El catolicismo romano es tan aceptado ahora en los Estados Unidos, que la renuncia del capellán jesuita católico de la Cámara de Representantes, forzada por el presidente de la Cámara, Paul Ryan, causó bastante revuelo, incluso produjo un debate a gritos entre los legisladores en el piso de la cámara. Paul Ryan apareció en los titulares cuando obligó a Pat Conroy, S. J. a renunciar explicando en su momento a los representantes que la decisión se basaba en los comentarios de los representantes.
Conroy «envió una carta a la oficina de Ryan presentando la revocación de la renuncia a su cargo que había presentado antes, una renuncia que causó una tormenta en el Capitolio y los miembros de ambas partes exigieron respuestas sobre por qué se le pidió a Conroy que se fuera. En su carta, Conroy alegó que el jefe de personal de Ryan, Jonathan Burks, sugirió que podría ser hora que haya un capellán no católico cuando le pidió a Conroy que renunciara, un cargo que Burks ha negado…
«Horas después que se envió la carta, Ryan aceptó la decisión de Conroy de quedarse. La controversia ha disminuido en gran medida desde que la renuncia fue cancelada, y Conroy ha continuado en sus deberes y actividades diarias como capellán.
Volviendo un poco en el tiempo, Ryan defendió el «catolicismo como una fe que puede ayudar a resolver los problemas del país», mientras hablaba en el Desayuno Nacional de Oración Católica. Ryan, que es católico, dijo que ve una sensación cada vez más profunda de una «política de identidad y tribalismo» en el país, así como una tendencia al «relativismo moral» que se está volviendo cada vez más penetrante.
«Si hubo alguna vez un tiempo, y si hubo alguna vez hubo un lugar donde se necesiten católicos, desde el clero hasta los laicos, es aquí y es ahora, para ayudar a resolver este problema, abordando este desafío», dijo. «Nuestra doctrina social es el antídoto perfecto contra lo que aflige a nuestra cultura».
«Ryan dijo que ve ‘esta grandiosa oportunidad para que los católicos lideren’ y ‘ayuden a acercar nuestra cultura y nuestro país al gran potencial moral de ellos. Estamos especialmente preparados para esta tarea: desde el clero hasta los laicos, todos tenemos que colaborar», agregó.
La doctrina social católica se manifiesta en la cultura al unir la iglesia y el estado. También involucra la redistribución de la riqueza, el «bien común», los principios morales católicos, y en última instancia, una religión aplicada por el estado (culto dominical), entre otras cosas. Uno de los problemas que se ha hecho evidente para algunos observadores, es que Estados Unidos se ha alejado cada vez más de sus bases morales y ha adoptado políticamente el secularismo, y como el catolicismo romano se ha vuelto más popular políticamente bajo la influencia del movimiento ecuménico, la Iglesia Católica está en una posición única para dirigir la reestructuración del rumbo moral de los Estados Unidos a su semejanza.
«Mi decisión original fue tomada en lo que creí que era lo mejor para esta institución», dijo Ryan. «Para ser claros, esa decisión se basó en mi deber de garantizar que la Cámara tenga el tipo de servicios pastorales que merece.»
Para que Estados Unidos cumpla su destino profético, el catolicismo romano tiene que remodelar la política estadounidense y su orden social a su propia semejanza. Una vez que se logre esto, será libre de instruir a sus legisladores para que hagan las leyes de adoración que se predicen en las Escrituras.
“Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada.” Apocalipsis 13:12.