RFI: Macron pronunciará un discurso en la apertura del evento anual en Roma junto a los presidentes de Italia y Níger.
El encuentro, al que también asistirá el rabino jefe de Francia, Haïm Korsia, será el último de una serie de reuniones entre Macron y los líderes de la caridad católica.
Apodada «la pequeña ONU del Trastévere» (por el nombre del barrio de Roma en el que tiene su sede), Sant’Egidio, fundada en 1968 por jóvenes estudiantes católicos, se ha convertido a lo largo de los años en el brazo diplomático informal del Vaticano.
En 1992, Sant’Egidio supervisó la firma de un acuerdo de paz en Mozambique que puso fin a 16 años de guerra civil entre el poder y la rebelión. Se han emprendido acciones diplomáticas similares en Guinea, Níger, República Centroafricana, Chad y Sudán del Sur.
Muy implicado en la acogida de refugiados, uno de los pilares del pontificado de Francisco, desde 2015 Sant’Egidio organiza «corredores humanitarios» que traen a los refugiados de Siria, el Cuerno de África y Grecia, una iniciativa premiada en 2019 por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Multilateralismo
Al anunciar el programa del evento a principios de este mes, Marco Impagliazzo, responsable de Sant’Egidio, elogió las opiniones de Macron sobre la cooperación europea y las relaciones con África. También defendió la decisión del presidente francés de mantener el diálogo con Moscú en medio de la guerra de Ucrania.
Según el Elíseo, el discurso de Macron estará en la línea del pronunciado ante la Asamblea General de la ONU en septiembre, cuando denunció «un retorno a la era del imperialismo y de las colonias» impuesto por la invasión rusa de Ucrania.
Macron quiere hacer hincapié en el multilateralismo como forma de afrontar las «crisis que atraviesan nuestro planeta» -ya sea el clima, las desigualdades o la guerra-, así como «en la importancia de evitar la creación de fracturas artificiales» entre el Norte y el Sur, explicó la oficina del presidente.
Esta cumbre interreligiosa de tres días, titulada «El grito de la paz», finalizará el martes con la presencia del Papa.
El papa Francisco recibirá a Macron en el Vaticano el lunes por la mañana, por tercera vez desde que es presidente, la anterior data de hace menos de un año, en noviembre de 2021.
Nueva guardia
Macron también se reunirá el lunes con el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, durante un almuerzo privado.
Todavía no se ha anunciado si Macron se reunirá con la nueva primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, que juró su cargo el sábado como primera mujer dirigente del país después de que su partido de extrema derecha ganara las elecciones en septiembre.
Odon Vallet, historiador de la religión, ha declarado a la televisión France 24 que Macron no quiere mostrarse demasiado abierto con los nuevos dirigentes italianos, procedentes de la extrema derecha.
«Es un acto de equilibrio delicado para el segundo y último mandato de Macron», explica Vallet, añadiendo que Macron está interesado en asegurar que su propio país no se deslice hacia las manos de la extrema derecha.
«Una cuarta parte de los votantes católicos de Francia, muchos de ellos practicantes, votaron a Marine Le Pen en las recientes elecciones presidenciales, un porcentaje igual al del público en general. Es un problema importante para Macron, porque significa que existe un riesgo real de que los líderes de la Iglesia dejen de oponerse un día a la extrema derecha con la firmeza que ha caracterizado al Papa Francisco, por ejemplo».
Los católicos franceses, dice -y de hecho el público en general- también están profundamente divididos en una serie de temas sensibles, incluyendo los planes para legislar sobre el derecho al aborto y la eutanasia.
«Macron necesita reavivar la llama con los votantes católicos, que se ha desvanecido después de la euforia que saludó sus primeros meses en el cargo», dice el profesor.
Conexión Profética:
“Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana.” Daniel 8:25.