AccuWeather, por Mark Puleo y Adam Douty: Decenas de miles de residentes tuvieron que abandonar sus hogares en los estados de Nueva Gales del Sur y Victoria mientras continúa la catastrófica temporada de incendios forestales en Australia.
El jueves por la mañana se declaró el estado de emergencia en las comunidades de Nueva Gales del Sur y Victoria, lo que permitió a la primera ministra de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, y al primer ministro de Victoria, Daniel Andrews, abrir o cerrar por la fuerza las carreteras y ordenar evacuaciones públicas.
«No tomamos estas decisiones a la ligera», dijo Berejiklian, según The Sydney Morning Herald.
La Isla Canguro fue otro lugar donde la situación de los incendios forestales empeoró el viernes. Un incendio, llamado el incendio del Barranco, estuvo ardiendo en el extremo oeste de la isla durante varios días dentro de las líneas de contención.
Los vientos cambiantes de un frente entrante hicieron que el fuego saltara las líneas de contención, expandiéndose incontroladamente en todas las direcciones a través de los Parques Nacionales Flinders Chase y hacia el Southern Ocean Lodge, un complejo turístico de lujo en la zona. Mientras combatía el fuego, el Servicio de Bomberos del País (CFS) cerró las carreteras y pidió a los habitantes de la región que evacuaran, incluyendo la ciudad de Parndana.
El viernes por la noche se informó que el lujoso resort sufrió daños significativos a causa de los incendios. Sin embargo, al seguir su plan de evacuación y emergencia contra incendios, ningún huésped o personal resultó herido. En respuesta a las evacuaciones masivas y a la necesidad de ayuda en los alrededores de Victoria, el primer ministro australiano Scott Morrison y la ministra de defensa Linda Reynolds acordaron enviar ayuda militar para proporcionar asistencia humanitaria y llevar a cabo evacuaciones en los próximos días.
Se han enviado en ayuda varios helicópteros Black Hawk y Chinook, aviones de ala fija y buques de la Marina a Victoria y Nueva Gales del Sur. Las aeronaves se utilizarán para la lucha contra el fuego.
El total de hectáreas quemadas y el número de muertos se elevaron oficialmente el día de Año Nuevo para totalizar más de 5 millones de hectáreas (12 millones de acres) de tierra quemada y 17 muertes. La crisis mortal también se ha extendido a la vida silvestre en el país, ya que se estima que 480 millones de animales han muerto por el desastre.
Sussan Ley, la ministro federal de medio ambiente, dijo anteriormente que hasta el 30 por ciento de la población de koalas del país puede haber muerto debido a la destrucción de su hábitat.
El sábado fue otro día destructivo ya que el aire caliente y seco y los fuertes vientos alimentaron los incendios. Las imágenes del aire muestran un fenómeno llamado nubes piroculturales.
Las nubes piroculuminosas se forman cuando el aire caliente de un gran incendio forestal se eleva a una parte inestable de la atmósfera, similar a la de una tormenta eléctrica en desarrollo y se produce una nube llena de humo. En algunas ocasiones estas nubes pueden producir lluvia, pero también relámpagos que pueden provocar nuevos incendios.
El domingo se vio algo de alivio al ver que más aire húmedo, viento más suave y lluvia lenta cubrían partes de Victoria. Esto ha frenado la propagación de algunos incendios, aunque el gobierno de Victoria aún advierte que los incendios pueden propagarse rápidamente en algunas áreas.
Los meteorólogos de AccuWeather esperan que las áreas de lluvia ligera y temperaturas más bajas duren hasta el comienzo de la semana en el este de Victoria y el sureste de Nueva Gales del Sur. Esto seguirá frenando el avance de algunos incendios.
Durante la segunda mitad de la semana, se espera otra ronda de clima cálido, seco y ventoso. El progreso que hacen los bomberos a principios de la semana en la contención de los incendios se verá amenazado con revertirse a finales de la semana.
Conexión Profética:
“¡Con cuánta frecuencia oímos hablar de terremotos y ciclones, así como de la destrucción producida por incendios e inundaciones, con gran pérdida de vidas y propiedades! Aparentemente estas calamidades son estallidos caprichosos de las fuerzas desorganizadas y desordenadas de la naturaleza, completamente fuera del dominio humano; pero en todas ellas puede leerse el propósito de Dios. Se cuentan entre los instrumentos por medio de los cuales él procura despertar en hombres y mujeres un sentido del peligro que corren.” Profetas y Reyes, pág. 207.