El rabino Pinchas Goldschmidt, presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos (CER, por su sigla en inglés), dijo que al mejorar las relaciones con el Vaticano se va a poder mejorar en la colaboración con respecto a las causas comunes.
El rabino dirigió la delegación que visitó al Papa Francisco para presentar una perspectiva judía sobre las relaciones judío-católicas en el cincuentenario del Nostra Aetate, cuando la Iglesia católica repudió en 1965 la noción de culpa colectiva del pueblo judío por la muerte de Jesús. Junto a Goldschmidt y el CER también hubo rabinos del Consejo Rabínico de América y del Gran Rabinato de Israel.
Goldschmidt y su delegación presentaron al Papa un documento titulado Entre Jerusalén y Roma que establece un enfoque de cómo las dos religiones pueden trabajar juntas en temas de interés común comprometiéndose con un diálogo profundo y la futura asociación con la Iglesia Católica.
El rabino señaló que esas causas comunes van desde la restricción de la libertad religiosa en Europa, o los intentos de hacerlo, el racismo y el islamismo radical. Sus comentarios sobre la libertad religiosa hacen referencia a los diversos intentos en varios países para restringir o prohibir la circuncisión y la shejitá (matanza ritual de animales).
Goldschmidt dijo que el Vaticano ha estado trabajando durante varios años con la Conferencia de Rabinos europeos sobre estos temas. El rabino también hizo énfasis en la importancia de que tanto las comunidades religiosas como los líderes aborden el flagelo de la violencia islámica. Dijo que ambos podrían ayudar a “los países y las sociedades a tomar las decisiones correctas para garantizar que el futuro de Europa sea seguro sin convertirse en racistas o poner en peligro los derechos humanos”.
El documento Entre Jerusalén y Roma “hace un llamado a la Iglesia para que se una a nosotros (el Rabinato) a fin de profundizar nuestro combate contra la nueva barbarie de esta generación, a saber, los vástagos radicales del Islam. Son un peligro para nuestra sociedad global (incluyendo a los numerosos musulmanes moderados), amenazan la paz mundial en general y las comunidades cristianas y judías en particular. Hacemos un llamado a todas las personas de buena voluntad para unir fuerzas y luchar contra este mal”.
Goldschmidt señaló que el tema de Israel y Jerusalén ha continuado siendo un desafío para las relaciones entre judíos y el Vaticano pero mencionó estar seguro de que el Papa Francisco es muy consciente del hecho de que los cristianos en Israel están más seguros que en cualquier otro lugar del Medio Oriente. También afirmó percibir que el pontífice y el Vaticano podrían ayudar a lograr «una solución justa para el conflicto».
En el discurso del Papa Francisco a los rabinos reunidos, rindió homenaje a «un fructífero momento de diálogo» entre las dos religiones, y señaló que en las cinco décadas, desde el Nostra Aetate, las comunidades han podido acercarse, «cultivadas en un mutuo entendimiento y profundos lazos de amistad». Además el pontífice expresó: “Que el Eterno bendiga e ilumine nuestra cooperación para que juntos podamos aceptar y llevar a cabo de la mejor manera sus planes, planes para el bien y no para el mal, para un futuro y una esperanza”.
“Y todo el mundo se maravilló en pos de…” Apocalipsis 13:3.