Político, por Ben Schreckinger: En enero, este boletín analizaba las ideas emergentes de dinero digital respaldado por el Estado, especulando con que una nueva clase de dinero electrónico estaba a punto de ocupar el centro de la escena mundial.
Al cruzar el umbral de mitad de año, una serie de acontecimientos en Estados Unidos, Europa y el resto del mundo muestran que el futuro del dinero respaldado por el Estado está empezando a cristalizar.
En general, a pesar de los numerosos obstáculos que dificultan estas revisiones técnicamente exigentes y políticamente delicadas, las autoridades monetarias mundiales están demostrando que siguen decididas a hacerlas avanzar.
He aquí tres conclusiones de la situación actual.
La venta al por mayor sigue siendo más fácil. El jueves, la Reserva Federal de Nueva York y sus socios anunciaron que un proyecto piloto de tres meses de duración sobre el dólar digital para pagos globales había arrojado resultados prometedores.
Esto representó un notable avance en la innovación monetaria estadounidense, y no es de extrañar que se produjera en el lado mayorista de las monedas digitales de los bancos centrales, que se refiere a las transacciones entre instituciones financieras.
Hasta ahora, Estados Unidos ha ido por detrás de gran parte del resto del mundo en el desarrollo de la CBDC. En parte porque los administradores de la moneda de reserva mundial tienen menos que ganar con los cambios en el statu quo monetario. Pero tampoco ha ayudado el hecho de que la idea de una CBDC haya encontrado oposición populista en Estados Unidos, donde los detractores han especulado con que podría utilizarse para imponer un sistema restrictivo de crédito social.
Incluso en Europa, que va muy por delante de Estados Unidos en el desarrollo de la CBDC, la preocupación por la privacidad está resultando un escollo. Cuando la Comisión Europea desveló el proyecto de legislación sobre CBDC a finales del mes pasado, un comisario se sintió obligado a declarar a los periodistas: «Esto no es un proyecto de Gran Hermano».
Pero estas preocupaciones son mucho más relevantes en el caso de los CBDC minoristas, que están pensados para ser utilizados por ciudadanos particulares, dejando vía libre a proyectos mayoristas como el de la Reserva Federal de Nueva York.
La geopolítica está impulsando el desarrollo tecnológico. La semana pasada, fuentes estatales rusas informaron de que las economías emergentes BRICS [Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica] planean introducir una nueva moneda respaldada por oro en la cumbre del bloque que se celebrará el mes que viene en Sudáfrica.
Los informes contradicen los comentarios realizados la semana pasada por un ejecutivo del banco de desarrollo de los BRICS, Leslie Maasdorp, quien declaró el miércoles a Bloomberg TV que una nueva moneda compartida de los BRICS sigue siendo una «ambición a medio y largo plazo».
Los informes estatales rusos pueden representar una ilusión, pero reflejan el deseo sostenido de las naciones no occidentales de desarrollar acuerdos monetarios alternativos al sistema del dólar, en particular a raíz de las sanciones de Estados Unidos a Rusia por su invasión de Ucrania.
Eso ha impulsado a muchos países a acelerar su exploración de CBDC -incluidos los llamamientos a una moneda digital BRICS respaldada por oro-, lo que a su vez ha aumentado la urgencia en torno a los propios esfuerzos de CBDC de Occidente.
«Una vez que EE.UU. y Europa vieron estos avances, se comprometieron mucho más», dijo Josh Lipsky, director del Centro de GeoEconomía del Atlantic Council, que publica el rastreador de CBDC del think tank.
Los gobiernos toman prestado de las criptomonedas. A medida que los gobiernos se lanzan a la modernización digital de sus monedas, una cuestión pendiente es cuánto pedirán prestado al salvaje mundo de las criptomonedas.
Los escépticos del cripto consideran inútiles la mayoría de las innovaciones basadas en blockchain, mientras que muchos puristas del cripto sostienen que no tiene mucho sentido utilizar una blockchain para un sistema en el que las autoridades gubernamentales mantienen el control.
«Siguen malgastando dinero, recursos y tiempo», argumenta Sam Callahan, analista principal de la firma de inversión exclusiva en Bitcoin Swan Bitcoin.
Por eso es digno de mención que el exitoso experimento comunicado la semana pasada por la Reserva Federal de Nueva York y sus socios utilizara una cadena de bloques (privada y autorizada), un elemento de diseño que muchos proyectos CBDC evitan.
Los bancos centrales también siguen interesados en algunas de las innovaciones más exóticas que surgen de las finanzas descentralizadas, como demuestra un informe provisional publicado a finales del mes pasado por el Proyecto Mariana, una colaboración entre el Banco de Pagos Internacionales y las autoridades monetarias de Europa y Asia que explora las mejoras digitales de los mercados de divisas.
El informe provisional confirma que la iniciativa sigue incorporando innovaciones cripto-nativas como pools de liquidez, creadores automáticos de mercado y puentes entre cadenas.
Esto es notable porque muchos de estos elementos se han asociado con algunos de los fracasos más espectaculares de las criptomonedas.
Por ejemplo, los puentes, herramientas para hacer interoperables redes de cadenas de bloques separadas, son conocidos como eslabones débiles que los piratas informáticos han explotado repetidamente para robar criptomonedas. (El Banco de Pagos Internacionales publicó el viernes un informe sobre la defensa de los CBDC frente a los ciberataques).
Aunque las «criptomonedas» y los términos asociados han adquirido un tinte que las hace políticamente desagradables en muchos rincones, los tecnócratas monetarios del mundo siguen dispuestos a probar todas las herramientas disponibles en la carrera por construir los sistemas financieros del futuro.
Nuestro comentario:
¿Podría el control que ofrecen las monedas digitales ser la base de leyes de no compra, no venta?
Conexión Profética:
“Y hacía que a todos, a los pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se pusiese una marca en su mano derecha, o en sus frentes: Y que ninguno pudiese comprar o vender, sino el que tuviera la señal, o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.” Apocalipsis 13:16-17.