El mundo está más cerca de una aniquilación nuclear que en cualquier punto anterior de la historia desde que se probaron las primeras bombas de hidrógeno a principios de la década de 1950, afirma un grupo de científicos que monitorean las tensiones globales. El Boletín de los Científicos Atómicos anunció el movimiento de su reloj del fin del mundo a 2 minutos antes de la medianoche, citando las recientes pruebas de misiles y armas nucleares por parte de Corea del Norte y la falta de progreso mundial para enfrentar el cambio climático. Este cambio deja el reloj en el punto más cercano a la medianoche de lo que jamás había estado.
«En el 2017, vimos un lenguaje imprudente dentro del ámbito nuclear calentando situaciones ya peligrosas y aprendimos que minimizar las evaluaciones basadas en la evidencia sobre el clima y otros desafíos globales no conduce a mejores políticas públicas», dijo Rachel Bronson, presidenta y CEO del Boletín en Chicago, Illinois. El año pasado, el reloj se movió medio minuto pasando de 3 a 2.5 minutos antes de la medianoche. Ha estado en un solo dígito desde que India y Pakistán realizaron pruebas de armas nucleares consecutivas en 1998.
Además de una guerra de palabras entre el presidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong-un, la Junta de Ciencia y Seguridad del Boletín ha considerado las medidas por parte de todas las potencias nucleares del mundo para mejorar sus arsenales nucleares. También la falta de negociaciones de alto nivel entre Estados Unidos y Rusia ha aumentado las tensiones sobre el control de armas, las actividades de Rusia en Crimea y los planes para fortalecer el arsenal nuclear de los Estados Unidos, dijo Sharon Squassoni, miembro de la junta y experta en asuntos internacionales de la Universidad George Washington en Washington, DC. «Con relaciones tan tensas entre Estados Unidos y Rusia, hay poco espacio para el progreso en ningún otro lado», señaló en una conferencia de prensa.
Los científicos del Boletín dijeron que el empeoramiento del cambio climático también ha aumentado el riesgo de aniquilación global, citando huracanes destructivos en el Caribe, olas de calor en todo el mundo, incendios forestales en Estados Unidos y Canadá, aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y disminución de la capa de hielo del Ártico.
¿Están las cosas tan mal como en 1953, cuando tanto Estados Unidos como Rusia hicieron detonar bombas termonucleares? Las comparaciones son difíciles, dice Bronson, pero hoy hay más naciones con armas nucleares que en la década de 1950. «Hicimos la declaración clara de que sentimos que el mundo se está volviendo más peligroso… Presentamos el reloj no tanto para causar sombras y tristeza sino que sea una oportunidad para lograr que el gobierno y el público discutan los asuntos importantes», añade el físico Lawrence Krauss de la Universidad Estatal de Arizona en Tempe.
En un informe del Boletín sobre el Reloj del Juicio Final, los científicos sugieren maneras en que los líderes mundiales pueden dar un paso atrás desde el borde, comenzando con Trump ignorando la retórica provocativa de Kim Jong-un. Pero como los líderes y gobiernos han demostrado ser ineficaces para aliviar muchas amenazas, dice Sivan Kartha, del Instituto Ambiental de Estocolmo, retroceder el reloj requerirá que el público «obligue a sus líderes a respetar nuevamente a los científicos, prestar atención a los hechos y tomar decisiones racionales que nos alejen del borde».
«Entonces habrá… en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas”. Lucas 21:25,26.