«Desde el principio, la reunión de Asís fue un amplio espectro de razas, nacionalidades y creencias. Todos juntos para mostrarle al mundo que es posible el diálogo y el respeto entre sí a pesar de la diversidad».
Hubo 500 participantes, entre los cuales se contaban ganadores del Premio Nobel, representantes de la ONU, grandes rabinos de Turquía y Bruselas, ortodoxos, protestantes, hindúes y delegaciones musulmanes de todo el mundo. También hubo representantes del Gran Mufti del Líbano y la Universidad Al-Azhar en Egipto.
«Los representantes de nueve religiones tenían un mensaje claro: denunciar al fundamentalismo como un instrumento de Dios».
¿Qué es el fundamentalismo? El Papa enseña que cualquier persona que sostenga una verdad absoluta es un fundamentalista. El fundamentalismo es «una enfermedad de todas las religiones», dijo. «Nosotros, los católicos, tenemos unos pocos, e incluso muchos fundamentalistas. Ellos creen que tienen la verdad absoluta y corrompen a otros…» ¿A dónde vamos por la verdad absoluta? ¿Al Papa o a la Biblia?
«Las religiones no son la causa del problema, sino parte de la solución. Por tal motivo, los líderes religiosos tenemos la responsabilidad de unirnos y reunirnos para proponer valores».
¿Qué significa proponer valores? Amigos, si propongo un valor que todos deben compartir y usted adopta ese valor. He moldeado sus pensamientos y acciones, ¿verdad? Este fue el propósito de la reunión: unir a las religiones alrededor de valores que apoyen el bien común de todo el mundo.
El Papa Francisco dice que el mundo está sangrando en una «Tercera Guerra Mundial fragmentada». No se trata de sólo dos fragmentos sino cientos de posiciones en conflicto que luchan entre sí.
Para poner fin a esto, el Papa propone que todas las religiones se unan en el espíritu ecuménico de manera que no haya tanta fragmentación y guerra. Las reuniones ecuménicas tales como la de Asís envían un mensaje firme de unidad en la diversidad.
La unidad religiosa mundial ejercerá su presión ecuménica sobre las iglesias principales de los Estados Unidos para que se unan al movimiento. Ellos a su vez formarán la imagen de la bestia.
«Cuando las iglesias principales de los Estados Unidos, uniéndose en puntos comunes de doctrina, influyan sobre el estado para que imponga los decretos y las instituciones de ellas, entonces la América protestante habrá formado una imagen de la jerarquía romana, y la inflicción de penas civiles contra los disidentes vendrá de por sí sola”. El Conflicto de los Siglos, pág. 498.