El pasado viernes 12 de febrero, el Papa Francisco se reunió por cerca de tres horas con Kirill, el Patriarca de Moscú y toda Rusia, en la sala VIP del aeropuerto de La Habana. Después de charlar «fraternalmente» por unas dos horas, firmaron una amplia declaración conjunta sobre el cristianismo en Europa, la situación de los cristianos en el Medio Oriente y la necesidad de resolver la división entre las dos iglesias. Los dos hombres concluyeron su declaración invocando a la Virgen María y manifestando la necesidad de su merced para curar las heridas y señalar el camino a seguir en la unión de las dos iglesias.
Los dos hombres se encontraron en Cuba porque, según ellos, es un territorio neutral con respecto a los conflictos y problemas que han separado las dos comunidades. También manifestaron que Cuba es el cruce entre Norte y Sur, Este y Oeste. «Al reunirnos en un lugar apartado de los largos conflictos del «Viejo Mundo», según expresaron en el comunicado, «experimentamos, con un particular sentido de urgencia, la necesidad de trabajar unidos católicos y ortodoxos, quienes hemos sido llamados para dar una explicación al mundo de la esperanza en nosotros con mansedumbre y reverencia. (Se cita 1ª Pedro 3:15)».
Si bien Cuba, un país de mayoría católica, ha reparado recientemente su relación con los Estados Unidos, en gran parte gracias a la ayuda secreta y crucial del Papa Francisco, y también tiene vínculos hace mucho tiempo con Rusia, lo cual hace que el encuentro entre el Papa y el Patriarca sea una declaración tanto política como religiosa. El Patriarca apoyó el ataque aéreo del presidente Putin contra ISIS en Siria, mientras que el Papa invitaba a buscar una solución pacífica. La reunión podría dar credibilidad a la campaña aérea de Rusia y al mismo tiempo alinear el Papa con el Presidente ruso.
La declaración conjunta hace referencia a su reunión cara a cara como un medio para reparar los conflictos y heridas que han existido por mucho tiempo entre las dos iglesias y piden a los fieles de ambas comuniones que se respeten los unos a los otros y evitar la competencia.
La declaración afirmó las raíces cristianas de Europa, un tema muy político. Además se ocupó de la familia y el matrimonio, condenando las formas alternativas de convivencia y la perversión del matrimonio. Se insta a las familias a criar a sus hijos «cristianos». También condena el aborto (sin utilizar el término), un tema aún más fuertemente político.
La declaración también se dirigió sobre la inmigración, otro tema político fuerte en Europa, Escandinavia, y las Américas, y pide a las naciones que acojan a los inmigrantes en busca de una vida mejor.
La declaración también habla sobre la libertad religiosa y las fuerzas que la socavan, haciendo mención en particular de las sociedades occidentales, donde ha surgido el laicismo agresivo y se han creado problemas para los cristianos que tratan de vivir según sus convicciones en la vida pública.
Quizás uno de los puntos más significativos de la declaración conjunta es que también condena el proselitismo. Reconociendo la misión unánime de los cristianos para anunciar el Evangelio de Cristo, dice la declaración: «Esta misión implica el respeto mutuo de los miembros de las comunidades cristianas y excluye cualquier forma de proselitismo”.
¿Qué significa la exclusión de cualquier forma de proselitismo? La declaración lo aclara: «En consecuencia, no puede aceptarse que se usen medios desleales para incitar a los creyentes a pasar de una iglesia a otra, negándoles el derecho a su libertad religiosa y tradiciones».
Por lo tanto, la ganancia de almas y la conversión de una fe cristiana a otra no serán adecuadas en una era de «corrección política» ecuménica. En otras palabras, si se les dice a las personas que están violando la ley de Dios por quebrantar el sábado y guardar el domingo, se los estaría privando de su libertad religiosa y sus tradiciones. Si se le dice a la gente que la Biblia es la única norma de fe, se les está privando de su libertad religiosa y sus tradiciones. Jesús dijo que los verdaderos cristianos han de ir por todo el mundo y hacer verdaderos discípulos de Cristo. Alguien que no obedece a Cristo y se aferra a sus propias tradiciones, no es en absoluto un verdadero cristiano, incluso si se identifica con una denominación cristiana en particular. Llevarlo a la plenitud de la verdad no limita su libertad religiosa.
Y ¿los «medios desleales?» Cualquier uso de tácticas o prácticas que vayan en detrimento del movimiento ecuménico, pueden ser consideradas como «medios desleales». Por ejemplo, los estudios bíblicos que se ofrecen en las casas, en los cuales se abordan las corrupciones de Roma y tratan de hacer que las personas tengan una comprensión completa del amor y la verdad de Cristo serían considerados como medios desleales.
La larga reunión en La Habana, la cual tuvo dos años de planificación secreta, no es sorpresa teniendo en cuenta los esfuerzos concentrados del Papa Francisco para unir a las iglesias en una comunión ecuménica plena, visible y sacramental. Esto le otorga al Papa Francisco otra victoria diplomática en desacuerdos y conflictos de mucho tiempo. Tengan en cuenta que él ha logrado mucho en los primeros años de su pontificado. En primer lugar, dirigió el acercamiento entre los Estados Unidos y Cuba. En segundo lugar, ha atraído hacia Roma a muchos grupos cristianos en alianzas ecuménicas, incluyendo pentecostales, evangélicos, judíos y los valdenses, entre otros. En tercer lugar, ha orquestado un acuerdo climático global que nunca antes se ha logrado. Y ahora, se ha reunido con el Patriarca Kirill después de casi 1.000 años de división, con el fin de reparar y restaurar su relación.
Por último, la declaración lamenta las hostilidades en Ucrania, hace un llamado a la paz y no agrandar el conflicto.
«La Iglesia ortodoxa se maravilló en pos de…» Véase Apocalipsis 13: 3.
http://www.lacapital.com.ar/informacion-gral/Francisco-y-Kirill-pidieron-que-cese-la-persecucion-de-cristianos-en-Medio-Oriente-20160213-0036.html