Miles de pájaros caen del cielo. Millones de peces flotan en la orilla. Poblaciones de abejas melíferas son diezmadas. Murciélagos son atacados por un hongo mortal. Cerdos mueren masivamente por una enfermedad misteriosa. Proliferación de algas tóxicas que causan muerte. Estas y otras historias de muertes masivas de animales parecen estar ocurriendo con bastante frecuencia en estos días.
Investigadores de la Universidad de San Diego, la Universidad de Berkeley y Yale han colaborado para revisar la creciente lista de extinciones masivas en la literatura científica de los últimos 70 años. Se han identificado 2.407 poblaciones mundiales de mamíferos, aves, peces, reptiles, anfibios e invertebrados marinos que han tenido «eventos de mortalidad masiva», como ellos los llaman.
Su análisis fue publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias. Ellos afirman que no sólo estos eventos son cada vez más frecuentes sino que también están aumentando en su magnitud. Especialmente se nota un incremento en víctimas mortales para las poblaciones de pájaros, peces e invertebrados marinos. También informaron que treinta y cinco eventos han logrado exterminar toda una población y casi exterminar otras. Durante los últimos 70 años, ha habido por lo menos un evento de mortalidad masiva cada año, aumentando de un evento por año a 70 eventos cada año. La cifra de muertos alcanza los miles de millones.
«Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora». Romanos 8:22.
“Al par que se hace pasar ante los hijos de los hombres como un gran médico que puede curar todas sus enfermedades, Satanás producirá enfermedades y desastres al punto que ciudades populosas sean reducidas a ruinas y desolación. Ahora mismo está obrando. Ejerce su poder en todos los lugares y bajo mil formas: en las desgracias y calamidades de mar y tierra, en las grandes conflagraciones, en los tremendos huracanes y en las terribles tempestades de granizo, en las inundaciones, en los ciclones, en las mareas extraordinarias y en los terremotos. Destruye las mieses casi maduras y a ello siguen la hambruna y la angustia; propaga por el aire emanaciones mefíticas y miles de seres perecen en la pestilencia. Estas plagas irán menudeando más y más y se harán más y más desastrosas. La destrucción caerá sobre hombres y animales. “La tierra se pone de luto y se marchita”, “desfallece la gente encumbrada de la tierra. La tierra también es profanada bajo sus habitantes; porque traspasaron la ley, cambiaron el estatuto, y quebrantaron el pacto eterno”. Isaías 24: 4, 5; El Conflicto de los Siglos, página 647.
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