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Reunidos y Puestos Juntos

By Pastor Hal Mayer

Queridos amigos:

Bienvenidos al Ministerio Guardad la Fe. Gracias por estar junto a nosotros hoy mientras exploramos un principio de fe muy importante. Ese principio tiene que ver con nuestra confianza en la Biblia y su rol en nuestras vidas en estos últimos días. Espero que estén suplicándole a Dios para que derrame Su Espíritu en ustedes. Necesitamos mucho del Espíritu Santo para vencer al enemigo. Estamos a punto de enfrentar la prueba de nuestras vidas y muy a menudo fallamos en recibir el Espíritu Santo.

Al comenzar nuestro estudio de hoy, quisiera comenzar con una oración. Nuestro Padre celestial, gracias por Tu amorosa bondad que es tan paciente con Tus hijos errantes. Estamos tan agradecidos por Tu gracia que nos trae salvación cuando miramos hacia Ti con fe. Que podamos sentir la presencia de Jesús mientras abrimos Tu Palabra hoy y estudiamos cómo la Biblia debe ser el centro de nuestras vidas en el fin del tiempo, en el nombre de Jesús, amén.

Vayan conmigo en sus Biblias al Salmo 119:105. Ustedes deben haber memorizado este versículo en el pasado. Ciertamente es un versículo familiar. Digámoslo juntos. “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.”.

Este poderoso mensaje nos hace reflexionar mucho. Primero, entendamos que la Biblia, la Palabra de Dios, ilumina el tenebroso mundo en el cual vivimos. Sin ella, el mundo sería mucho peor de lo que es, y tal vez estaría completamente destruido. Aquellos que han rechazado la Biblia, no tienen idea de cuánto le deben respecto a las modernas conveniencias que hoy disfrutan. Por ejemplo, fue la Biblia la que desarrolló el intelecto de Europa y la que estimuló la economía con nuevas eficiencias, las cuales condujeron a Europa hacia la edad moderna. Es como si estas personas quisieran volver a la Edad Media. Yo creo que no entienden cuán poderosa realmente es la Biblia. Ella cambió realmente la sociedad, socavó la tiranía papal y el sistema feudal. Y comenzando con la Reforma hace justamente 500 años atrás, proveyó una educación literaria para muchas generaciones e hizo que surgiera la clase media.

Piensen en cuánto pecado, y sus costos relacionados, pudieran ser evitados si las personas vivieran de acuerdo con la Biblia. No estaríamos gastando dinero con los médicos, psicólogos y remedios debido a las enfermedades físicas y mentales. Bien, realmente, eso es lo que está sucediendo hoy, ¿no es verdad? Estamos gastando inmensas sumas de dinero, solo para lidiar con el problema del pecado en nuestras vidas.

Piensen en cuánto dinero se ahorran los verdaderos cristianos al no beber alcohol, al no fumar, entre otras adicciones. Cuántas cuentas de abogados y otros gastos serían ahorradas si siguiéramos la Biblia y no nos divorciáramos. Y esto sin siquiera tomar en cuenta el dolor emocional que sufre la mayoría de las personas que hacen algunas o todas estas cosas.

Isaías 60:2 dice que en los últimos días, la tierra estará en densas tinieblas. Ya que somos seres humanos, y que no podemos ver adónde ir, a menos que alguien nos dé una luz, Dios en Su misericordia hacia nosotros, ha provisto una lámpara, de tal manera que no vaguemos en las tinieblas y que podamos encontrar nuestro camino con ella. Todos pueden poseer esta luz. Pero aun cuando le es ofrecida a todos, muchos le dan la espalda, porque prefieren andar en las tinieblas y no en la luz.

La Biblia señala el camino hacia Dios. Nos explica a Dios y también nos explica a nosotros mismos. Nos muestra lo que es correcto y lo que es errado y lo que es seguro y lo que es peligroso. La Biblia también nos muestra cómo pensar con respecto a nosotros mismos y para con Dios, y cómo relacionarnos con el mundo cada vez más impío a nuestro alrededor.

La Biblia tiene que estar en nuestras manos y tiene que ser usada para iluminar nuestro entendimiento y ser una guía para nuestras circunstancias particulares, características y personalidades. Realmente es algo único, adecuado para todos, con todas las diferencias de cultura, cualidades y trasfondos. Nos dirige en nuestro trabajo y en la manera como vivimos nuestras vidas personales cuando la aplicamos activamente a nosotros mismos.

Ilumina todo rincón oscuro, en el cual tengamos que ver. La Biblia es como el candelero en el servicio del santuario. El candelero arroja su bella luz en todo el compartimiento. La Biblia arroja su luz en todas las esquinas de nuestro corazón, en las cuales tengamos que ver y entender lo que hay en ellas. También explica cómo limpiar y purificar nuestros corazones.

Así, ¿de qué luz y lámpara está hablando el Salmo 119? Proverbios 6:23 dice: “Porque el mandamiento es una lámpara; y la ley es luz”. La Biblia tiene que ser vista como la ley o regla por la cual vivimos. A través de sus argumentos se nos da luz, a la cual nuestro entendimiento tiene que darle su consentimiento, si es que somos cristianos. Todo lo que diga la Biblia es luz. Y si no concordamos con sus claras declaraciones, vamos a permanecer en tinieblas. Y si le damos la espalda, vamos a permanecer tan confundidos en nuestras mentes, que lo correcto nos va a parecer errado y lo errado nos va a parecer correcto.

¿Ustedes creen que va a ser así en los últimos días? Todo el mundo lo va a ver como si fuese lo correcto y el pueblo de Dios, basado en la Biblia, lo va a ver errado. Por ejemplo, cuando el mundo piense que Dios quiere que guardemos el domingo, ellos van a creer que es lo correcto. Pero no están siguiendo la Biblia. Ellos van a acusar al pueblo de Dios, que guarda todo lo que la Biblia nos enseña, especialmente el mandamiento del séptimo día sábado, están errados. Pero en realidad están en lo correcto. Es muy importante estar en lo correcto a la vista de Dios. Ustedes pueden estar errados a la vista de los hombres, pero eso no importa. Tienen que vivir de la Biblia, si es que van a sobrevivir en la crisis venidera.

Así, este versículo, Proverbios 6:23, nos enseña que tenemos que ir a los Diez Mandamientos del Decálogo para encontrar nuestro camino en verdad y en justicia. La ley de Dios es la luz para nuestros pies. El resto de la Biblia, esencialmente, explica cómo vivir por los Diez Mandamientos de una manera práctica.

Si no quieren vivir por los Diez Mandamientos, ustedes van a andar a tientas en las tinieblas. Y para aquellos que aceptan la ley como una delicia, la Biblia será algo refrescante y ellos van a sentir la guía del Señor en sus vidas diarias.

La “lámpara para mis pies” me mostrará dónde hay piedras en el camino, de tal manera que no coloque mi pie en ellas y me lastime el tobillo. Me mostrará dónde están los baches, para que yo no pise en ellos. Me ilumina el camino, de tal manera que yo pueda ver todos los peligros.

Esto incluye una lección moral. Ustedes van a pecar si no viven por la Biblia. ¿Sabían eso? ¿Y si no conocen su Biblia, cómo van a ser capaces de seguirla y no pecar? ¿Cómo les va a enseñar y les va a hablar a ustedes el Espíritu Santo, cuando surge una circunstancia que requiere una decisión, si no han almacenado su contenido en sus mentes? La Biblia está diseñada para que no caigan en pecado, al seguir sus instrucciones. Por lo tanto, tenemos que leerla y entenderla si esperamos ver cómo el enemigo expone las tentaciones.

La Biblia nos dirá qué decir y cuándo decirlo. El Espíritu Santo va a dirigir nuestras mentes y nuestros corazones cuando estemos en peligro de decir algo errado, y nos va a recordar que permanezcamos en silencio o para que digamos algo correcto. En otras palabras, la Biblia, juntamente con la influencia del Espíritu Santo, van a dirigir nuestras conversaciones por el camino correcto, tanto en la elección de nuestras palabras como en las ideas que tenemos en la mente. También van a guiar nuestro comportamiento, de tal manera que no pequemos con nuestros cuerpos. ¡Yo no sé qué les sucede con ustedes, pero yo necesito la Biblia! La Biblia nos conduce por nuestro camino general en este mundo, y nos guía en nuestras necesidades particulares, circunstancias y situaciones.

La Biblia nos hace sensibles a la voz del Espíritu Santo. Él puede hablarnos con aquella voz suave, aun cuando exista mucho ruido y confusión a nuestro alrededor.

La palabra de Dios nos revela verdades eternas, y está construida sobre la más alta razón. Aquellos que se rehúsan a aceptar la Biblia como un libro de verdades eternas, van a perderse en el camino. La autoridad de la Biblia es la ley, a la cual debemos someternos diariamente. Si no sometemos nuestra voluntad a la autoridad de la Biblia, vamos a permanecer en las tinieblas del orgullo y del egoísmo. Si no nos sometemos a la autoridad de las escrituras, nos convertiremos en jueces de la Biblia, tal como lo han hecho millones de personas durante miles de años. Pero la Biblia debiera juzgarnos a nosotros, para que nos señale nuestro egoísmo y nuestra arrogancia. No debemos dudar de sus claros preceptos ni de su obvio significado. No podemos explicarla, no podemos arrojarla lejos con nuestros argumentos, y no podemos inventar nuevos significados a sus palabras, ni conjeturar ideas que sean opuestas a sus claras enseñanzas.

Nadie ha hecho jamás una ley como la Biblia. Ningún filósofo ha tenido alguna vez una percepción tal sobre la mente de Dios. Por lo tanto, tenemos que recibir la palabra escrita como el “mandamiento de nuestro Padre” y la “ley como nuestra madre”. Eso es lo que dice Proverbios 6:20-21. “Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre, y no te olvides de la ley de tu madre. Mantenlos continuamente sobre tu corazón, y átalos alrededor de tu cuello”.

Oh mis amigos, ¿qué tipo de afirmación es esta? La Biblia debe ser como nuestra madre y padre para nosotros. El Salmo 27:9-10 dice: “Cuando mi padre y mi madre se olviden de mí, entonces el Señor me recogerá”. Eso quiere decir que si ustedes son fieles a la Biblia, Dios los va a cuidar, sin importar cómo los trate su propia familia terrenal. La Biblia nos revela la bondad de Dios, Su fidelidad, y cómo Él provee para nuestras necesidades.

Y observen que tienen que atar la ley de Dios alrededor de su corazón, de tal manera que sus emociones no se conviertan en impiedades ni en cosas malas. Tenemos que atarla alrededor de nuestro cuello, para que las cosas que coloquemos dentro, sean las aprobadas por la Biblia, y para que las cosas que salgan, nuestras palabras, estén también filtradas por la Biblia.

La Biblia es también un guardia, y tenemos que colocarnos bajo su protección. Si nos gobernamos a nosotros mismos por las promesas e instrucción de la palabra, todos los días, y hacemos un trabajo concienzudo de los deberes que Dios nos ha ordenado, podremos refugiarnos bajo las promesas de la palabra durante la noche y podremos confiar en las liberaciones que Dios hace por nosotros y que va a operar para nosotros.

La Biblia es asombrosa. Si la convertimos en nuestra compañera, y conversamos con ella al memorizar sus versículos o al meditar en sus ideas, cuando estamos despiertos durante la noche, y no sabemos cómo hacer para volver a dormirnos, o cómo hacer pasar las horas, podemos hacer que la palabra de Dios nos hable a nosotros. Reciten versículos que conozcan y eso va a traer pensamientos santos.

Cuando ustedes despiertan en la mañana, y están planificando su trabajo para ese día, permitan que la Biblia les hable primero, y ella les va a decir cómo planificar de la mejor manera y cómo podrán obtener los mejores resultados. Amigos, hay prosperidad en la palabra de Dios. Si viven por la palabra, van a tener éxito en su vida. Puede que no sean ricos en los bienes de este mundo, pero serán ricos, muy ricos en su experiencia con Dios.

Piensen en José. Dios lo hizo prosperar como esclavo de la casa de Potifar. El Señor hizo que José prosperara en la prisión de Potifar. El Señor no les promete dinero. Él promete prosperidad. Ahí hay muchísima diferencia. La Biblia les trae prosperidad, y tal vez riqueza, pero tal vez no. Dios sabe lo que ustedes van a hacer con la riqueza, así que Él decide lo que es mejor para ustedes.
Si viven por la Biblia, su personalidad va a madurar. Su alegría va a aumentar. Su placer no se va a extinguir, tal como sucede con el placer del mundo. La Biblia les va a mostrar sus errores, pero también los va a instruir en cómo hacer mejor las cosas.

¿No es la Biblia una maravillosa y poderosa bendición, mis amigos? Y solo he tocado la superficie de los beneficios por seguir la Biblia. Hay mucho más.

Pero, consideremos una declaración del Tomo 3 de Mensajes Selectos pág. 387. Esta es una de aquellas maravillas de una sola sentencia que poseen un pensamiento profundo ligado a ella. Hay asombrosas gemas que les van a dar algunas ideas de cómo prestarle más atención que la que le damos. Escuchen atentamente lo que dice: “La Biblia ha acumulado y reunido sus tesoros para esta última generación”.

¿No es una poderosa declaración? Es una de aquellas declaraciones de una línea que debiéramos memorizar, escribirla y colocarla en el refrigerador, para que podamos acordarnos de ella cuando busquemos algo para comer. Vale la pena repetirla: “La Biblia ha acumulado y reunido sus tesoros para esta última generación”.

Ahora, pensemos un poco en lo que esto nos está diciendo. ¿Qué significa la palabra acumulado? Significa reunir o juntar. ¿Ustedes acumulan todo de una vez? No, claro que no. Acumular se refiere a un periodo de tiempo. En otras palabras, la acumulación de la Biblia llevó tiempo para organizarla. De hecho, miles de años. De la misma manera, ustedes no pueden acumular conocimiento de la Biblia durante la noche. No sucede de esa manera. Lleva tiempo el desarrollar un profundo y amplio entendimiento de las escrituras.

Observen que la declaración también está hablando del pasado. En otras palabras la acumulación de la Biblia ya ha sucedido. ¿Pero cómo sucedió? ¿Cómo comunicó Dios Su voluntad en la era patriarcal? A través de la palabra hablada, ¿verdad? Abraham, Isaac y Jacob, todos ellos escucharon la voz de Dios para ellos personalmente. Ellos les contaron a sus hijos y a sus nietos, cuál era la voluntad de Dios.

Pero cuando hubo miles de Israelitas, Dios tuvo que colocar su expresa voluntad en un formato que fuese recordado, y que se pudiese hacer referencia a él, una y otra vez. Tenía que existir una manera de protegerlo, de tal manera que no se corrompiera. Así, Dios instruyó a Moisés para que lo escribiera. ¿Cuántos libros escribió Moisés? ¿Creen ustedes que solo escribió cinco? Si fuese así, se han olvidado, o tal vez nunca lo supieron, que Moisés escribió realmente seis libros. Además de Génesis, Éxodo, Levítico, Números y casi todo Deuteronomio, él también escribió el libro de Job.

Los escritos de Moisés contienen la Torá, o el Pentateuco, y también el libro de Job. Él fue un gran escritor cuando ustedes piensan en él, ¿no es verdad? Él fue también un poderoso historiador.

Cuando Moisés escribió esos seis libros, eran verdad presente para los Israelitas en aquel tiempo. La verdad presente es la verdad que es especialmente relevante e instructiva para aquellos que viven en el tiempo en que fue comunicada.

Después vino Josué, Jueces, Ruth, los escritos de Samuel, los Reyes, y otros libros históricos. Cada uno de ellos posee poderosas lecciones. Eso era verdad presente cuando fueron juntados. Y también fueron acumulados a lo largo del tiempo.

Lo asombroso sin embargo, es que aun cuando fueron escritos especialmente para el pueblo de su tiempo, el mensaje es aún más poderoso para nuestro tiempo, porque fueron coleccionados y conectados con todos los demás escritos inspirados. Hay más, más adelante.

Después de estos libros históricos, viene la literatura de la sabiduría, los Salmos, Proverbios, Eclesiastés, y Los Cantares de Salomón. Esos están llenos de sabiduría e instrucción para el pueblo de Dios en cada era, pero especialmente para los últimos días.

Y entonces fueron añadidos los profetas. Y fueron maravillosamente equipados con mensajes para su propio tiempo. Pero también tienen mucho que decirnos a nosotros. Y eso nos conduce justo al fin del Antiguo Testamento. Después que hubieron dado su testimonio, el cual fue verdad presente para su tiempo, fueron añadidos a la actual palabra inspirada y el texto acumulado guió al pueblo de Dios adonde quiera que este fuera aceptado y adonde quiera que vivieran por él.

Entonces vinieron los 400 años entre el antiguo y el nuevo testamento, donde no hubo profeta ni ningún otro escritor inspirado que le hablara al pueblo de Dios.

Entonces, después que Cristo vino y murió, resucitó y ascendió al cielo, cuatro de los apóstoles escribieron los cuatro evangelios. Estos escritos fueron únicos, porque fueron los registros inspirados de los cumplimientos proféticos de las profecías del Antiguo Testamento, relacionadas con la primera venida de Cristo.

¿Y observaron ustedes que el evangelio de Juan es diferente de los otros evangelios? Sí, bien diferente, de hecho. Existe una razón para eso. Mateo, Marcos y Lucas escribieron sus evangelios en la primera parte del primer siglo, y cerca del año 60 d.C., todos ellos estaban muertos. Pero Juan vivió hasta cerca del año 90 d.C. y escribió su evangelio justo antes de su muerte. Eso hace del libro de Juan, el último libro de la Biblia que fue escrito. Y el último libro escrito cronológicamente, no es el Apocalipsis.

Juan fue sacado de la isla de Patmos, donde él escribió el libro del Apocalipsis, y vivió alrededor de Éfeso, donde existía un gran flujo de tráfico comercial y de negocios y de viajes diplomáticos. Estando en Éfeso, Juan pudo permanecer en contacto con las iglesias de toda Asia Menor y pudo guiarlas y ayudarlas desde Éfeso.

Mientras estuvo en Éfeso, el Espíritu Santo le mostró la apostasía que ingresaría en la iglesia, con respecto a la naturaleza de Cristo. Él vio que existirían aquellos que argumentarían que Jesús no era el hijo de Dios. Así, él escribió su evangelio para proteger este entendimiento clave, dando un conjunto diferente de historias de los escritores de los demás evangelios. Su misión fue señalar que Jesús fue uno con nosotros. Así, a menudo ellos usaron las palabras “Hijo del Hombre” para referirse a Jesús y contaron historias que dejaron eso bien claro. Pero Juan, por otro lado, tuvo una misión diferente con su evangelio. Él quería que se conociera que Jesús también era el Hijo de Dios. Y contó muchas historias que dejaron esto bien claro.

Entonces vienen las epístolas del apóstol Pablo, Pedro, Santiago y Judas. Estas epístolas proveyeron la guía de la verdad presente, para ayudar a la iglesia primitiva a lidiar con sus únicas y difíciles circunstancias. También nos guían en nuestros días hoy.

Nuestra declaración dice: “La Biblia ha acumulado y reunido sus tesoros…”. Los tesoros de la escritura son tan abundantes, que es difícil enumerarlos. Pero la Biblia posee tesoros que son fáciles de ver y de entender, como el amor de Jesús y su salvación completa y gratis provista para la humanidad. Pero también hay tesoros que están escondidos, como los símbolos de la profecía bíblica, las bestias, los dragones, las mujeres, las estrellas y los mares, por nombrar solo algunos. Las parábolas son también una fuente de tesoros ocultos. Jesús dijo muchas parábolas y aquellos que se le opusieron, no pudieron entender su verdadero significado. Eran profundas, amplias y comprensivas. Y como la Biblia no fue diseñada para satisfacer la mente carnal, los líderes Judíos no pudieron entenderla.

Adonde ustedes vayan en las escrituras hay un tesoro para comprender y para añadirlo a las fuentes más elevadas de la mente y del alma. Nos habla directamente sobre la mente de Dios. Dios ha diseñado la Biblia para hacer que Su mente se adapte a la nuestra. Algunos que poseen más capacidad que otros, obtienen más de Dios. Otros menos. Pero Dios siempre les da más vislumbres a aquellos que estudian la Biblia.

¿Han estado alguna vez estudiando y de repente leen un versículo que explica directamente otro versículo, que está en algún otro lugar en la escritura, y que ustedes no conseguían entenderlo? De repente logran entender la idea de una manera totalmente nueva. ¿O un nuevo pensamiento aparece en su mente, el cual revela un nuevo significado del versículo, aun cuando ya lo habían leído mil veces antes? A mí me ha sucedido eso. Muchas veces. Pero imaginen el Espíritu Santo. Él casi no puede esperar para plantar la semilla en nuestras mentes. Y Él lo hará si ustedes comienzan a pensar acerca de las palabras que leen en la Biblia. Y cuando Él lo hace, quedarán llenos de entusiasmo con lo que acaban de aprender.

Yo me siento capacitado por la perspectiva de las escrituras. He quedado maravillado por las maneras en que Dios trabaja. Él sembrará una semilla aquí y allá, y luego madurará sus mentes en un tema que esas semillas debían abordar. Luego, mientras estudian, encuentran el verso correcto que abre una nueva comprensión.

Isaías 30:26 es de esa manera. En ese versículo hay mucho sobre la creación y sobre el diluvio, y también sobre la nueva tierra, lo cual hace dar vueltas a mi mente. Nos cuenta mucho sobre nuestro sistema solar y cómo era antes del diluvio. Estoy seguro que hay más ahí, que yo no entiendo. Pero estoy emocionado con lo que he aprendido. También estoy seguro que Dios me está preparando para que pueda usar ese versículo poderosamente en el momento oportuno, cuando sea necesario en algún momento en el futuro.

He aquí el versículo. Isaías 30:26. “La luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que el Eterno sane la herida de su pueblo, y cure la llaga de su herida”.

Uno de los tesoros ahí, es la palabra “sane”. Cuando Dios sane la tierra del golpe de su herida (el diluvio), Él va a restaurar la tierra y el sistema solar a la manera como era antes del diluvio. Y eso también se puede ver en otros versículos de Génesis, donde habla cómo Dios hizo el sistema solar. Génesis 1:16, por ejemplo, nos dice que Dios hizo dos grandes luminarias, no solo una gran luminaria y un aparato reflector. En otras palabras, la luna, era una luminaria, un orbe ardiente.

Pero eso no es todo. Hay muchísimo en ese pequeño versículo. Si ustedes entienden un poquito acerca de física, pueden entender la poderosa mano del Creador para conseguir el perfecto medio ambiente para el hombre, para que viviera eternamente. Pero también explica las increíbles fuerzas que entraron en juego cuando las fuentes de las profundidades se quebraron, y la destrucción del diluvio fue el resultado. Eso cambió todo, incluyendo el sistema solar.

Existe otro tesoro en la historia de Ester. Apuesto que la mayoría de ustedes no sabían que la historia de Ester es una alegoría de todo el Gran Conflicto, en forma resumida. La historia contiene a todas los personajes en una posición en que representan a los personajes principales del Gran Conflicto entre Cristo y Satanás. No están en sus caracteres personales, sino que en la posición que ellos representaron.

Asuero, por ejemplo, es el rey cuyas leyes no pueden ser cambiadas. Él representa a Dios, cuya ley no puede ser cambiada. Él no posee el carácter de Dios, pero sin embargo, posee la posición de gobernante del imperio, de la misma manera en que Dios gobierna el universo.

Aun cuando es un hecho histórico que sus leyes son inmutables, uno se pregunta si Dios guió al rey Persa a hacer esto de tal manera que fuese una manera disfrazada del Gran Conflicto entre Cristo y Satanás.

Entonces tenemos a Vasti. ¿A quién representa ella en el Gran Conflicto? Ella es una mujer, y por lo tanto representa a una iglesia. ¿Pero a qué iglesia? Bien, esta es la iglesia que una vez fue la iglesia de Dios y que eventualmente fue rechazada por Dios por no revelar su belleza al mundo. Sí, Vasti hizo lo correcto al no ir al banquete de los ebrios. Pero nuevamente, Dios hizo esto, para que podamos ver cómo se desarrollarían los principios del Gran Conflicto, a pesar de su buen carácter. Esta mujer, que una vez fue la esposa del rey, ahora es una repudiada. Esto la convierte en el símbolo de la iglesia Judía, ¿no es verdad?

¿Quién es Mardoqueo? Bien, en el capítulo 2, versículo 21, nos dice que Mardoqueo estaba a la puerta del rey. Él era el responsable de registrar a todos los que entraran al palacio, de tal manera que nadie hiciera un atentado contra el rey. Eso me recuerda un versículo que dice que “ningún hombre viene al Padre, sino por mí”. Juan 14:6.

Mardoqueo iba todos los días al palacio del rey para ver a Ester, la cual representa otra iglesia que va a ser la iglesia de Dios, para ver cómo está ella. Él es el blanco del enemigo, representado por Amán.

Amán es la figura más fácil de encontrar, porque es el gran villano de la historia. Él representa a Satanás. Él trata de colgar a Mardoqueo en un árbol. Por lo tanto, ¿a quién representa Mardoqueo? Sí, a Cristo desde luego. Estos dos son archienemigos, también en el Gran Conflicto.

¿Y a quién representa Ester? El capítulo 2:8 nos dice claramente a quién representa ella. Observen que dice: “Cuando se divulgó la orden del rey, fueron reunidas muchas jóvenes en la residencia real de Susa, y puestas a cargo de Hegai. También Ester fue llevada a la casa del rey, al cuidado de Hegai, guarda de las mujeres”.

¿Cuántas mujeres más vinieron detrás de ella? Ninguna. Esto la convierte en una representante de la última iglesia, ¿verdad? Ester representa a la iglesia remanente. Apuesto a que muchos de ustedes nunca vieron esto antes. Y observen lo que dice en el siguiente versículo, versículo 9. “La joven agradó a Hegai. Halló gracia ante él, y prontamente le dio sus cosas para la purificación”.

Oh, ahora sabemos bastante como para determinar quién es Hegai. Él es aquel que le da dones a las mujeres, dones de purificación. ¿Quién hace eso para la iglesia de Dios hoy? Sí, correcto, el Espíritu Santo.

Por lo tanto, en esta historia de Ester, tenemos al Padre, al Hijo, y a la tercera persona de la Deidad, el Espíritu Santo. Tenemos a la iglesia judía y a la iglesia remanente.

Pero ahora piensen en esto. Asuero ordena que todos adoren a Amán. Esta es una ley de adoración. Se encuentra en el capítulo 3:2. “Y todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey, se arrodillaban e inclinaban ante Amán, porque así lo había mandado el rey. Pero Mardoqueo, ni se arrodillaba ni se humillaba”.

Así, el gobernante del país hizo una ley de adoración, la cual es un tipo de las leyes dominicales del tiempo del fin. Recuerden, Apocalipsis 13:4, dice que adoraron al dragón, o Satanás. Y la ley de adoración terminó con una pena de muerte para todos los guardadores del sábado, o judíos, que estaban en todo el imperio. Esta ley fue hecha para adorar a Amán, el representante de Satanás, tal como es predicho en el tiempo del fin en Apocalipsis 13. El rey es sobornado por Amán, para que proclame la muerte de todos los judíos, porque Mardoqueo se rehusó a adorarlo. Así será nuevamente en los últimos días, habrá un decreto de muerte por rehusarse a adorar de la manera que el enemigo quiere.

Y hasta hubo noticias fraudulentas. Amán le dijo al rey que los judíos “eran diferentes de todas las personas, y que no guardaban las leyes del rey…”. Es verdad, los judíos tenían leyes religiosas que eran bien diferentes de las leyes Persas. Pero no desobedecían intencionalmente las leyes del rey. Solo si entraban en conflicto con la ley de su Dios.

El resto de la historia de cómo Dios liberó a Su pueblo, es muy asombroso y milagroso. Y aún hay más paralelos para con nuestros tiempos, que yo no he compartido con ustedes hoy. Si quieren saber más sobre este estudio, por favor, pidan nuestra serie de tres partes titulada Ester, Tipo de Nuestros Tiempos. Encontrarán que es muy interesante y que posee muchas bendiciones.

Cuando yo estaba creciendo, pensé que esta historia de Ester era una linda historia de liberación y victoria sobre un mal adversario, que tenía un buen propósito moral. Poco entendía que poseía mucho significado profético. No entendía que era mucho más que una mera historia.

Entonces, un día mientras releía la historia de Ester, de repente entendí su significado. Fue como si el Espíritu Santo súbitamente hubiese derramado luz en mi mente y yo entendí lo básico. No conseguía esperar hasta juntar todos los pedazos de los paralelos con el tiempo del fin. Yo había estado estudiando los eventos del tiempo del fin y repentinamente las cosas parecían adquirir forma justamente delante de mis ojos. Súbitamente entendí que Dios me había dado algo muy especial. Nunca había escuchado estos conceptos de ninguna otra persona antes. Nunca antes había visto de esta manera la historia de Ester, y el Señor me condujo.

Amigos, yo creo que Dios hace eso a menudo con nosotros. Él ha hecho eso por mí varias veces en mi vida. ¿Lo ha hecho con ustedes? Él lo hará, si es que estudian su Biblia y piensan seriamente en su mensaje y cómo cada pasaje encaja el uno con el otro. Unos pocos versículos aquí y allí, van a surgir de tiempo en tiempo, y los podrán ver bajo una luz diferente.

Yo creo que Dios tiene una luz especial para cada uno de nosotros, mis amigos, vislumbres especiales que Él no le ha dado a nadie más. Eso es porque Dios quiere desarrollar una relación individual con cada uno de nosotros a través de la palabra de Dios. Habla para nuestras circunstancias individuales y a nuestros desafíos, de tal manera que llega a nuestra mente individual. Esa es una manera en que Él nos une consigo mismo, compartiendo una parte única de Su mente con nosotros. Y Dios no tiene límites, de tal manera que debe tener suficientes vislumbres individuales que Él pueda darle a todas las personas del planeta.

Pero desafortunadamente, la inmensa mayoría del pueblo en el planeta no está interesada en lo que Dios tiene para decir. Casi todo el mundo se ha vuelto impío. Son tan anti-Dios, que se están volviendo tan malos como Sodoma y Gomorra o como en los tiempos de Noé. Ellos piensan que Dios no va a hacer nada con respecto a su impiedad, así como pensaron los Sodomitas. Ellos se encantaban en darle las espaldas a Dios.

Dios es grande. Él tiene la capacidad de tomarlos a todos de una sola vez, mientras llega muy cerca individualmente a cada uno de nosotros, como si no hubiese otra persona en el planeta. Su palabra nos enseña cómo Él piensa. Está diseñada para fortalecer nuestro intelecto y para confortar nuestros corazones con Su amor.

Dios usa la Biblia para unirnos a Él de una manera tal que, mientras más la estudiamos, más hambre tenemos de luz. Se convierte en algo tan encantador que nos olvidamos de lo demás al estudiar la Biblia y al pensar en Dios.

Es como cuidar del jardín, de cierta manera. Yo no cuidé mucho del jardín en la mayor parte de mi vida. Pero eventualmente decidí que como estaba predicando mucho sobre la vida en el campo y sobre cuidar del jardín, lo mejor que podía hacer era realmente cuidarlo. Ustedes saben, hay que practicar lo que se predica.

Así que, me decidí a salir a cuidar del jardín y a labrar la tierra y a hacer que algo creciera. Trabajé una hora diaria en el jardín. No es que no me gustara, pero tampoco me daba placer. ¿Pero saben qué? Mientras más salía al jardín, más me gustaba. Entonces comencé a pasar dos horas cuidando del jardín, y después hasta tres horas. Entonces comprendí que estaba descuidando mis otras responsabilidades. Realmente me gusta cuidar del jardín. Ahora, me siento frustrado cuando no consigo salir lo suficiente para cuidar de mi jardín.

Me gusta cuidar mis moras, frambuesas, arándanos y fresas. Tengo tomates, pepinos, pimentones, calabazas, sandías, cantalupos, y otros frutos de la huerta. Labro la tierra, le pongo abono y la cubro con hojas o paja hasta que quedo bronceado por el sol. Así ya he hecho mucho ejercicio. ¡Y ahora todo eso me gusta!

Lo mismo sucede con el estudio de la Biblia. Cuando ustedes comienzan a obtener resultados, y el Señor les muestra algunas cosas, comienzan a disfrutarla. Todo comienza tener sentido, y comienzan a ver cosas que nunca antes habían visto. Es asombroso como su mente cambia con relación a cómo vivir. Lo que ustedes alguna vez se imaginaron que era la manera correcta de vivir, ya no es el mejor camino.

Yo no sé en cuanto a ustedes, pero cuando yo estudio la Biblia, quiero que mi mente esté clara y fresca, de tal manera que pueda entender lo que Dios quiere decirme, y también para que pueda desarrollar las convicciones del Espíritu Santo en mi vida.

Volvamos ahora a nuestra pequeña sentencia. ¿Qué quiere decir la Biblia cuando dice “todos juntos?” Este es un interesante comentario. ¿Quiere decir que la Biblia está unida de tal manera que parezca un libro? Yo no creo eso.

La Biblia está unida en ideas y conceptos. No es como un libro normal. La mayoría de los libros están hechos de tal manera que se puede leerlos de una manera cronológica, o de una manera lógica. Las historias, desde luego, son cronológicas, pero las lecciones no están necesariamente en una secuencia lógica. La Biblia es diferente. Está diseñada para probar nuestra fe, fortalecer nuestro intelecto, y excitar nuestras energías espirituales.

Ustedes tienen que estudiarla. No basta con solo leerla. Las personas, que son muy perezosas para estudiarla, ellos mismos serán superficiales y la leerán con propósitos devocionales. Pero cuando la estudiamos adecuadamente, aprendemos cómo entender la Biblia profunda y ampliamente. Tenemos que pensar en lo que se está diciendo. No debe entrar por un oído y salir por el otro.

Y aun cuando fue escrita hace más de dos mil años atrás, aún es relevante y es apta para nuestros asuntos de hoy. Y lo más importante, es que cambia el corazón y lo hace obediente a la ley divina de Dios. Y es la obediencia, la pureza de corazón, lo que más necesitamos. La Biblia transforma el corazón para que sea semejante a Jesús. Nos da Su punto de vista con respecto a todo.

Escuchen esta declaración de El Deseado de Todas las Gentes pág.621. Habla justamente de cómo ser semejante a Jesús.

“Toda verdadera obediencia proviene del corazón. La de Cristo procedía del corazón. Y si nosotros consentimos, se identificará de tal manera con nuestros pensamientos y fines, amoldará de tal manera nuestro corazón y mente en conformidad con su, voluntad, que cuando le obedezcamos estaremos tan sólo ejecutando nuestros propios impulsos. La voluntad, refinada y santificada, hallará su más alto deleite en servirle. Cuando conozcamos a Dios como es nuestro privilegio conocerle, nuestra vida será una vida de continua obediencia. Si apreciamos el carácter de Cristo y tenemos comunión con Dios, el pecado llegará a sernos odioso”.

Esto solo sucede cuando ustedes se conectan con Cristo a través de la Biblia. Él entra en sus vidas, cambia sus principales principios y obedece la ley de Dios por ustedes. Ustedes efectúan las acciones en armonía con la ley, con sus músculos, tendones y huesos. Sus mentes aprenden a amar la Biblia y a Jesús. Pero es Cristo el que efectúa la obra de purificación y de obediencia.

Veamos lo que dice Gálatas 2:20, “Yo estoy crucificado con Cristo, y sin embargo vivo, no yo sino que Cristo vive en mí…”. ¿Escucharon eso? ¿Quién vive en ustedes? Cristo. ¿Viven aún ustedes? No su hombre carnal… Él está crucificado y muerto. Cristo toma el control y les da la libertad de las adicciones, libertad para obedecer la ley de Dios, y libertad para amar como Jesús ama. Ahora poseen una vida nueva, una vida espiritual.

Y es una poderosa obra que proviene del cielo. ¿Ustedes quieren llamar (golpear con golpecitos suaves) al poder del cielo? Entonces golpeen suavemente (denle palmaditas) a la Biblia y a Jesús.

Ahora pensemos en cómo estudiar la Biblia. Vayan conmigo en sus Biblias a Isaías 28:9-10. Escuchen cuidadosamente.

“¿A quién se enseñará conocimiento, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados? ¿A los recién retirados de los pechos? Porque ha de ser precepto tras precepto, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá”.

Así es como tenemos que estudiar nuestra Biblia. Como un niñito, tenemos que ir a la Biblia para aprender de ella. A un niño pequeño le gusta aprender y tiene muchas preguntas. Ellos confían y aceptan las respuestas tal como son dadas. Esa es la manera en que debiéramos acercarnos a Dios en el estudio de Su palabra. Pero muchos piensan que saben más que Dios. Quieren cavilar o quejarse de que la Biblia nos les habla realmente a ellos. Piensan que pueden juzgar sus preceptos y leyes y que pueden decidir por sí mismos, lo que se aplica a ellos, o lo que para ellos es aceptable. Ellos piensan que Dios aun los va a bendecir, aun cuando rechacen Sus enseñanzas.

Un niño no puede aprender mucho, así que Dios tiene que darnos un poquito aquí y otro poquito allí, de tal manera que no nos cansemos con el estudio; precepto sobre precepto, idea sobre idea, concepto sobre concepto, un poquito cada vez. Línea sobre línea, añadiendo cada vez un poco más, y entonces otro poquito, repitiéndolo una y otra vez. Línea sobre línea.

Es un proceso penoso que Dios tiene que efectuar en nosotros, seres humanos limitados y de corta visión. Él tiene que ser muy paciente, así como un padre actúa con su hijo. Él le enseña un poquito cada vez.

Y cuando nos ponemos a estudiar la Biblia, tenemos que hacerlo de la misma manera. No podemos esperar hacerlo todo de una vez. Conlleva disciplina y auto-control el volver una y otra vez a la Biblia, para poder aprender todo lo que Dios quiere que aprendamos. Un día Dios nos va a enseñar una cosa, un precepto, una idea o concepto. Después, Él va a añadir algo a eso. Y entonces al día siguiente, Él va a añadir un poquito más. Aun el más inteligente entre nosotros, tiene que acercarse a la Biblia de la misma manera humilde, esperando que Dios nos enseñe. Seremos tontos si llegamos al punto en que pensemos que ya hemos aprendido todo.

¿Qué es lo que abarca la idea de “precepto sobre precepto”? ¿Qué es un precepto? Un precepto es una regla que está diseñada para regular el pensamiento y el comportamiento. Por lo tanto, la Biblia está llena de preceptos que van a regular vuestra mente y cuerpo en armonía con el cielo, si ustedes estudian esos preceptos, y permiten que el Espíritu Santo les enseñe lo que eso significa. Tal como dije anteriormente, los Diez Mandamientos, que se encuentran en Éxodo 20 son la ley de Dios. Y el resto de la Biblia explica lo que significa vivir por esos mandamientos. Eso lo hace a través de la historia, a través de las promesas, parábolas, profecías e instrucciones directas.

Tenemos que rendir nuestros corazones y mentes siempre, hacia esos preceptos. Y si lo hacemos, seremos purificados. Cada vez que el Espíritu Santo nos revele algo, que hemos hecho erradamente, entonces pasaremos a hacerla en forma correcta. Cada vez que la Biblia nos señale algo que tiene que ser cambiado, nosotros vamos a cambiarlo a través de Cristo que vive en nosotros. Amigos, ese es el proceso de purificación.

Pero hay más en ese versículo. Tenemos que añadir precepto sobre precepto a nuestras vidas. Por ejemplo, Pedro nos dice en su segunda epístola, en el capítulo 1:5-7, que tenemos que añadir trazos de carácter uno tras otro.

“Por esa razón, poned la mayor diligencia en agregar a vuestra fe, virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor”.

Al aplicar esto, según Isaías 28, tendremos precepto sobre precepto, un precepto debe seguir al otro y debe reforzar y fortalecer los preceptos previos. En otras palabras, tenemos que añadir a la ley y a la práctica de la fe, la ley y la práctica de la virtud tal como se ha instruido a lo largo de la escritura, y a la ley y a la práctica de la virtud tenemos que añadir la ley y la práctica del conocimiento, y así sucesivamente.

También hay otros preceptos. El precepto de la justicia debiera ser añadido al precepto de la piedad. El precepto del amor debiera ser añadido al precepto de la justicia, creando un carácter muy equilibrado delante del Señor y de nuestro prójimo. Y tal vez tengamos que repetir esto una y otra vez en nuestras mentes y en nuestra experiencia, de tal manera que maduremos en ellos.

Dios nunca nos pide hacer algo que no sea realmente positivo para nosotros. Y para aquellos que están cansados de pecar, los preceptos de justicia son la única solución, el único verdadero descanso. Ellos le van a producir refrigerio a nuestra alma. Si usted está fatigado de pecar, no hay un camino mejor para ser refrigerado que ponerse bajo el yugo del Señor Jesús. Oh, mis amigos, qué bendición es vivir por los preceptos del Señor.

¿Qué quiere decir cuando dice “línea tras línea?”. La palabra de Dios, mis amigos, necesita de nuestra seria atención, y de una muy cuidadosa consideración de cada palabra, de cada línea, de cada sentencia y de cada versículo.

El versículo 9 nos hace una pregunta: “¿A quién se enseñará conocimiento, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados? ¿A los recién retirados de los pechos?”.

Por lo tanto, si ustedes quieren entender lo que Dios intenta decirnos, no podemos apenas quedarnos satisfechos con la leche de la palabra. Tenemos que entrar en lo más sólido de ella.
Como niños, necesitamos de leche hasta que seamos destetados. Pero Dios quiere que entremos en algo más profundo que meramente una lectura devocional, o de un conocimiento superficial. Así que Él nos instruye para que le pongamos atención a la palabra, “línea tras línea, línea tras línea”.

Tenemos que tomar esto en serio. Tenemos que pensar en eso de una línea cada vez, una palabra cada vez, un detalle cada vez. A menudo las ideas más profundas provienen de estudiar los detalles. No debemos permitir que la palabra de Dios entre por un oído y salga por el otro. Tenemos que pensar en lo que leemos. Compárelo con otras palabras aquí y allí por toda la Biblia. Esa es la razón por la cual una concordancia es tan importante para tenerla al alcance de la mano cuando se estudia la Biblia. La Biblia tiene que hacer una impresión en nuestras mentes, si es que queremos ganar la guerra con el enemigo. La Biblia tiene que entrar en nuestras vidas y tiene que convertirse en nuestra comida y bebida, por así decirlo, en un sentido espiritual. Nosotros nos alimentamos con nuestra comida para permanecer vivos. Tenemos que digerir la Biblia con nuestras mentes y corazones si es que queremos permanecer vivos espiritualmente.

Necesitamos tener experiencia con la palabra. Si solo la dejamos pasar sin que nos produzca una impresión, seremos como los judíos en los días del profeta Isaías. Ellos lo escucharon continuamente. Sus palabras estaban constantemente en sus oídos. Pero eso fue todo. No produjo ningún efecto en ellos. No hubo ninguna respuesta. Le pusieron un oído sordo a sus súplicas. Por lo tanto, toda la seriedad de las cosas que Dios les mostraba, ellos las trataron como si no tuvieran ninguna importancia. Lo ridiculizaron. Se rieron de su sinceridad. Se burlaron de él. Eventualmente, lo acusaron, y al igual que con Su Señor, lo mataron.

Mis amigos, es una gran iniquidad hacer un chiste de las cosas sagradas. Es una gran afrenta hacia Dios cuando hablamos vanamente de aquello que debiéramos tomar seriamente. ¿Cuán severamente creen ustedes que Dios va a tratar a aquellos que rechazaron Su ley? ¿Cómo los va a tratar Dios?

Dios va a impedir que el hombre continúe con el privilegio de la clara enseñanza de la palabra. Y muchas iglesias hoy no poseen la clara predicación y enseñanza de las serias verdades de la palabra de Dios. Él les va a hablar, tal como dice en el versículo 11: “Porque con labios extranjeros, en extraña lengua, Dios hablará a este pueblo”, de tal manera que no consigan entender lo que es Su verdad. No es porque Él no quiera. Es porque ellos no quieren.

Si ellos continúan despreciando Sus preceptos como si fuesen insignificantes y sin valor, entonces Dios les enviará un conflicto, cuya intención es despertarlos de su letargo espiritual. Eventualmente, aquellos que rehúsan escuchar la confortable voz de la palabra de Dios, escucharán la terrible voz de su vara. En otras palabras, Dios los va a castigar; no solamente por su iniquidad, sino por la manera en que ellos trataron a Sus mensajeros.

Y finalmente, si ellos aún persisten en sus malos caminos, Dios les traerá la ruina. Debido a su vana contienda contra la palabra de Dios, el pueblo de Dios está apresurando su propia ruina y están madurando para eso, tal como lo dice la escritura en el versículo 13: “Hasta que vayan y caigan de espalda, y sean quebrantados, enlazados y presos”.

Ellos tienen aquí y allí un poquito de la palabra de Dios, pero no lo toman. Es mucho para ellos. Y si no es un “sabor de vida para vida” para ellos, se convertirá en un “sabor de muerte para muerte”. 2ª Corintios 2:16.

Es interesante que cuando Isaías escribió estas palabras, la Biblia todavía no estaba en su forma completa. Aún había un largo tiempo de acumulación por delante. Pero ya estaba funcionando de la manera que el profeta lo describe, precepto sobre precepto, línea sobre línea, un poquito aquí y un poquito allí. Eso nos dice que Dios hizo que la escritura fuese lo más benéfico para nosotros intelectual y espiritualmente.

Volvamos ahora a nuestra maravilla de una sola sentencia. “La Biblia ha acumulado y reunido sus tesoros para esta última generación”.

Los tesoros están por todas partes y nosotros tenemos que sacarles provecho. Ellos son dados a todas las generaciones en la historia del mundo. Pero son especialmente para nosotros en estos últimos días.

Pero tenemos que entender esto. La Biblia ha acumulado muchos tesoros para nuestro beneficio. Pero no son solo para nosotros. Esa acumulación es particularmente única en el sentido que hay un poder especial añadido a esa acumulación para la última generación, cuando consideramos todo como un conjunto.

Es la última generación a la cual se le ha dado el “mejor lugar en la casa de las mujeres”, tal como dice en Ester 2:9. Al pueblo remanente de Dios, a Su última generación, se le ha dado el más claro, el más comprensivo, el más sistemático, completo y maduro sistema de verdad, jamás dado a la raza humana.

Eso no es algo de menor importancia. No hay otro pueblo que tenga el nivel de entendimiento de la Biblia, que aquellos que han desarrollado el mensaje del tiempo del fin de los tres ángeles, del séptimo día sábado, la verdad del estado de los muertos, los principios proféticos, etc. Todos ellos se encuentran en la Biblia.

Y mientras muchos líderes religiosos, que tienen algo que ver con la adoración en domingo, tal vez su medio de ganarse la vida, o su reputación, etc., enseñan que la ley de Dios relacionada con el séptimo día Sábado, ya no es válida, se han quedado con las meras migajas de la verdad, comparado con las riquezas y totalidad de la verdad que Dios le ha confiado a Su última generación de fieles seguidores.

No existe un mejor o más claro entendimiento de los grandes principios de la salvación encontrados en las escrituras, no existe un entendimiento más equilibrado de la fe y de las obras, la naturaleza del hombre, la naturaleza del pecado y de la Gran Controversia entre Cristo y Satanás, que entre aquellos que viven la palabra en sus vidas y la estudian diariamente en ESTOS últimos días. La Biblia ha sido provista para todas las generaciones, pero ahora estamos viviendo bajo su completa influencia. Cada pedazo de la verdad, cada precepto, cada línea, posee su propia fuerza en el todo. Tenemos que sacarle todo el provecho al estudio.

Mis amigos, saquemos ventaja de lo que tenemos. ¿Por qué hemos descuidado la oportunidad de entender la voluntad de Dios para con nosotros? La Biblia nos da toda la luz que necesitamos para transitar en las únicas y difíciles circunstancias de nuestros tiempos, y poder salir de ellos en forma exitosa. La Biblia nos abre el conocimiento de lo santo. Fortalece los poderes del alma, de tal manera que respondemos a la verdad con una obediencia cada vez más completa, a través de la humildad y la admiración.

¡Qué tesoro tenemos! Y no está escondido del buscador sincero de la verdad. Existen partes de ella que son difíciles de entender, pero están diseñadas para obtener lo mejor de ustedes, mientras cavan en ella y trata de entenderla.

Todo lo que ha sido acumulado en la escritura, ahora viene para ayudar a la última generación, antes que Jesús venga. Cada parte posee su impacto sobre las otras partes. Cada precepto, cada línea, impactan y se relacionan con todas las otras. No existe asunto que no sea amplio, profundo y completo en la escritura. Ustedes no necesitan nada más.

Quiero que observen la siguiente declaración de este asombroso párrafo que está en el Tomo 3 de Mensajes Selectos pág.387. Dice así: “Todos los grandes eventos y las solemnes transacciones de la historia del Antiguo Testamento, han sido repetidas y se están repitiendo en la iglesia en estos últimos días”.

¿Escucharon eso? Todos los acontecimientos más importantes de la historia se están repitiendo hoy. Y lo están haciendo en la iglesia de Dios. Así que podemos esperar que la Biblia y su instrucción, las historias, parábolas, todo eso, nos va a impactar de una manera que ninguna otra generación ha sido impactada antes. La historia realmente se repite.

Oh mis amigos, necesitamos la Biblia y necesitamos estudiarla como nunca antes. Hay tantas preciosas verdades en la palabra de Dios, que vamos a pasar varios milenios estudiándolas. Y eso realmente valdrá la pena hacerlo.

Amigos, espero que mi mensaje pueda sacudir vuestras almas de tal manera, que sean inspirados a comenzar su camino para entender la voluntad de Dios, a través de vuestro relación personal e individual con la palabra de Dios en Cristo.

Que los preceptos entren en vuestro corazón y en vuestra mente. No pierdan más tiempo. Que sus riquezas se acumulen en vuestra mente y en vuestro corazón.

Oremos. Gracias Padre celestial por Tu maravillosa palabra, la Biblia. Gracias por haber acumulado todos los tesoros que necesitamos para la salvación y la justicia y por haberlos unido en la escritura. Oramos para que podamos ser capaces de comprender su totalidad, por lo menos de alguna manera, durante nuestro caminar en esta tierra. En esta era cuando los hombres ya no piensan que la Biblia es relevante para ellos, en esta era donde los estilos de vida y los ideales y objetivos son todos opuestos a la palabra de Dios, en este tiempo en que las adicciones, la pornografía, los placeres pecaminosos, el abuso, y las malas cosas reinan por doquier, por favor, muéstranos Tu gloria a través de la palabra, tal como se la mostraste a Moisés y a Elías en el monte Sinaí. Que podamos hacer lo mejor en el tiempo que aún tenemos antes que Jesús venga en las nubes de gloria. En el nombre de Jesús, amén.