Franklin Graham, hijo del famoso Billy Graham, ha advertido que los Estados Unidos podrían entrar en decadencia, al igual que la antigua Babilonia hace 2.500 años, a menos que se conviertan de nuevo a Dios.
«¿Cuál es la escritura en la pared para los Estados Unidos? Como nación hemos sido hallados faltos a causa del pecado y la desobediencia a la Santa Palabra de Dios. Nosotros no le hemos honrado. Si no nos volvemos de nuevo a Dios, me temo que nuestro final está cerca», escribió Graham en un mensaje de Facebook.
Comparando la antigua Babilonia con los Estados Unidos modernos, Graham dijo: «Mientras ellos estaban de fiesta, la mano de Dios apareció y escribió un mensaje en la pared, aterrorizando a todos, incluyendo al rey Belsasar…» Dios juzgó la nación. «Tu reino ha sido dividido, y dado a la medos y los persas». El argumento de Graham es que así como Belsasar perdió su vida y el reino esa misma noche, nos sirve como un ejemplo histórico de lo que sucederá a los Estados Unidos si no se arrepiente y vuelve a Dios.
En su gira La Decisión de los Estados Unidos, Graham ha declarado que los EE.UU. están «siendo despojados de su herencia bíblica… Nuestro país va en la dirección equivocada. Creo que algunos de los candidatos políticos han aprovechado la ira y la frustración en este país. Quiero que los cristianos sepan que su voto cuenta y que así como hemos sacado a Dios del gobierno, escuelas y todo lo demás, tenemos que volver a Dios nuevamente», dijo Graham en febrero, instando a la gente a votar en las elecciones presidenciales.
«Mientras Estados Unidos se centra en su propia política, el mundo se está desmoronando», dijo Graham. «Las señales de peligro están en todas partes. Las decapitaciones, violaciones, asesinatos, bombardeos se llevan a cabo todos los días desde el norte de África a través del Medio Oriente, en todas las vías de las fronteras de la India», dijo.
Los maestros religiosos que piden a la nación volver a Dios están sentando las bases para la observancia del domingo. Cuando por fin logren su verdadero objetivo, el pueblo que guarda los mandamientos de Dios será empujado a un tiempo de angustia cual nunca fue. A pesar de que la nación necesita arrepentirse y volver a Dios, no se requiere la observancia del domingo, ya que ésta es una violación de la ley de Dios y consagrada en las leyes de la tierra.
“Y luego el gran engañador persuadirá a los hombres de que son los que sirven a Dios los que causan esos males. La parte de la humanidad que haya provocado el desagrado de Dios lo cargará a la cuenta de aquellos cuya obediencia a los mandamientos divinos es una reconvención perpetua para los transgresores. Se declarará que los hombres ofenden a Dios al violar el descanso del domingo; que este pecado ha atraído calamidades que no concluirán hasta que la observancia del domingo no sea estrictamente obligatoria; y que los que proclaman la vigencia del cuarto mandamiento, haciendo con ello que se pierda el respeto debido al domingo y rechazando el favor divino, turban al pueblo y alejan la prosperidad temporal… Cuando con falsos cargos se haya despertado la ira del pueblo, este seguirá con los embajadores de Dios una conducta muy parecida a la que siguió el apóstata Israel con Elías”. El Conflicto de los Siglos, pág. 576.