Los residentes del sur de California tuvieron que ser rescatados de lo que parece ser otro gran desastre, esta vez causado por las lluvias que han arrasado casas y desbordado carreteras.
Tras la devastación causada por los incendios en los condados de Santa Bárbara, Ventura y Los Ángeles, cientos de residentes tuvieron que abandonar nuevamente sus viviendas debido a las órdenes de evacuación obligatoria por el riesgo de inundaciones y aludes. Al menos 13 personas murieron y muchas más desaparecieron mientras huían de las áreas devastadas por la tormenta, las cuales se volvieron más vulnerables debido a los incendios.
Las fuertes lluvias desencadenaron un escurrimiento «masivo» en Montecito, dijo el portavoz de Bomberos del Condado de Santa Barbara, Mike Eliason. Los bomberos rescataron a una niña de 14 años que había estado atrapada durante horas en las ruinas cubiertas de barro de una casa de Montecito. Al mismo tiempo, se realizaban múltiples rescates desde vehículos y estructuras. Decenas de agentes del sheriff y otros equipos de primera auxilios corrieron de puerta en puerta para ayudar a los evacuados. Helicópteros, perros de rescate y equipos de rescate de aguas rápidas se pusieron en servicio a medida que los árboles y los cables eléctricos caían por la tormenta. Cuadrillas enteras luchaban por reabrir carreteras en gran parte de la región.
El incendio Tomás, el más grande en la historia de California, quemó más de 440 millas cuadradas y más de 1.000 casas, negocios y otros edificios en el área, el mes pasado. Las laderas despojadas de su vegetación por los incendios quedaron propensas a deslizamientos de tierra cuando llegaron las lluvias.
Las inundaciones en el área de aduanas en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles obligó el traslado en autobús de los pasajeros internacionales que llegaban a la Terminal Internacional Tom Bradley para su procesamiento. Se ordenaron evacuaciones en partes de Burbank, donde la policía publicó videos en las redes sociales sobre las aguas rugientes que descendían por la ladera de una colina como si se tratasen de un río.
La primera tormenta de California de la temporada invernal arrasó gran parte del estado con precipitaciones récord. San Francisco recibió 3.15 pulgadas de lluvia el lunes, sobrepasando el récord del mismo día establecido en 1872 por casi una pulgada. El Gran Sur obtuvo casi 10 pulgadas de lluvia.
No obstante, el daño más severo ocurrió en el área del oeste de Los Ángeles, previamente devastada por incendios forestales. El problema es que viene más lluvia. «Un problema importante son las áreas quemadas, las cuales son susceptibles a inundaciones repentinas, aludes de lodo y flujos de escombros», advirtió el Servicio Meteorológico Nacional.
Pronto habrá un cambio repentino en el trato de Dios. El mundo en su perversidad está siendo visitado por calamidades: inundaciones, tormentas, incendios, terremotos, hambrunas, guerras y derramamiento de sangre. El Señor es lento para la ira y grande en poder; sin embargo, no absolverá al malvado». Special Testimonies on Education, pág. 133.