A partir del primero de julio de 2017, Eslovaquia presidirá el Consejo Europeo por seis meses. Robert Fico, Primer Ministro de este país por tercera vez consecutiva, advirtió en mayo que los “inmigrantes cambiaban el carácter de nuestro país” y prometió no permitir que ese cambio afectara a Eslovaquia.
“El multiculturalismo es ciencia ficción”, expresó Fico. “Una vez que usted permite que los inmigrantes ingresen, tendrá que afrontar problemas como estos”, dijo Fico haciendo referencia a los ataques sexuales perpetrados por inmigrantes musulmanes contra mujeres alemanas en Colonia en la noche de año nuevo. Fico argumenta que Eslovaquia no tiene obligación de albergar refugiados musulmanes y que la nación se ha negado a participar en el programa de reubicación de refugiados de la Unión Europea.
“Eslovaquia es un país cristiano y por ello, no podemos tolerar un influjo de 300.000 a 400.000 inmigrantes musulmanes que querrán construir mezquitas a lo largo y ancho de nuestro territorio tratando de cambiar la naturaleza, cultura y valores del estado”, expresó.
Fico declaró en enero que él nunca “tomaría una decisión voluntaria que pudiera llevar a la formación de una comunidad musulmana en Eslovaquia”.
Roma ha estado presionando a la Unión Europea para que acepte y ubique a más inmigrantes. Las consecuencias de un influjo masivo de musulmanes es el fortalecimiento de la iglesia católica al crear una reacción a la migración masiva de otra religión. Fico hará todo lo que pueda para defender el cristianismo, el cual, por definición se refiere principalmente al catolicismo.
“Y se maravilló toda la tierra en pos de…” Apocalipsis 13:3.