Si quieren entender la relación entre los evangélicos estadounidenses y Donald Trump, consideren lo siguiente.
«Los críticos dicen que la relación Trump-evangélicos es transaccional, que lo apoyan sólo para ver llevada a cabo su agenda». Pero los evangélicos tienen una perspectiva más amplia del Sr. Trump. Creen que todas las personas tienen fallas, y como Cristo les ofrece la gracia, ¿no deberían ellos hacer lo mismo por el presidente? Creen que el Sr. Trump está en la Casa Blanca por una razón. Pocos habrían anticipado que Trump trabajaría tan duro para restaurar la cultura judeocristiana en Estados Unidos, que ha estado desapareciendo rápidamente en el panorama estadounidense, especialmente en la última década.
Mientras Billy Graham llevaba a los evangélicos a la corriente principal de la cultura estadounidense, Donald Trump observaba desde afuera y se hizo rico y famoso, y terminó convirtiéndose en el presidente de los Estados Unidos. Ahora está trayendo a los evangélicos a algún lugar, a un lugar que muchos nunca hubieran imaginado, un apoyo abnegado a Donald Trump.
Pero, ¿cómo pueden los reconocidos líderes evangélicos que atesoran y defienden la moralidad respaldar a un hombre como Trump, a quien los medios describen como fuera de control, enojado, mentalmente inestable e imprudente, y que al principio, había evangélicos estaban del lado opuesto debido a sus fallas morales históricas y públicas? ¿Cuáles son sus ideales comunes? Tanto los evangélicos como el Sr. Trump comparten un distanciamiento de la corrección política, quizás por diferentes razones. También comparten el deseo de restaurar a Estados Unidos a sus valores judeocristianos. Pero, los líderes evangélicos también han descubierto que el Sr. Trump tiene un lado más compasivo. Él financia proyectos especiales de simpatía y compasión para las víctimas de las inundaciones, por ejemplo. Él aprecia la oración por él y se suaviza su temperamento por su influencia.
«Los líderes evangélicos también ven una obligación cívica de aconsejarlo piadosamente sobre asuntos políticos y personales. Después de todo, él es el presidente. Y está dando sus frutos. Él está cumpliendo con las promesas de política que ha hecho, y los evangélicos ven que también está progresando espiritualmente. Trump le dijo a David Brodie, anfitrión de Faith Nation de CBN, que «estuvo expuesto a mucha gente, desde un punto de vista religioso, que nunca antes habría conocido. Y esto me ha impresionado.
El «efecto del Sr. Trump en nuestras normas culturales ha sido impactante. Sus críticos lo llamarían espantoso», escribió Brodie, pero los evangélicos buscaban un guerrero cultural audaz para luchar por ellos. Quieren a alguien que haga lo que cree que es crucial para la viabilidad a largo plazo de Estados Unidos como la nación más poderosa del mundo.
«Finalmente, ¿por qué razón los evangélicos no se quedarían atrás y apoyarían a un hombre que no solo está en línea con la mayoría de sus agendas, sino que también lo ha hecho una y otra vez? Las victorias son numerosas: los tribunales, las políticas provida, la… Embajada en Jerusalén y cuestiones de libertad religiosa, solo por nombrar algunas. Él obtiene fácilmente la etiqueta no oficial del «presidente de Estados Unidos más amable con los evangélicos».
El objetivo de los evangélicos siempre ha sido ganar la batalla más grande por el control de la cultura, y no dejarse llevar por las fallas morales de todos y cada uno de los candidatos. Para los evangélicos, votar a alguien a largo plazo es lo moral que hay que hacer, incluso si el candidato es moralmente defectuoso. Ya han intentado con otros candidatos, pero ninguno de ellos se ha acercado al impacto de los cambios contundentes en defensa de sus puntos de vista.
Los evangélicos han encontrado a su hombre. Tal vez, al igual que la relación del difunto Billy Graham con muchos presidentes y líderes mundiales, han abrazado al Sr. Trump, a pesar de que tiene fallas morales, porque él está haciendo el trabajo que han estado buscando que haga un Presidente.
Si bien muchos de los principios de la política del Sr. Trump son buenos y pueden ser adoptados por todos los verdaderos seguidores de Jesús, hay algo acerca de la unión de los evangélicos con la maquinaria política que es de temer. Históricamente, cada vez que los líderes religiosos se han unido con los poderes políticos seculares que se esfuerzan por restaurar la moralidad absoluta, siempre han ido demasiado lejos y han impuesto leyes que intentan controlar la conciencia. Comienzan por corregir los males sociales que están relacionados con los últimos seis de los Diez Mandamientos, y terminan imponiendo leyes universales a la nación, en relación con los primeros cuatro Mandamientos, que tienen que ver con la conciencia. El resultado es que los verdaderos seguidores de Jesús terminan del lado equivocado de estas últimas leyes.
«Hasta ahora, los que presentaban las verdades del mensaje del tercer ángel a menudo han sido considerados como simples alarmistas. Sus predicciones de que la intolerancia religiosa tomaría el control en los Estados Unidos, que la iglesia y el estado se unirían para perseguir a aquellos que guardan los mandamientos de Dios, han sido señalados como sin fundamento y absurdos… Pero como la cuestión de hacer cumplir el domingo es ampliamente agitada, se ve que se aproxima el evento que tanto se duda y no se cree, y el tercer mensaje producirá un efecto que no podría haber tenido antes…» Maranatha, pág. 172.