La mayoría de los funcionarios de salud evitan usar términos que describen el apocalipsis en relación con la salud. Así que cuando el director del CDC [Centro para el Control y Prevención de la Enfermedad], advierte sobre una próxima «pesadilla» de salud y una «amenaza catastrófica», ciertamente deberíamos prestar atención.
El CDC estima que tan solo en los Estados Unidos, por lo menos hay más de dos millones de personas que se enferman cada año con infecciones resistentes a los antibióticos y un mínimo de 23.000 mueren como resultado de ello.
Aunque los antibióticos han sido una ayuda fundamental para el campo de la medicina, especialmente en relación con la cirugía, podemos estar llegando al final de la era de los antibióticos. Una serie de prominentes publicaciones ha advertido recientemente sobre la amenaza de la resistencia a los antibióticos.
Ahora hay infecciones que son resistentes a casi todos los antibióticos, incluso a los llamados fármacos de último recurso. Desafortunadamente, muchos de estos últimos fármacos están siendo utilizados ampliamente en la industria de la carne y alimentos de animales.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los animales de granja son tratados por un mayor número de antibióticos que los utilizados para tratar enfermedades en pacientes humanos, y casi todos sin fórmula médica. Enormes cantidades de antibióticos son utilizados en la cría de peces y otros animales de cría intensiva, incluso hasta cuatro veces la cantidad utilizada en la medicina humana ya que su tratamiento es más barato que proveer a los animales con las condiciones sanitarias apropiadas. De esta manera, se les dosifican drogas a los animales y las granjas industriales impulsan el crecimiento de organismos resistentes a los antibióticos, los cuales afectan la salud humana. Estas bacterias resistentes a los antibióticos son considerados como una seria amenaza.
Cuando los animales son sacrificados, las bacterias resistentes pueden viajar en la carne hacia la tienda causando enfermedades difíciles de tratar en las personas.
“La carne no fue nunca el mejor alimento; pero su uso es hoy día doblemente inconveniente, ya que el número de los casos de enfermedad aumenta cada vez más entre los animales. Los que comen carne y sus derivados no saben lo que ingieren. Muchas veces si hubieran visto los animales vivos y conocieran la calidad de su carne, la rechazarían con repugnancia”. El Ministerio de Curación, pág. 313.
“Cuando se deja la carne hay que sustituirla con una variedad de cereales, nueces, legumbres, verduras y frutas que sea nutritiva y agradable al paladar… La carne debe reemplazarse con alimentos sanos y baratos”. Consejos sobre el Régimen Alimenticio, pág. 373.
¡La naturaleza sabe mejor!