorando porque sea lento, o sádico, o por cualquier otro motivo errado. Él quiere salvar a cuantos sea posible. Así que Él trabaja para ganarlos a través de Sus ángeles celestiales, quienes ahora están totalmente dedicados a oponerse de cualquier manera a Satanás, hasta el mismo fin del tiempo; a través del Espíritu Santo, el cual está trabajando para llevar a los hombres al arrepentimiento y a entregarse; a través de los dedicados siervos de Dios en la tierra, los cuales conducen a las almas hacia el Salvador. Oh mis amigos, ¿no quieren ser parte del gran ejército de obreros en cooperación con el cielo para alcanzar con la verdad de Dios a las almas perdidas? Yo sí quiero.

Apocalipsis 12:17 nos dice que Satanás, o el dragón “se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.”

Así que Satanás aún está en esto, mis amigos. Aún le está haciendo la guerra a Cristo en la persona de Sus seguidores. Él está airado con Cristo, y está enojado con la mujer, la cual representa a la iglesia de Cristo. Él está especialmente airado con la última iglesia de Cristo en la tierra, la iglesia remanente porque ellos guardan los Mandamientos de Dios que él trató de derrocar en el cielo. Ellos poseen los mandamientos y el testimonio de Jesucristo. Sus vidas testifican que Cristo vive en ellos. Esta última iglesia es muy especial, porque está en el centro de la controversia, porque son leales a Cristo, el archi-enemigo de Satanás.

La Gran Controversia aun recrudece. Sí, el fin está claro. El resultado de la guerra ya está decidido. Pero ustedes aún tienen que decidir de qué lado se van a colocar. Si ustedes están del lado de Cristo, entonces todas las agencies del mal estarán concentradas en su contra. Pero ustedes también poseen todas las agencies del cielo para ayudarlos. No debieran sorprenderse si de vez en cuando tienen pruebas y problemas que son muy duros. Pero tampoco debieran sorprenderse pues Cristo va estar con ustedes. Tienen que conservar la fe. Tienen que ser valientes en la lucha. En la debilidad, tienen que volverse fuertes en Cristo. Ustedes tienen que ser soldados fieles de Jesús.

Permítanme leerles de Hebreos 11, comenzando con el versículo 32. ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra. Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.” Hebreos 11:32-40.

Ustedes pueden ver, mis amigos, que estas personas son nuestros ejemplos. Ellos pelearon con fe. Y ustedes y yo tenemos que hacer lo mismo. Ellos ganaron sus batallas por la fe, y así mismo podemos hacerlo nosotros.

Observen que están esperando que nosotros seamos hechos perfectos. ¿Cómo somos hechos perfectos? Ustedes son hechos perfectos a través de la tentación y de las pruebas, por el poder de Cristo. Cuando ustedes sufren por amor a Jesús, cuéntenlo como alegría. Las tentaciones y pruebas pueden venir, pero pueden hacer mucho por ustedes, si viven por fe en Cristo. ¡Pueden ser vencedores! Escuchen lo que el apóstol Santiago tiene para decir.

“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.” Santiago 1:2-4.

Es en la fe que derrotamos a Satanás. Cristo lo venció por fe en el amor y poder de Su Padre. Nosotros lo vencemos por la fe en Cristo.

Escuchen lo que va a ocurrir con Satanás, que una vez caminó entre las piedras de fuego en la montaña de Dios.

Esto está en Ezequiel 28:16-19. “A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser.”

Amigos, casi no puedo esperar hasta que todo termine. Casi no puedo esperar hasta que Satanás sea destruido. No quiero vivir más en este mundo de pecado. Probablemente ustedes sientan lo mismo. Tenemos que vivir en forma justa en este mundo actual, de tal manera que Cristo pueda demostrar que Él realmente posee un pueblo en el cual puede confiar y que no van a ceder a las tentaciones de Satanás y que entonces Él podrá hacerlos pasar por la crisis final.

Estamos viviendo en tiempos solemnes, mis amigos. Nuestras vidas están en un período de prueba. Vendrá el tiempo en que se cerrará la gracia. ¿Estamos haciendo todo lo posible para ganar a otros a la sagrada verdad de Dios para este tiempo? ¿Estamos alcanzando a nuestros vecinos y amigos que no conocen a Cristo o que no conocen el mensaje del fin del tiempo para estos últimos días, y estamos ayudándolos a encontrar el camino? ¿Estamos trabajando en armonía con el cielo para salvar a los perdidos?

Oro para que ustedes estén realmente trabajando mano a mano con Cristo y con los santos ángeles y con el Espíritu Santo, para vivir vidas rectas, de tal manera que el carácter de Cristo pueda ser visto en ustedes. Yo necesito el Espíritu Santo en mi vida, y sé que ustedes también. Sin este importante agente, estaríamos perdidos y sin esperanza.

Oremos. Nuestro Padre celestial, a través de Jesucristo pedimos el perdón de nuestros pecados y la restauración de la justicia en nuestras vidas. Por favor, envía al Espíritu Santo para ayudarnos a vencer a Satanás e implantar el carácter de amor de Cristo en nuestros corazones. Ayúdanos a ver los magníficos asuntos de la controversia entre Cristo y Satanás y por qué el enemigo aún está activo. Danos la victoria sobre sus engaños. Que podamos vivir para Cristo ante todos los que nos rodean. En Tu fortaleza, ayúdanos a resistir sus tentaciones que tan a menudo se interponen en nuestro camino. Justifica tu carácter de amor en nuestras vidas. Ruego que Tu presencia pueda estar con nosotros, a medida que nos acercamos al fin del tiempo, en el nombre de Jesús, Amén.