En vísperas de la celebración de los 60 años de la Unión Europea, Donald Tusk fue reelegido para un segundo periodo de dos años y medio como Presidente del Consejo Europeo. La votación fue casi de manera unánime con la excepción de su país natal Polonia. Vale la pena mencionar que Tusk fue Primer Ministro de Polonia.
Tusk, conocido por su tranquila respuesta frente a la noticia del voto Brexit, seguirá dirigiendo la Unión Europea durante las próximas negociaciones con Inglaterra y también los tensos debates sobre la inmigración.
“Sabemos que [la UE] es una unión bajo el decreto de Berlín”, dijo Witold Waszczykowskiel, ministro polaco de relaciones exteriores. El Primer Ministro de Polonia amenazó con represalias que posiblemente harán más profunda la grieta entre Polonia y otras naciones europeas.
Jarosław Kaczyński, líder del euroescéptico partido Ley y Justicia, dijo que la asignación de Tusk muestra que la UE está dominada por Alemania y sus seguidores llamaban a Tusk “el candidato alemán”. Él ha sido un portavoz alemán. Tiene buenas relaciones con la canciller Ángela Merkel.
Tusk reconoció “inusuales circunstancias” en su nuevo nombramiento, pero prometió trabajar con todos los líderes de la UE “sin excepciones porque se siente verdaderamente comprometido con una Europa unida”.
Los líderes de la UE se reunieron por primera vez en el edificio Europa, un nueva sede de operaciones del Consejo Europeo valuada en €321 millones de euros, decorada con techos y alfombras de colores tratando de simbolizar el “mosaico unido” de Europa.
La Unión Europea es un esfuerzo colaborativo para revivir el Santo Imperio Romano en los tiempos modernos. Tusk, como católico romano comprende el interés que tiene la iglesia en la restauración de su poder en Europa.
“La Palabra de Dios ha dado advertencias respecto a tan inminente peligro; descuide estos avisos y el mundo protestante sabrá cuáles son los verdaderos propósitos de Roma, pero ya será tarde para salir de la trampa. Roma está aumentando sigilosamente su poder. Sus doctrinas están ejerciendo su influencia en las cámaras legislativas, en las iglesias y en los corazones de los hombres. Ya está levantando sus soberbios e imponentes edificios en cuyos secretos recintos reanudará sus antiguas persecuciones. Está acumulando ocultamente sus fuerzas y sin despertar sospechas para alcanzar sus propios fines y para dar el golpe en su debido tiempo. Todo lo que Roma desea es asegurarse alguna ventaja, y esta ya le ha sido concedida. Pronto veremos y palparemos los propósitos del romanismo. Cualquiera que crea u obedezca a la Palabra de Dios incurrirá en oprobio y persecución”. El Conflicto de los Siglos, pág. 638.