El Representante ante la Cámara de los Estados Unidos, Rick Allen, (R-GA) sugirió que docenas de sus colegas republicanos han pecado al respaldar una propuesta anti-discriminatoria contra las personas (LGBT): gays, lesbianas, bisexuales y transgénero. Durante el inicio de una reunión ordinaria del partido republicano en el subsuelo del Capitolio, Allen leyó un versículo de la Biblia y condenó la homosexualidad sugiriendo que los partidarios del proyecto de ley habían desafiado los principios cristianos. El proyecto de ley había sido aprobado la noche anterior.
Varios republicanos manifestaron su disgusto retirándose de la sala. «Fue un*@!$*# ridículo», dijo un legislador republicano, utilizando un lenguaje soez. Un asistente del liderazgo republicano ofreció un veredicto similar. «Muchos de los miembros estaban claramente incómodos y molestos», dijo el asesor.
El Representante Sean Patrick Maloney (D-NY) introdujo la enmienda para un proyecto de ley de energía en la cual se hacía inclusión del idioma LGBT diciendo que «nada en las leyes de gastos subyacentes puede socavar la orden ejecutiva del presidente Obama de eliminar de los contratos del gobierno, la discriminación basada en la orientación sexual o identidad de género».
La enmienda ya había pasado pero el proyecto de ley más amplio fue rechazado ampliamente con la modificación que actuó como un veneno al día siguiente, dando lugar a acusaciones de que los demócratas estaban jugando sucio.
Los derechos de los LGBT siguen teniendo un alto perfil político en los Estados Unidos. Cuando la Biblia es tratada con poco respeto por parte de los legisladores, el país se hunde rápidamente hacia «el valle de Sodoma».
«La apostasía que prevalece hoy es similar a la que se extendió en Israel en tiempos del profeta. Multitudes siguen hoy a Baal al exaltar lo humano sobre lo divino, al alabar a los dirigentes populares, al rendir culto a Mamón y al colocar las enseñanzas de la ciencia sobre las verdades de la revelación. La duda y la incredulidad están ejerciendo su influencia nefasta sobre las mentes y los corazones, y muchos están reemplazando los oráculos de Dios por las teorías de los hombres. Se enseña públicamente que hemos llegado a un tiempo en que la razón humana debe ser exaltada sobre las enseñanzas de la Palabra. La ley de Dios, divina norma de la justicia, se declara anulada. El enemigo de toda verdad está obrando con poder engañoso para inducir a hombres y mujeres a poner las instituciones humanas donde Dios debiera estar, y a olvidar lo que fue ordenado para la felicidad y salvación de la humanidad». Profetas y Reyes, pág. 125.
«¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás». Isaías 1: 4.