Algunos centros de investigación en los Estados Unidos están avanzando en el intento de hacer crecer tejidos humanos en el interior de cerdos y ovejas con el objetivo de crear corazones, hígados y otros órganos requeridos para trasplantes. La inserción de células madre humanas en embriones animales de pocos días para que se gesten en hembras, ha suscitado un debate ético debido a que los experimentos podrían borrar la línea entre las especies. ¿Qué podría pasar cuando, por ejemplo, se alterara el «estado cognitivo» de estos animales al colocarles células cerebrales humanas?
Si bien hasta el momento, ninguno de los animales ha llegado a término, aún quedan preguntas acerca de las tecnologías «de vanguardia». La mezcla de células madre humanas con las de animales todavía está prohibido por los organismos de financiación del gobierno de Estados Unidos como los Institutos Nacionales de Salud (NIH). El objetivo final de la controvertida investigación es cosechar órganos humanos procedentes de animales para su posterior trasplante en humanos. «Como medida de precaución, los investigadores que trabajan con quimeras de animales domésticos no han permitido que nazcan sino que recolectan los fetos con el fin de reunir información preliminar acerca de cuán grande podría ser la contribución de células humanas en los cuerpos de los animales.»
Los Estados Unidos no cuentan con una ley federal que restrinja la creación de quimeras. Los científicos están tratando de descubrir las mejores condiciones para que las células humanas puedan crear órganos dentro de animales. La investigación inyecta células humanas en el embrión animal en la etapa más temprana. Luego se especializan y pueden contribuir con cualquier parte del cuerpo del animal.
«Pero si hubo un pecado por encima de otro que requería la destrucción de la raza por el diluvio, fue el vil crimen del cruzamiento de hombre y bestia que desfiguró la imagen de Dios, y causó confusión en todas partes”. Dones Espirituales, Vol. 3, página 64.
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