America, por Gerard O’Connell: El vicepresidente de los Estados Unidos Mike Pence se reunió con el Papa Francisco en el Vaticano el 24 de enero al mediodía, y los dos hablaron en privado durante una hora, un tiempo sorprendentemente largo para una audiencia con alguien que no es un jefe de estado. Fue su primer encuentro.
El Papa Francisco dio la bienvenida al vicepresidente, quien fue criado como católico, y luego lo llevó a la biblioteca privada donde recibe a jefes de estado e invitados distinguidos y donde recibió al Presidente Trump el 24 de mayo de 2017.
«Quería extender los más cálidos saludos en nombre del Presidente Donald Trump, quien disfrutó tanto de su visita aquí», dijo el Sr. Pence a Francisco mientras se sentaban.
El Papa Francisco entabló entonces una conversación privada con el vicepresidente, con la ayuda de intérpretes. La duración de su conversación sugeriría que profundizaron en algunos temas.
Cuando terminaron su conversación privada, el Sr. Pence presentó al Papa a su esposa, nuera y otros miembros de su delegación. Los dos líderes intercambiaron regalos.
El Sr. Pence le dio al Papa una cruz de madera tallada en un árbol en el terreno de la residencia del vicepresidente. Francisco le dio un medallón que representaba al «ángel de la paz», una copia de su mensaje para el Día Mundial de la Paz 2020, así como copias de algunos de sus escritos, incluyendo «La alegría del Evangelio» y «Laudato Si'».
Según un perfil de Indy Star del Sr. Pence de 2016, nació y se crió como católico y asistir a misa y servir como monaguillo fue una parte importante de su vida. Durante la universidad, comenzó a asistir a una iglesia no confesional, donde conoció a su futura esposa. Ahora se describe a sí mismo como «un cristiano, un conservador y un republicano», en ese orden, y también se ha llamado a sí mismo «un católico evangélico nacido de nuevo.»
El vicepresidente llegó al Vaticano desde Jerusalén, donde había participado en el Quinto Foro Mundial del Holocausto en el Monumento a Yad Vashem el 23 de enero con presidentes, primeros ministros y la realeza de más de 40 países. Dado este hecho, parecería razonable presumir que él y el Papa hablaron de esto y quizás también de la situación en Tierra Santa.
Cuando llegó al Vaticano justo antes del mediodía con su esposa y su nuera, el Sr. Pence fue recibido por el regente de la casa papal, Monseñor Leonardo Sapienza. El embajador de Estados Unidos ante la Santa Sede, Callista Gingrich, y su esposo Newt, el ex presidente de la Cámara, también estaban presentes en el patio Belvedere del Vaticano para saludarlo.
Antes de que los dos líderes se reunieran, un funcionario del Vaticano dijo a América que la reunión era una visita de «cortesía», ya que el Sr. Pence también estaba visitando Italia y tenía previsto reunirse con el presidente del país, Sergio Mattarella, que también asistió al Foro sobre el Holocausto, y con el Primer Ministro Giuseppe Conte. Pero dada la duración de la reunión podría haber sido mucho más. El Vaticano no emitió un comunicado de prensa, ya que el vicepresidente no es un jefe de estado.
Al despedirse, el Sr. Pence le dijo a Francisco «me hiciste un héroe» para mi país al concederle la audiencia privada. Algunos entendieron este comentario como una referencia a su madre, una católica devota, que se habría alegrado mucho de que conociera a Francisco. Parece sugerir que el vicepresidente la mencionó durante su conversación privada.
Conexión Profética:
“Merced a los dos errores capitales, el de la inmortalidad del alma y el de la santidad del domingo, Satanás prenderá a los hombres en sus redes. Mientras aquél forma la base del espiritismo, éste crea un lazo de simpatía con Roma. Los protestantes de los Estados Unidos serán los primeros en tender las manos a través de un doble abismo al espiritismo y al poder romano; y bajo la influencia de esta triple alianza ese país marchará en las huellas de Roma, pisoteando los derechos de la conciencia.” El Conflicto de los Siglos, pág. 645.