Alemania está cambiando. Su pasado nazi ha mantenido los movimientos de la derecha populista al margen de la política alemana pero ahora, la anti-migrante AfD (Alternativa para Alemania) ha logrado abrirse camino. Gracias al descontento existente contra la canciller liberal Ángela Merkel por su política de refugiados, el partido popular Alternativa para Alemania (AfD) logró conseguir representantes en los parlamentos regionales de Baden-Württemberg, Rhineland Palatinate y Saxony-Anhalt. En Sajonia-Anhalt, alcanzó el 25% de los votos y un 12,5 a 15 por ciento en los estados occidentales.
«Estamos frente a una normalización de los movimientos de la extrema derecha populista en Alemania, al igual que en el resto de Europa», dijo Andreas Roedder, profesor de historia contemporánea en la Universidad de Mainz.
Aunque las anteriores oleadas de populismo fueron modas efímeras, esta vez puede ser diferente. Hasta el momento, la «Culpabilidad de la Guerra» los había mantenido restringidos pero hoy muchos alemanes se sienten incómodos con las consecuencias. Especialmente ahora que los solicitantes de asilo llegan a los 1,1 millones, los cuales ingresaron al país en el 2015.
El partido AfD ha llegado a la escena política en un momento fortuito y se ha encargado de capitalizar el temor de que Alemania va a cambiar drásticamente. La AfD fue fundada en el 2013 sobre una base anti-euro para defender a los alemanes contra los gastos que generan las naciones del sur de la Unión Europea. Desde entonces, se ha llegado a sugerir incluso que la policía podría tener que dispararles a los inmigrantes a fin de evitar que sigan entrando al país. Al principio, el partido tuvo más éxito en la Alemania ex comunista del Este, lugar rezagado en relación a puestos de trabajo y oportunidades pero ahora, el partido está ganando terreno también en los prósperos estados occidentales.
«El partido AfD se ha convertido en una fiesta nacional alemana», dijo el Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Las encuestas de opinión sugieren que en las elecciones del 2017, el AfD podría lograr curules en la cámara baja del parlamento. Esto significaría un éxito sin precedentes para tal movimiento.
El ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, conocido por ser una persona directa, describió al AfD simplemente como una «vergüenza para Alemania».
«Hasta ahora, la derecha populista o los partidos de extrema derecha eran catalogados como tabú, considerados como extranjeros en la esfera política», dijo el analista político alemán, Wolfgang Merkel, en una entrevista con el diario Tagesspiegel. Merkel cree que el tabú que rodea a los de la derecha populista podría pronto desaparecer.
El giro de la política alemana hacia la derecha es más parte de una tendencia global. Si el AfD y otros grupos de derecha van a permanecer, será sólo cuestión de tiempo antes de que los observadores del sábado, los adventistas del séptimo día, se conviertan en el chivo expiatorio de los males que afectan a la sociedad. La historia se repetirá, incluyendo el movimiento de derecha, descrito en Apocalipsis 13.
«Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis”. Apocalipsis 13:16-18.