Durante una reunión con los luteranos en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Papa Francisco dijo que el proselitismo religioso es un «veneno». Sus comentarios se produjeron antes de su visita a Lund, Suecia, donde él y los líderes luteranos conmemorarán los 500 años de la reforma protestante, así como 50 años de diálogo ecuménico oficial entre católicos y luteranos.
El Papa expresó su agradecimiento por la peregrinación ecuménica que se inició con la iglesia de la Reforma en Alemania y terminó en Roma. Dijo que el bautismo (no la verdad) es la base unificadora para el diálogo entre las dos profesiones cristianas.
El Vaticano ha puesto una estatua decorada de Martín Lutero para su exhibición en la sala de audiencias del Vaticano. Sin duda, Lutero estaría perplejo y muy triste al ver a sus descendientes espirituales renunciar a mucho de aquello por lo cual él y sus compañeros reformadores lucharon y murieron.
El ecumenismo destruye el amor a la verdad en pro de encontrar un terreno común. En el transcurso de la audiencia, el Papa dijo: «No es lícito convencer otras personas a mi fe; el proselitismo es el veneno más fuerte contra el camino ecuménico».
En otras palabras, no es apropiado tratar de llevar a otros a la comprensión de mi fe. Esto va en contra de la obra ecuménica de la iglesia católica. Roma enseña que ella es la autoridad para decir que es verdad e insiste en ser la única voz que debe impartirla.
El Papa añadió: “Usted puede dar razón (de su fe) con mucho tacto pero sin pretender convencer a otros».
No obstante, el cristiano está llamado a hacer exactamente lo contrario. Hemos de encontrar las almas perdidas para mostrarles el camino de la salvación.
Las declaraciones del Papa hacen eco de sus anteriores fuertes palabras que condenan a aquellos que difunden la verdad. Si el Papa cree que ganar un alma de una opinión falsa a la comprensión de la verdad es un veneno, ¿cómo cree él que los cristianos deben difundir el Evangelio?
Anteriormente, el Papa denominó como «pecado muy grave» el hecho de que los católicos trataran de convertir a los ortodoxos.
Si no hubiera sido por Lutero, estaríamos en un mundo mayoritariamente católico. Entonces el ecumenismo no sería necesario pero Lutero hizo todo lo posible para que la gente viera los errores del catolicismo. Sin embargo, ahora imagínese decirle a la gente que no pueden ganar almas para Cristo ni tratar de convencerlos para que, por la gracia de Dios, ellos cambien y adopten los principios de la verdad en sus vidas.
Hablando del Espíritu Santo, el Papa dijo: «Es el Espíritu Santo quien obra en el corazón. Él hará lo que hay que hacer pero es Él el que tiene que hablar, no usted».
Eso sugiere la falsa doctrina de que no podemos cooperar con el Espíritu Santo para alcanzar las almas. Pero eso no es todo. El Papa está sentando las bases para que las iglesias no católicas cesen de dar su testimonio y presentar la verdad tal como la entienden para que no haya voces en contra de la iglesia católica.
“Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?” Apocalipsis 13: 3, 4.
Roma va detrás de todos los evangelistas, obreros bíblicos, individuos y cualquier otro que trate de ganar almas de la iglesia católica (y otras iglesias, según sea el caso).