Fox Weather, por Hayley Vawter: Un incendio forestal que se declaró en el Parque Nacional del Gran Cañón ha sido calificado como «megaincendio» debido a su magnitud.
El incendio Dragon Bravo se inició por un rayo el 4 de julio. Mientras los bomberos se preparaban para contener las llamas, las condiciones del incendio cambiaron rápidamente, lo que provocó que el fuego se propagara rápidamente.
Hasta el viernes, el incendio Dragon Bravo había quemado 111 970 acres, convirtiéndose en un «megaincendio», término que utiliza el Servicio Forestal de los Estados Unidos cuando un incendio alcanza más de 100 000 acres.
Los árboles y la maleza siguen siendo el principal combustible del incendio.
Cerca de 1200 personas luchan contra el incendio forestal, que ahora está controlado en un 9%.
El incendio provocó el cierre del borde norte del Gran Cañón durante el resto de la temporada 2025 tras causar daños importantes, entre ellos la quema del histórico Grand Canyon Lodge y del Centro de Visitantes del Gran Cañón. En total, se han perdido 70 estructuras, según el Servicio de Parques Nacionales.
Varios senderos dentro del borde interior del Gran Cañón también están cerrados debido a la acumulación de humo del incendio Dragon Bravo.
Los bomberos informaron que el incendio continúa avanzando hacia el norte, especialmente hacia una zona quemada por un incendio forestal ocurrido en 2006, llamado Warm Fire.
Las condiciones meteorológicas del viernes podrían ayudar a los bomberos a combatir el incendio, ya que se espera que la humedad relativa se sitúe entre el 15 % y el 20 %, la más alta en ocho días.
Sin embargo, en general, las condiciones extremas para los incendios siguen sin cambiar.
Conexión Profética:
“Está muy cerca el momento en que habrá en el mundo una tristeza que ningún bálsamo humano podrá disipar. Se está retirando el Espíritu de Dios. Se siguen unos a otros en rápida sucesión los desastres por mar y tierra. ¡Con cuánta frecuencia oímos hablar de terremotos y ciclones, así como de la destrucción producida por incendios e inundaciones, con gran pérdida de vidas y propiedades! Aparentemente estas calamidades son estallidos caprichosos de las fuerzas desorganizadas y desordenadas de la naturaleza, completamente fuera del dominio humano; pero en todas ellas puede leerse el propósito de Dios. Se cuentan entre los instrumentos por medio de los cuales él procura despertar en hombres y mujeres un sentido del peligro que corren.” Profetas y Reyes, pág. 207.