Debido a los trastornos y conflictos causados por sus agendas liberales, las iglesias que han rebajado sus principios con respecto a la interpretación bíblica están perdiendo miembros y desapareciendo. A menudo son importantes iglesias protestantes pero están en apuros. Un informe del año 2015 por parte del Centro de Investigación Pew encontró que estas congregaciones, que fueron una vez pilares de fortaleza religiosa, ahora se están reduciendo en alrededor de 1 millón de miembros cada año. Menos miembros, significan menos ingresos, lo cual asegura aún más su declive.
Estas iglesias, que incluyen a la Metodista Unida, la Evangélica Luterana, la Presbiteriana y la Iglesia Anglicana (Episcopal en los Estados Unidos), decidieron que a fin de detener la marea debían abandonar su interpretación literal de la Biblia y transformarse de acuerdo a los tiempos actuales. No obstante, esto no les fue de ninguna ayuda sino que más bien aceleró su descenso. Pensaron que a pesar de que sus principios tenían una respetabilidad intelectual, superficialmente podían parecer extravagantes para las audiencias modernas.
Pero el giro hacia la liberalidad no parece haber resuelto el problema del declive en estas iglesias principales. Un estudio canadiense realizado en Ontario mostró que “la teología protestante conservadora, con su punto de vista más literal de la Biblia, tiene un pronóstico de crecimiento en la iglesia mientras que la teología liberal conlleva a la decadencia”. Los resultados fueron publicados recientemente en la revista especializada Review of Religious Research [Revista de Estudios Religiosos].
El estudio también encontró que todos los datos apuntan a que las iglesias con mayor crecimiento de miembros son aquellas más conservadoras en su teología. Estas además presentaron la menor disminución de miembros clericales y un promedio con respecto a sus congregaciones. Otros estudios muestran que tanto nacional como internacionalmente, las iglesias con mayor crecimiento son, casi de manera exclusiva, aquellas que son conservadoras en la doctrina.
Las iglesias liberales son mucho más propensas, por ejemplo, a enseñar que tratar de convertir a los no cristianos al cristianismo es ser insensibles a la cultura y que por lo tanto, no debe hacerse. Por su parte, las iglesias conservadoras enseñan que los miembros deben hacer “discípulos en todas las naciones”, dándoles un modelo que les permite mantenerse en crecimiento.
Obviamente, las iglesias liberales, aquellas que pensaron que les era necesario cambiar, han tomado la dirección equivocada. Históricamente, esto no debería causar sorpresa. Sucedió con los valdenses cuando ellos se unieron a la Reforma del Siglo XVI. Los reformadores de Ginebra fueron mucho más liberales que los valdenses así que cuando ellos adaptaron su teología y prácticas, perdieron su vitalidad espiritual.
La Biblia provee una fórmula profética para el éxito en el tiempo del fin: “Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”. Apocalipsis 14:6-7.